River lo dio vuelta y le ganó a Estudiantes

de los cuartos de final de la Copa Sudamericana. El local se adelantó gracias a un gol de Diego Vera, a los 46 minutos del primer tiempo, pero la visita lo dio vuelta con tantos de Mora y Schunke en contra, a los 8 y 26 del complemento. El equipo de Marcelo Gallardo terminó con diez hombres por la expulsión de Carlos Sánchez, quien vio la segunda amarilla por simular a los 37 de la segunda etapa. Estudiantes superó a su rival en los primeros 45 minutos y no lo dejó jugar, pero en el complemento bajó la intensidad y River pudo manejar la pelota y disponer de las ocasiones que le permitieron conseguir un triunfo muy importante de cara al partido revancha de la semana próxima. Estudiantes llevó el partido al terreno que más le convino en el primer tiempo y le impuso condiciones desde el primer

minuto a un River que nunca pudo manejar la pelota cómodamente porque siempre lo presionaron. El equipo de Pellegrino controló muy bien a Carlos Sánchez y

Ariel Rojas y, salvo alguna pincelada de Pisculichi, desactivó el circuito creativo del 'Millonario'. Hasta Guido Carrillo y Diego Vera, sus delanteros, fueron

los primeros en sacrificarse para defender y molestar a un River que le costaba hilvanar tres pases seguidos. Ni un penal no cobrado por Diego Abal a los 16 minutos desconcentró a Estudiantes: Barovero llegó tarde a cortar un centro de Vera, Román Martínez tocó antes la pelota y el arquero lo golpeó en la canilla derecha. A pesar que esa jugada hizo que el ex Tigre dejara la cancha por lesión, esa adversidad potenció su rendimiento ya que el ingresado Auzqui le dio mayor dinámica y fluidez al ataque y generó que Correa se ubique sobre la banda izquierda que más cómoda le queda. Cuando parecía que la etapa terminaría sin goles, un error compartido entre Barovero y Funes Mori le dio un premio justo a Estudiantes que marcó mediante Vera. El arquero de River le dio un pase al central a pesar que la cancha no estaba para salir jugando por la lluvia, el defensor quiso eludir al uruguayo, pero el ex Rafaela recuperó el balón y definió en el mano a mano. El segundo tiempo fue una historia muy diferente porque Estudiantes bajó la intensidad de la presión y permitió que River creciera a partir del buen manejo en la mitad de la cancha. Ponzio se hizo patrón en ese sector y fue primer pasador, Sánchez supo asociarse por derecha con Mercado y Pisculichi con espacios tuvo la lucidez de siempre para manejar los tiempos en ataque. Además, Mora estuvo inquieto y entendió a la perfección cuándo debía tirarse atrás y ser parte del circuito de juego y cuándo debía meterse entre los centrales para preocuparlos. De esta manera, la sociedad entre Mercado-Sánchez derivó en un pase a la cabeza del uruguayo (sería injusto llamarlo centro) que Mora cabeceó de gran manera para decretar la igualdad. Lejos de conformarse a pesar que tenía a su favor un gol de visitante, River continuó con los mismos atributos y nunca dejó crecer a su rival. Dos asistencias de Ponzio a Teo Gutiérrez y Pisculichi pudieron haber significado la ventaja para el equipo de Gallardo, pero ambos fallaron en la definición. Sin embargo, el desnivel llegó luego de una guapeada del ingresado Alvarez Balanta, que cedió para Sánchez y su centro lo cabeceó Schunke en contra de su propia valla. Cuando el tiempo parecía consumirse, y River ya tenía diez

hombres por la expulsión de Sánchez, Barovero se redimió de lo que había sido una mala noche y tapó un tremendo cabezazo de Carrillo en la única ocasión clara del 'Pincha'. Aun con altibajos, River volvió a dejar en claro que es un equipo que cuando el rival se lo permite no perdona y estiró a 29 partidos su racha invicta.