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Karina Vadamar, El Tribuno
La abuela estaba triste y su condición neurológica cada día peor. Por esos síntomas, la familia de Elvira Berardi descubrió que era maltratada por una enfermera de nacionalidad paraguaya, que la cuidó durante dos años. Los golpes y los malos tratos fueron grabados por las cámaras de seguridad que había en la casa de la localidad bonaerense de Villa Maipú (partido de San Martín).
El video que se conoció ayer fue presentado a la Justicia como prueba. Susana, la enfermera, fue detenida e imputada por “lesiones graves”, aunque los parientes de la mujer (88 años) le solicitaron al juez de la causa, Mariano Porto, del Departamento Judicial de San Martín, que dicte la prisión preventiva a la acusada ya que temen que salga de la Argentina y se escape a su país natal.
Gustavo Russo, el hijo de Berardi, describió ayer la situación a la que su madre estuvo sometida, aparentemente, durante mucho tiempo. Calificó el hecho como un “horror” y señaló que Susana había sido contratada hace dos años para el cuidado de su madre e integrada “como si fuera de la familia”.
Meses atrás y al notar cambios en la conducta de su madre, el hombre comenzó a sospechar que algo raro estaba pasando, mientras que la preocupación se incrementó cuando, al finalizar una jornada laboral, la encontró ensangrentada: ante la pregunta, su cuidadora explicó que -en medio de convulsiones- se había lastimado el labio al morderse.
Dudas
No conforme con la explicación, Russo verificó las imágenes de las cámaras de seguridad y pudo comprobar espantado que su madre era golpeada y sacudida por la enfermera en forma reiterada y con mucha violencia. Además, solía colocarle un trapo en la boca.
El hombre aseguró que su madre tuvo una notable desmejoría en los últimos meses, en los que perdió movilidad y su estado neurológico fue decayendo mes a mes.
A partir de la denuncia y desde que ya no es cuidada por Susana, Russo aseguró que su madre “está más tranquila”. El hombre contó que la anciana le confesó que la enfermera la amenazaba con matarla.
La familia de la anciana presentó suficientes pruebas a la Justicia, mientras espera el resultado de estudios para comprobar el daño que recibió su madre en los últimos tiempos. “Con las imágenes basta, cualquiera que tenga una madre y corazón la tiene que juzgar. Le dimos todo a la Justicia, pero el daño a mi mamá no se lo saca nadie..., estuvimos pagándole dos años a una mujer para que la cuidara y vemos cómo la castiga”, sostuvo.