PUBLICIDAD

¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

Su sesión ha expirado

Iniciar sesión
13°
13 de Diciembre,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Un gol para el Guiness que tiene antecedentes en Argentina

Jueves, 16 de febrero de 2012 17:05
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Por estas horas todos hablan del gol que el mediocampista japonés Ryujiro Ueda le convirtió al Yokohama jugando para el Fagiano Okayama en el fútbol oriental. Y dicha destreza futbolística admirable hace recordar el golazo de Martín Palermo de cabeza desde mitad de cancha ante Vélez Sarsfield. Sorprendidos por su cabezazo de más de 35 metros, que selló la victoria de Boca (3-2) en La Bombonera, la imagen televisiva le dio mayor espectacularidad, sin duda.

Pero hubo otro gol de cabeza, desde una distancia mucho mayor, y aconteció en La Plata, sin la suficiente difusión mediática y un record sin precedentes que pocos recuerdan. Seguramente, los memoriosos se acordarán de aquel gol histórico que convirtió el Gato Rubén Pagnanini el 21 de febrero de 1970, en el estadio de 60 y 118, en el marco de la Copa Genaro Rucci, en un clásico platense entre Estudiantes y Gimnasia.

Fue de noche, y los albirrojos se impusieron por 3 a 1. Juan Ramón Verón (2) y Pagnanini, que cerró la cuenta, marcaron para los dirigidos por Osvaldo Zubeldía en aquel partido. Mientras que el tucumano José Meija anotó para los conducidos por José Varacka.

En Gimnasia atajaba un arquero bahiense, que había llegado a prueba, Juan Carlos Hutchinson. Había reemplazado al legendario Hugo Orlando Gatti, quien en el choque de ida había recibido un golpe de Carlos Bilardo que le había provocado una rotura del tabique nasal.

El propio Gato Pagnanini, desde su San Nicolás natal, supo recordar aquel gol inolvidable desde más de 60 metros y de cabeza: "Hutchinson hizo un saque de meta luego de que un balón se había ido afuera. La pelota fue hacia el costado izquierdo del ataque de Gimnasia, justo en el lugar donde estaba una cabina de transmisión. Sería a uno o dos metros de la mitad del campo, en terreno de Gimnasia. Me anticipé al wing, que era (Jorge) Castiglia y solo rechacé la pelota con la cabeza. Esta fue hacia el arco, el pasto estaba algo húmedo por el rocío de la noche, picó y se le metió a Hutchinson debajo de su cuerpo", relató emocionado el Gato Pagnanini.

Para Hutchinson, luego de un destacado bochófilo, fue debut y despedida. Para Pagnanini quedó el recuerdo de un gol espectacular (más de 40 metros), aunque ayer insistía que, a diferencia de Palermo, el se había limitado a rechazar un balón sin intención de anotar el que sería el tercer tanto albirrojo en ese clásico de verano. Y lo reconoció con la humildad de los grandes. 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD