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13 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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La ejecución de Pablo Tolaba en la circunvalación Oeste tuvo un plan criminal

Si bien el autor material fue uno solo, el resto actuó en función al hecho delictivo.Para acreditar la coautoría se utilizó la misma doctrina que en el caso Báez Sosa.
Domingo, 28 de abril de 2024 02:10
Galarza, Chejolán y Bubroski, los condenados, de izquierda a derecha. Javier Rueda

Con la certeza de que el fallecido Nicolás "Nicotina" Ramos fue quien asesinó al vendedor de éxtasis Pablo Tolaba y su compañera, Romina Zerda, el 10 de octubre de 2021, los representantes del Ministerio Público Fiscal en el juicio por el doble crimen de la circunvalación Oeste debían demostrar la coautoría de quienes llegaron imputados: Kalil Chejolán (34), Julián Bubroski (23) y Ricardo Galarza (44). Los jueces de la Sala V del Tribunal de Juicio condenaron a prisión perpetua a los dos primeros y le impusieron 10 años al tercero, por ser partícipe secundario.

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Con la certeza de que el fallecido Nicolás "Nicotina" Ramos fue quien asesinó al vendedor de éxtasis Pablo Tolaba y su compañera, Romina Zerda, el 10 de octubre de 2021, los representantes del Ministerio Público Fiscal en el juicio por el doble crimen de la circunvalación Oeste debían demostrar la coautoría de quienes llegaron imputados: Kalil Chejolán (34), Julián Bubroski (23) y Ricardo Galarza (44). Los jueces de la Sala V del Tribunal de Juicio condenaron a prisión perpetua a los dos primeros y le impusieron 10 años al tercero, por ser partícipe secundario.

Los condenados a la máxima pena son responsables de los delitos de "homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas, por ser cometido criminis causa, por alevosía y agravado por el uso de arma de fuego (dos hechos)". Durante las audiencias quedó descartado que Galarza haya sido coautor de los homicidios.

"Lo que nosotros planteamos jurídicamente, no recuerdo bien si se planteó en Salta. Se trata de una doctrina que habla del dominio funcional del hecho, que es por ejemplo la que se le aplicó a los rugbiers en el caso de Fernando Báez Sosa o en el crimen de Gonzalo Acro, cometido por Alan Schlenker, quien resultó condenado sin siquiera estar en el lugar del hecho", apuntó el fiscal Ramos Ossorio en diálogo con El Tribuno. Osorio integró la unidad fiscal junto a Leandro Flores y Santiago López Soto.

Según el investigador, la coautoría de los dos condenados a perpetua quedó acreditada en el accionar que realizaron antes, durante y después del doble asesinato de Tolaba y Zerda. "Ellos organizaron un plan criminal donde quien ejecutaba el disparo era Nicolás Ramos, porque era al que más confianza le tenía Pablo Tolaba. Para subir a alguien en su auto, sabiendo que tenía pastillas y estaba junto a su esposa, debía ser alguien de confianza. Cuando él venía -por Tolaba- no subía a nadie a su auto, salvo a Ramos", explicó Ossorio.

Las pesquisas efectuadas en torno a la resonante causa demostraron que había un macabro plan para terminar con la vida de Tolaba, un hombre que en solo dos años tuvo un ascenso social sorprendente, "se movía en estratos sociales altos", y era a quien debían eliminar, sacar del mercado y las fiestas electrónicas.

Pacto criminal

"Durante la etapa previa y la concomitante al momento de cometer el hecho Bubroski y Chejolán estuvieron de acuerdo e intervinieron activamente en la comisión del delito", sostuvo el fiscal penal y agregó: "Quedó probado que Bubroski llevó un bidón de gasoil en el auto en el que andaba, un VW Gol, es con lo que rociaron los cuerpos con la intención de prenderles fuego".

Como era Ramos el que debía subirse a la camioneta Fiat Strada de Tolaba, "él no podía ser quien llevara al bidón, pero sobre todo quedó probado porque en el peritaje que realizaron en el vehículo se determinó que era a nafta y Bubroski no tenía por qué llevar un bidón de gasoil, el mismo producto con el que estaban rociados los cuerpos y la camioneta", sostuvo Ossorio.

Según los fiscales, la intención era incluso no dejar rastros en la escena del crimen, con lo cual iban a quemar el vehículo con los cuerpos adentro, pero no salió como esperaban dado que cuando salieron de la fiesta electrónica en La Jungla, en Rosario de Lerma, y pasaron por el mismo lugar en la circunvalación Oeste, entre el acceso a San Luis y barrio Miracolos, había un móvil policial.

El intento de hacer creer que se había tratado de un siniestro vial sí funcionó, al menos en las horas iniciales, sin embargo tras la autopsia de los cadáveres se determinó que Tolaba tenía un tiro en la cabeza y su pareja dos.

El mensaje que guió los pasos del doble asesinato

Tras el doble crimen, en octubre del 2021, Nicolás Ramos, autor material de los asesinatos, apareció sin vida el 1 de noviembre en General Güemes. La noche del doble homicidio Ramos se subió a la camioneta de Tolaba, quien iba con su pareja, y luego de un recorrido los ejecutó de atrás.

"Cuando Ramos los mata, tanto Kalil como Julián Bubroski permanecen a un minuto del lugar de la ejecución. Inmediatamente van, tiran gasoil y tierra al vehículo para simular un accidente vial, lo sacan a Nicolás Ramos del lugar, este se baña y cambia y a las 1.30 se van a la fiesta electrónica en La Jungla, en Rosario, donde los testimonios en el debate acreditaron que ellos tenían en su poder un número importante de las mismas pastillas que Pablo Tolaba vendía", expresó el fiscal Ramiro Ramos Ossorio.

   El mercado, donde trabajaba Chejolán. Archivo

En una de las audiencias de debate que se llevó a cabo en el Salón de Grandes Juicios, bajo la responsabilidad de los jueces Marcelo Rubio (presidente), Mónica Faber y Gabriela Romero Nayar (vocales), uno de los amigos de Tolaba contó que él le había comprado una pastilla a la cinco de la tarde y por la noche, en la fiesta, Nicolás Ramos le quiso regalar la misma pastilla, cuestión que el testigo señaló "me llamó la atención, porque no eran baratas".

El fiscal penal contó que el brutal doble homicidio comenzó a desandarse con un llamado cuatro días antes del hecho de sangre. "Se descubre que días antes del homicidio Kalil le manda un mensaje a Tolaba través de un chip que fue utilizado únicamente para eso, lo hace por uno de los grupos de Telegram, donde le dice que quería comprar pastillas y si se animaba a ir por el lado de San Lorenzo".

El chip se activó primero en el mercado, donde trabajaba Chejolán, y cuando vuelve a activarse, en plena investigación, "se supo que el 6 de octubre habían enviado el mensaje, a través de un listado de contactos, figuraban Nicolás y Melina Chejolán, hermanos de Kalil. Cuando se le preguntó al hermano este dijo que Kalil le había pedido que enviara ese mensaje".

En los próximos días se darán a conocer los fundamentos del fallo esgrimidos por la Sala V del Tribunal de Juicio. Se prevé que los defensores de los dos condenados a perpetua utilicen el recurso de Casación.

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