En medio de la incertidumbre por la presión inflacionaria, en Salta los panaderos decidirán entre esta y la próxima semana los nuevos aumentos del pan en función de la evolución de la situación económica y la esperada estabilización del dólar. Así lo señaló ayer el presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, Daniel Romano, quien expresó a través de Radio Salta su preocupación por la difícil situación que enfrenta el sector para mantener los precios en las góndolas y sostener las ventas en medio de la creciente inflación y la caída del consumo.
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En medio de la incertidumbre por la presión inflacionaria, en Salta los panaderos decidirán entre esta y la próxima semana los nuevos aumentos del pan en función de la evolución de la situación económica y la esperada estabilización del dólar. Así lo señaló ayer el presidente de la Cámara de Panaderos de Salta, Daniel Romano, quien expresó a través de Radio Salta su preocupación por la difícil situación que enfrenta el sector para mantener los precios en las góndolas y sostener las ventas en medio de la creciente inflación y la caída del consumo.
Romano recordó que la última vez que se aumentó el precio del pan en Salta fue el 5 de junio pasado, y comentó que en ese momento pronosticó que si seguían subiendo los costos de los insumos y materias primas habría uno o dos aumentos mensuales.
El titular de la Cámara de Panaderos hizo hincapié en los altos aumentos en los precios de insumos clave, como el azúcar, los huevos, la margarina y las grasas. Estos aumentos ejercieron una fuerte presión sobre los panaderos, quienes tuvieron que enfrentar hasta tres o cuatro subas por mes en algunos productos. Por ejemplo, "el azúcar aumentó un 246% en un año, los huevos en los últimos tres meses casi un 87%, las margarinas y grasas, de tres a cuatro subas por mes, cada una del 6 ó 7%", repasó.
Dijo que la situación de las panaderías se complicó aún más en el último tiempo debido a una caída significativa en las ventas. "Por ahora intentamos que la gente siga viniendo a la panadería y pueda comprar, porque ya muchos productos se han hecho casi inaccesibles. Estamos hablando de las masitas a 4 mil, 5 mil pesos el kilo; la docena de factura a 1.200, 1.500 o 1.800 pesos en algunos lugares", detalló.
Para los panaderos, la economía está afectada por la falta de confianza, lo que llevó al recorte de créditos y a reducir las posibilidades de inversión en el sector que se resiente cada vez más. Romano señaló que la panadería se convirtió en un escenario donde los precios se ven influenciados por la volatilidad del dólar, ya que la mayoría de las materias primas están vinculadas a esta moneda. Esto crea un ambiente inestable que dificulta la planificación y la fijación de precios.
El representante panadero también destacó que la modalidad de consumo de los clientes fue cambiando drásticamente debido a la crisis económica. Los clientes redujeron la cantidad de pan y otros productos a la hora de comprar, lo que -según advirtió- agravó el panorama en las panaderías. "Si tengo que dar una estimación a ojo de alguien que tiene muchos años en la panadería podría decir que el consumo cayó no menos del 20% y sigue cayendo que es lo que más nos asusta", manifestó el comerciante.
En cuanto a las panaderías clandestinas, Romano expresó que es un problema que persiste desde hace mucho tiempo y que afecta tanto a Salta como a todo el país. Señaló que muchos comerciantes recurren al mercado informal debido a la abrumadora cantidad de impuestos y deudas que deben enfrentar al abrir un negocio y operar de manera legal.