Resignación. Como una enfermedad que no tiene cura, la quinta suba consecutiva en los precios de los combustibles que se aplicó en lo que va del año no causó demasiada sorpresa entre quienes fueron ayer a una estación de servicio de YPF y se encontraron con nuevos valores. Esta vez, el incremento fue de un 4% en promedio y el acumulado desde que arrancó el año ronda el 26% en la provincia.
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Resignación. Como una enfermedad que no tiene cura, la quinta suba consecutiva en los precios de los combustibles que se aplicó en lo que va del año no causó demasiada sorpresa entre quienes fueron ayer a una estación de servicio de YPF y se encontraron con nuevos valores. Esta vez, el incremento fue de un 4% en promedio y el acumulado desde que arrancó el año ronda el 26% en la provincia.
Se viene implementando un aumento por mes en los surtidores y a pesar del golpe al bolsillo que eso representa (no solo para llenar el tanque, sino lo que repercute en otros sectores por el aumento del costo del transporte), el consumo de combustible viene creciendo en Salta.
De acuerdo a los últimos registros de la Secretaría de Energía de la Nación que pudo consultar El Tribuno, en la capital salteña y localidades adyacentes las estaciones de servicios reportaron el mes pasado un incremento del 5,5% en sus despachos de nafta súper y premium con respecto a abril de 2022.
Esa tendencia se mantiene desde que arrancó el año y también la registran el resto de las provincias del país. En marzo pasado, de acuerdo a los datos oficiales, el consumo de combustibles trepó un 6% interanual en el promedio de todos los distritos.
Con el último aumento, la nafta súper de YPF quedó a $218,1 el litro; son $52,6 más de lo que salía el 1 enero. La nafta infinia cuesta ahora $266, que es $61,2 por encima del primer día del año; el diésel pasó a $233,6, subió $51,5; y el diésel premium llegó a $308,4, que significa un aumento de $57,2.
Explicación
El nuevo incremento en los precios de los combustibles había sido acordado por las secretarías nacionales de Energía y de Comercio y las petroleras durante abril, bajo el programa denominado "Precios Justos" (que a esta altura parece una ironía). Ese acuerdo estableció una pauta del 4% mensual en los precios de la nafta y el gasoil desde el 15 de abril hasta el 15 de agosto y fue firmado por las principales empresas de la actividad.
Así, entre enero y agosto de este año los combustibles registrarán un incremento del 36% en promedio, muy por debajo de la inflación que se proyecta para el mismo período. Además, en el primer cuatrimestre de 2023, los combustibles aumentaron 18% a nivel general (en Salta, como se dijo, fue del 26%).
Es de esperar que el resto de las petroleras que operan en el mercado local, entre ellas Axion y Shell, también determinen un incremento en los valores de sus combustibles.
Desde las estaciones de servicio ya advirtieron que los aumentos pautados quedan cortos frente a la inflación general de precios que viene en escalada. Por ello, en la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de Argentina (Cecha) dijeron que el sector está "en jaque".