José Andrada es un niño de 13 años, oriundo de Embarcación, que además de su ya comprobado amor por la Selección y el fútbol también disfruta de andar en bicicleta, pescar, estar con sus amigos y es amante de los "fierros".
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José Andrada es un niño de 13 años, oriundo de Embarcación, que además de su ya comprobado amor por la Selección y el fútbol también disfruta de andar en bicicleta, pescar, estar con sus amigos y es amante de los "fierros".
Vivió el sueño de muchos argentinos: tener en frente a los campeones del mundo y dedicarles unas palabras que les llegaron al corazón, a tal punto que muchos derramaron algunas lágrimas. Estuvo presente en la Noche de las Estrellas que realizó la Conmebol, donde los jugadores que obtuvieron el título mundial en Qatar fueron homenajeados. Él se subió y sorprendió a todo el mundo por su soltura. Un chico respetuoso y amoroso, como lo describen sus papás, es reconocido ahora en todo el continente y hasta en Europa por un video que se viralizó durante el Mundial.
Todo empezó el 3 de diciembre del año pasado, después de que Argentina derrotara a Australia y se clasificara a cuartos de final del Mundial. José salió a festejar la victoria por las calles de Embarcación con su primo y sus amigos. En ese momento un periodista del pueblo se acercó y le preguntó por sus sensaciones. Él no pudo evitar llorar de la emoción y mostrar todo el amor por la Selección. Ese video llegó a todas partes y hasta los jugadores de la scaloneta pudieron verlo. El propio Dibu Martínez le mandó un saludo.
Desde ese momento la vida de José cambió. Se hizo conocido en todo el país, más en su provincia, y lo recibieron como un héroe en su pueblo.
Vive con sus padres y su abuelo paterno. Tiene una hermana que ya no vive allí y numerosos amigos con los que comparte aventuras todos los días. "Me gusta jugar con mis amigos a la pelota y charlar con ellos acá en la cuadra", contó José.
Su amor por la pelota lo heredó de su abuelo Antonio, con el que se pasa las tardes viendo partidos de cualquier equipo y época.
Además del fútbol tiene otras pasiones, cómo las bicicletas, la pesca el folclore y los fierros. "Se crió metido en el taller que tenemos con su abuelo. Si él se dedica a esto sería la cuarta generación. Le encantan los fierros y es muy preguntón, la duda que tenga se la saca rápido, desde muy chico pregunta cosas que no son comunes para su edad, entonces aprende rápido", expresó su papá, que se llama igual que él.
Está cursando el primer año del secundario en el colegio Juan Carlos Dávalos, donde lo recibieron como un héroe después de su participación estelar en la Noche de las Estrellas.
Sus padres destacan su comportamiento, ya que cumple con sus estudios y siempre se maneja con los valores que adquirió de su familia, aunque, según su mamá, es muy ocurrente.
"Él no puede estar quieto; lo dejás sentado y ya quiere hacer algo, eso lo caracteriza", señaló Marta González, su madre.
Eso explica la cantidad de actividades que siempre realizó. A los 4 años empezó con folclore, el cual tuvo que dejar por la pandemia. Luego comenzó a jugar al fútbol en un club llamado Central Norte y pasó a River de Embarcación, donde juega actualmente. Una vez que conoció las bicis y la pesca, nunca las dejó.
"Le dije que no vaya más a folclore porque ya era mucho lo que hacía", destacó su papá. Aunque las personas que lo rodean ya conocen de sus capacidades, no termina de sorprenderlos nunca. Su mamá explicó que no le dijeron nada sobre el evento hasta llegar a la Conmebol, porque temían que se pusiera nervioso, pero él, lejos de eso, dejó boquiabiertos a propios y extraños con sus palabras puras y sinceras, que partieron de su corazón, el corazón de un niño lleno de sueños.
'"Mi sueño es jugar al fútbol en las infantiles de algún equipo, mejor si es Boca, y también conocer al Dibu, poder estrecharle la mano, y cuando sea grande quiero ser ingeniero mecánico", dijo José.
Esta es la historia de José Andrada, el chico que emocionó a los jugadores de la Selección. De Embarcación para el mundo.