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Un tiempo nuevo, la Sinfónica deslumbra

La Orquesta Sinfónica de Salta inauguró oficialmente la temporada 2023 en el Teatro Provincial. Flavio Gerez, pianista, reseña la presentación.
Domingo, 19 de marzo de 2023 15:44

Por Flavio Gerez, músico y Dr. en Física

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Por Flavio Gerez, músico y Dr. en Física

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La Orquesta Sinfónica de Salta deslumbró el jueves en el Teatro Provincial, abriendo la temporada bajo la dirección del maestro Gonzalo Hidalgo. Obras de Dvorák, Gershwin y Tchaikovsky palpitaron muy vivas en un concierto que se extendió más allá de la medianoche.

La Sinfonía Nº 9, Op.95 en mi menor, también llamada "Sinfonía desde el Nuevo Mundo", es una obra de la música clásica que, desde su estreno en Nueva York en diciembre de 1893, ha dejado una huella imperecedera en la historia de la música. Su compositor, el checo Antonin Dvorák (1841-1904), es uno de los más importantes de la música clásica europea, con una clara influencia popular y folclórica. La sinfonía está compuesta por cuatro movimientos, cada uno de los cuales representa un aspecto diferente de la experiencia del músico en Estados Unidos. La obra es tan famosa por su rica orquestación y por sus melodías memorables, que reflejan la influencia de la música folclórica estadounidense y de la música popular afroamericana, por la que Dvorák había mostrado una gran admiración. Esta sinfonía es quizá un ejemplo milagroso de cómo la música puede ser multirracial.

Cuando le preguntaron a Dvorák sobre esta sinfonía, dijo lo siguiente: "En realidad no he utilizado ninguna de las melodías de los nativos americanos. Simplemente he escrito temas originales que incorporan las peculiaridades de la música indígena y usando estos temas como sujetos, los he desarrollado con todos los recursos del ritmo, el contrapunto y el color orquestal modernos". Desde luego, la maestría con la que jugó con estos sujetos ha otorgado a esta sinfonía la calidad de verdadera obra de arte.

Esta magistral mezcla de melodías de Dvorák desde la idea estadounidense por excelencia de grandes espacios y naturaleza y, a la vez, ese sentimiento nostálgico del compositor sintiéndose solo en Estados Unidos, anhelando volver a sus raíces europeas, fueron captados, interpretados y transmitidos con éxito al público por la Orquesta Sinfónica de Salta, en su concierto del pasado jueves de la mano de su flamante director titular, Gonzalo Hidalgo, quien exhibió una precisión quirúrgica en su gesto, siempre al servicio de la música y que obtuvieron un resultado sobresaliente. Mención especial al sonido homogéneo y cálido del grupo de flautas (Marina Tiburcio y Cecilia Borzone), al suntuoso sonido de los cornos, liderados por Elenko Tabakov, y a la maravillosa interpretación del corno inglés de Paula Daffra que, en el segundo movimiento de la sinfonía, nos transportó a esa inmensidad serena y nostálgica de las llanuras americanas.

George Gershwin (1898-1937) es considerado uno de los compositores más influyentes de la música americana del siglo XX. Si bien desde muy joven mostró grande dotes musicales, nunca recibió una educación formal. Aprendió a tocar el piano de manera autodidacta. A partir de los sucesivos éxitos cosechados en Broadway se convirtió en el compositor de moda.

Su "Rapsodia en Blue" (nunca debe traducirse como "azul", ya que se refiere al género musical y no al color), estrenada en febrero de 1924, es la composición que consiguió, por primera vez en la historia, llevar la música de jazz a un auditorio. De hecho, su objetivo era precisamente ese, ya que se trató de un encargo que le hicieron a Gershwin para demostrar que el jazz podía tener tanta calidad como la música clásica. Gershwin supo integrar de forma magistral los elementos del jazz en un formato clásico, de manera que se pueden escuchar efectos sonoros en el clarinete o en la trompeta, propios del jazz: como por ejemplo sordinas o glissandos. La versión inicial fue para piano y banda de jazz. Luego se orquestó para gran orquesta sinfónica. La versión de Guillo Espel que escogió la Orquesta Sinfónica de Salta, un arreglo hecho para orquesta reducida, pretendía explorar otros sentidos, lo que sería imposible con una gran orquesta. No podríamos afirmar que la Rapsodia en Blue sea una obra poética, pero Fernanda Morello, una verdadera poetisa del piano, supo imprimirle esa entidad y el arreglo escogido resultó muy adecuado. Los grupos instrumentales fueron sencillamente excepcionales, con mención especial para el oboe de Alejandra Barreto que en el piu mosso del compás 228 supo cantar junto al piano con una calidad y maestría casi camerística.

Fernanda Morello nos siguió hipnotizando con su poética pianística, regalándonos como bis la "Gnossienne Nº 1", de Erik Satie, regalo que el público agradeció con calurosos aplausos.

"La Obertura 1812 Op. 49 en Mi bemol mayor", de Piotr Ilich Tchaikovsky es una obra musical compuesta en 1880 para celebrar la victoria del ejército ruso en la Batalla de Borodinó en 1812. La pieza orquestal fue concebida para una orquesta sinfónica completa, campanas y cañones. La obra comienza con una introducción tranquila y solemne que presenta un tema religioso y de paz, que rápidamente es interrumpido por el estruendo de los cañones que representan la guerra. A medida que la música continúa, la tensión aumenta y la orquesta toca una marcha militar que simboliza el avance del ejército francés con el conocido motivo de La Marsellesa. Tchaikovsky utiliza diversos elementos temáticos de calma y agitación alternados con gusto y diversas familias de instrumentos para conseguir un efecto dramático. A pesar de las reticencias del propio compositor hacia esta obra, la Obertura 1812 es una de sus piezas más populares y conocidas.

La Orquesta Sinfónica de Salta decidió sacar toda su artillería de talento para dar la bienvenida a su nuevo director titular, quien en Tchaikovsky tiene a un aliado. Todavía resuena en mi mente su extraordinaria lectura de la Obertura-Fantasía de Romeo y Julieta, en el concurso en el que se proclamó ganador de la plaza, una versión que tiene poco que envidiar a los grandes maestros de la actualidad. Espero verlo haciendo mucha música de Tchaikovsky, especialmente la creada para ballet, por ejemplo "El Lago de los Cisnes" junto a nuestro increíble Ballet de la Provincia. El éxito está asegurado porque el maestro Hidalgo entiende, como muy pocos, la dinámica sonora del universo de Tchaikovsky con todo lo que ello implica.

El regalo de despedida, a modo de bis, fue una electrizante lectura de la Bacanal de "Sanson y Dalila", de Saint-Saens, que hizo estallar a un público emocionado y devoto que la Orquesta ha recuperado, luego de los años oscuros de la pandemia y las restricciones.

El éxito del concierto demuestra la resiliencia y capacidad de la Orquesta Sinfónica de Salta para superar desafíos y situaciones adversas, lo que para muchos de nosotros debe ser fuente de inspiración.

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