¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

13°
19 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

La crisis económica empuja a más gente a terminar como vendedores ambulantes

Cada vez se ve a más personas que salen a vender lo que pueden y engrosan la denominada economía popular. Muchos de ellos aseguran que quieren una oportunidad para volver al mercado formal de trabajo.
Miércoles, 01 de marzo de 2023 00:00

Cada vez hay más vendedores ambulantes en la ciudad de Salta. La extensa crisis económica que atraviesa el país lleva a los trabajadores menos calificados a vender o a hacer lo que sea para conseguir dinero.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Cada vez hay más vendedores ambulantes en la ciudad de Salta. La extensa crisis económica que atraviesa el país lleva a los trabajadores menos calificados a vender o a hacer lo que sea para conseguir dinero.

Los vendedores ambulantes son parte de una categoría de trabajadores sumamente visibles e importante que siempre han existido. Desde los sectores que reclaman derechos para la denominada "economía popular" observan que los vendedores ambulantes aumentan, viven en la incertidumbre y trabajan en condiciones deficientes, con escaso acceso a la infraestructura y a la cobertura social.

Por otro lado, la venta ambulante es muy difícil de reglamentar debido a la movilidad. Ya que los vendedores ambulantes se desplazan, según los acontecimientos que se producen en la ciudad, el clima, la ubicación de los clientes, la hora, el día.

Son lustrabotas, pileteros, fruteros, pescaderos, cocineros de merenderos, cartoneros. La economía popular -que integran personas que se "inventan su trabajo" y están por fuera del mercado formal- es un universo muy amplio, que recién en julio de 2020 empezó a dibujar sus bordes mediante la puesta en marcha de un registro del Gobierno nacional. Si bien se estima que es solo la punta del iceberg, el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (Renatep) ya tiene 3,5 millones de inscripciones y su última actualización arroja el siguiente resultado: en 10 provincias del país, lamentablemente, ya hay más trabajadores y trabajadoras de la economía popular que asalariados privados registrados.

Santiago del Estero, Chaco -donde la diferencia se acerca a las 200.000 personas-, Salta, Formosa, Jujuy, Misiones, Tucumán, Catamarca, Corrientes y La Rioja son las provincias que tienen un mayor volumen de inscriptos en el Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular (Renatep) que asalariados privados en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

Este universo tiene cierta dinámica propia y muchas veces no es tan lineal la realidad. Cuando la economía se recupera luego de una crisis, cuando crece el PBI, esos mismos trabajadores de la economía popular mejoran sus ingresos, pero no es que dejan sus oficios para insertarse en el mercado formal de manera automática. Para el vendedor ambulante es mucho más difícil volver a la regularización de su situación.

La historia

Así lo explica Ariel, que es un trabajador gastronómico que vende sus productos en el centro. En un changuito de supermercado tiene baldes con mazamorra, ensalada de frutas, jugo de linaza, anchi y arroz con leche a 250 pesos. Y a la limonada fresca la vende a 150 pesos. En tiempos de calor el carro de Ariel se torna concurrido, pero no todo es tan bueno.

Entre España y 25 de Mayo hay repasadores, quesos, dulces, ropa interior y todo tipo de oferta que están en alerta para movilizarse en cualquier momento. Todos manejan montos de dinero mínimos.

En el caso de Ariel, no tiene un promedio de cuánto vende. "Yo lo que saco es para comer en el día a día. Mi esposa es la que trabaja y con eso pagamos el resto de las servicios para poder vivir", dijo.

Ariel es de Buenos Aires y se vino a estas tierras por una salteña que se llama Marta. Ellos tienen a Noemí, que tiene 5 años. Ambos trabajaban en la gastronomía, luego quedaron sin trabajo y Marta que, por ser salteña, tiene un mecanismo de adaptación más grande, pensó en el carro de venta de los productos que ella elaboraba. La mazamorra y el arroz con leche son muy buscados; todo es muy rico.

El hombre quiere tener un trabajo de dependencia en total regularidad laboral. "Yo qué más quisiera que tener un trabajo registrado, volver a tener un salario, por los aportes, por la seguridad social, la estabilidad. Yo no quiero estar más en la calle. Yo soy gastronómico y anhelo un trabajo formal", concluyó.

En los semáforos

Los chicos que venden frutas en los semáforos de Salta son un fenómeno nuevo que se lanzó antes de la pandemia. Al día de hoy venden a $200 una bolsa con 10 bananas o 10 limones. Esos montos no se han modificado desde diciembre último, por lo que venden a dos manos. Los automovilistas ya los conocen y los pasajeros de los colectivos también. Ahora bien, generalmente esos chicos no venden para ellos sino que tienen a un jefe que se encarga de ir a conseguir las frutas, las lleva a cada puesto y le deja una determinada cantidad. Su trabajo es vender todo en un día y les pagan $2.300.

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD

Temas de la nota

PUBLICIDAD