Debido a las fuertes lluvias de los últimos días en la zona, el río Bermejo creció y logró arrastrar el terraplén del puente Bailey. El coordinador de Defensa Civil Municipal, Daniel Guzmán, informó que ya pasó una semana desde que el río empujó el puente que se utilizaba para el paso.
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Debido a las fuertes lluvias de los últimos días en la zona, el río Bermejo creció y logró arrastrar el terraplén del puente Bailey. El coordinador de Defensa Civil Municipal, Daniel Guzmán, informó que ya pasó una semana desde que el río empujó el puente que se utilizaba para el paso.
Mencionó que el "puente viejo" no se usaba debido a fallas estructurales ocasionadas por el impacto climatológico, inclusive que la Policía Vial de la Provincia suspendió el paso de la zona, sin embargo la gente lo sigue utilizando cómo paso peatonal, bajo su propio riesgo.
Asimismo, manifestó qué "hay problemas de evacuación, y en casos muy graves van a recurrir al llamado de defensa civil, 911 o Samec, para solicitar un transporte aéreo, sin embargo no es recomendable por las lluvias ya que no es muy factible".
Finalizando, Guzmán comentó que la gente que quiera ingresar hacia Los Toldos debe contar con un permiso que diga que están por ingresar a Tarija, debido a que solo permiten pasar hacia dicha localidad.
Cabe recordar que este cruce provisorio fue colocado en abril de 2016 con el objetivo de dar una solución a un problema que tienen los habitantes desde el 2012, cuando el puente internacional a La Mamora quedó afectado a raíz de las fuertes crecientes del río Bermejo.
El puente Bailey permite hace siete años el paso de un vehículo por vez sobre el inicio del río Bermejo para conectar a la localidad salteña de Los Toldos con La Mamora, Bolivia. La tarea fue realizada, oportunamente, por Vialidad Nacional, Vialidad Provincial y la Municipalidad, ya que el puente Internacional de esa localidad había sufrido un deterioro gradual en los últimos años.
Vialidad Nacional hizo estudios y determinó que el antiguo puente tenía un problema de inestabilidad geológica, según los profesionales del tema, lo que había deteriorado la plataforma y hacía inviable su salvataje porque sufre mucha presión de las capas geológicas.
Los vecinos indicaron la importancia de seguir gestionando una vía de comunicación permanente. "Tenemos conocimiento que Vialidad Nacional estudia junto a la Universidad de Córdoba la construcción de otro puente", dijo.
El puente internacional funcionó hasta marzo del 2016 y con la colocación del puente Bailey garantizaron el tránsito pesado hasta 20 toneladas, mientras que el puente internacional quedó habilitado como paso peatonal.
Los vecinos reclaman desde hace décadas la falta de una ruta para entrar y salir del pueblo por territorio argentino. Al pueblo de Los Toldos se llega por la ruta nacional 50, atravesando Aguas Blancas. Desde allí, previa realización de trámites aduaneros y migratorios en la frontera, se deben recorrer 100 kilómetros por suelo boliviano, un camino de cornisa totalmente pavimentado que bordea el río Bermejo.
Los habitantes de Los Toldos plantearon en la oportunidad la problemática de conectividad que tenían con el puente viejo. El puente se emplazó como consecuencia de que el viejo presentaba riesgo de colapso por las fallas estructurales y desplazamientos en las bases. Por lo tanto, hasta que se construya una nueva conexión, funcionará con el fin de garantizar la transitabilidad segura.
Con chalanas
En otro orden, tras algunas jornadas de suspensión de actividades para el transporte fluvial, se reactivó el servicio fronterizo pero durante las primeras horas se cobró hasta 400 pesos argentinos por persona.
Luis Chosgo, representante de la Cooperativa Eduardo Abaroa, manifestó que tuvieron que realizar trabajos de rehabilitación del atracadero y habilitar otras embarcaciones, además de asumir costos adicionales de combustible.
"Se está cobrando 200 pesos argentinos, mientras las condiciones del río lo permitan estaremos realizando el servicio", expresó a Fides.
Tras la habilitación del paso fronterizo se incrementó el flujo comercial que depende en gran medida de este transporte, porque el puente se usa poco.