En la esquina de las calles Avellaneda y Mitre los vecinos están hartos del ineficiente servicio de la empresa Aguas del Norte.
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En la esquina de las calles Avellaneda y Mitre los vecinos están hartos del ineficiente servicio de la empresa Aguas del Norte.
Aseguraron que los líquidos cloacales, al igual que las aguas servidas, no cesan desde hace al menos ya cuatro años. Como consecuencia, ya hubo varias personas, sobre todo abuelos, que se cayeron y sufrieron quebraduras.
Indignados, convocaron a El Tribuno para visibilizar la problemática de la zona y además manifestaron que los únicos arreglos solo consisten en sujetar los caños, donde están las pérdidas, con una goma.
"Ya estamos cansados de las pérdidas de varias calles que componen la Avellaneda y la esquina Mitre. Hemos convocado a este medio porque queremos denunciar el pésimo servicio por parte de Aguas del Norte", manifestó a El Tribuno Enrique Santillán, vocero de los vecinos.
Contó que "el problema comenzó cuando en la última gestión de doña Rómula Montero, Obras Públicas realizó mal las obras ya que pusieron caños muy delgados. La verdad que nos gustaría saber quién fue el arquitecto de ese momento porque hizo todo mal".
"Por esta causa, el problema con Aguas del Norte es que hay varios vecinos que nos rebalsa el agua de los inodoros, sumado a eso, desde hace más de cuatro años, tenemos las aguas servidas a lo largo de tres o cuatro cuadras, hasta hay algas y transitar caminando o en motocicleta es un peligro mortal".
"Sinceramente estamos cansados de vivir así, en mi caso la tengo a mi hermana con un problema de cervical a raíz de un golpe que sufrió justamente por el musgo que se formó en la cuadra, pero pasa el tiempo y nadie nos da una solución de nada", aseguró bastante molesto.
Asimismo, el vocero recordó que cada vez que llueve las inundaciones están a la orden del día.
"Lo primero que sucede cuando hay alguna tormenta o una lluvia medianamente fuerte, directamente, terminamos todos inundados y no hay por donde pasar para llegar a nuestras casas. Y si es las casas, con los baños, es peor".
Hartos de los olores
Otra de las consecuencias de las líquidos cloacales y de las aguas servidas son los olores nauseabundos que penetran por todo el barrio y en el interior de las viviendas.
En ese sentido, señaló que "olores, tenemos las 24 horas del día. Si es por la mañana no se puede desayunar y al mediodía tampoco se puede comer tranquilo por el olor que hay, sinceramente, es un asco. En todas las casas es lo mismo, todos terminamos descompuesto más de una vez".
"El problema que hay son los bichos que nos rodean, al estar con las aguas servidas y las cloacas derramando, estamos rodeados de insectos y alimañas de todo tipo. Una vez, hace un par de meses, hasta una víbora saqué del interior de mi casa, todo producto del arrastre de las aguas", indicó Santillán.
Finalmente, pidió y clamó que "lo único que queremos es que arreglen de una vez por todas y para siempre el problema de las cloacas y del agua. Aguas del Norte cobra fortunas y no hace nada, lo única solución que nos dan es arreglar con una goma".