La inflación y el desbocado galope de los precios hacen casi imposible tener previsibilidad en cualquier gasto de la Argentina de hoy. A puntos tan extremos llegó la situación que hoy comprar frutas no es para cualquiera.
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La inflación y el desbocado galope de los precios hacen casi imposible tener previsibilidad en cualquier gasto de la Argentina de hoy. A puntos tan extremos llegó la situación que hoy comprar frutas no es para cualquiera.
Incluso en una provincia como Salta, donde se producen casi todas las variedades de frutas conocidas, adquirir ciertos productos está reservado para bolsillos privilegiados, incluso comprando en los centros comerciales más accesibles, como puede ser el Mercado San Miguel.
Ayer, durante una recorrida de precios efectuada por Radio Salta quedaron expuestos algunos valores más vinculados a productos de altísima gama que al fruto de la tierra. Por ejemplo, el kilo de cerezas ronda los $8.000, lo que la hace inalcanzable incluso para los puestos de venta, que evitan tener productos de estos valores ya que se echan a perder sin vender.
Esta situación trae dos consecuencias: por un lado, una caída de las ventas que amenaza la actividad de quienes viven de ella y, por el otro, un cambio en los hábitos de consumo; es decir un adiós a la venta de piezas completas o por kilo.
El vendedor de uno de los puestos de frutas y verduras del mercado San Miguel confirmó el precio de la cereza y no ahorró calificativos para describir su parecer en torno al precio: "Está carísima, es una barbaridad. Yo no la traje todavía para la venta porque creo que no está al alcance de la gente ese precio, no creo que puedan pagarla".
Frente a la proximidad de las fiestas de fin de año y las compras de frutas para las tradicionales ensaladas o clericó, el vendedor reveló que "el ananá, por ejemplo, cada pieza cuesta entre 2.500 y 3.000 pesos, carísimo también".
"Va a ser complicado poder vender eso para las fiestas", advirtió, y dijo que el durazno, que es de las zonas de Jujuy y Cerrillos, ronda los $1.000"; pero que "el durazno que ya empezó a venir de Mendoza está elevadísimo: hay que venderlo arriba de los $2.000 el kilo y hasta 2.500 incluso".
Explicó además que la palta sigue cara: "La palta viene de Chile, al igual que el kiwi", anticipó, y dijo que "la palta ronda los 5.000 a 5.500 pesos el kilo, mientras que el kiwi ronda los 4.000 a 4.500 pesos".
Por otro lado, la sandía "está en precio. Cuesta $200 el kilo. O sea, se puede llevar una porción de sandía por 500 pesos o 600, son alrededor de 2 o 3 kilos".
"Las ventas están dificilísimas, flojas. La gente lleva lo justo y necesario. Te pide dos manzanas, una banana, dos peras para hacer una ensalada de frutas. Nunca más un kilo, ya la gente no lleva por uno o dos kilos", lamentó.