La pregunta sonó como una interpelación en el salón del Centro de Convenciones Salta. "¿Puede una máquina pensar?" Con este cuestionamiento, Mariela Fiorenzo comenzó su exposición dentro del ciclo "Hablemos de lo que viene", que organiza diario El Tribuno. Algunos levantaron la mano en respuesta afirmativa; la mayoría se quedó pensando.
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La pregunta sonó como una interpelación en el salón del Centro de Convenciones Salta. "¿Puede una máquina pensar?" Con este cuestionamiento, Mariela Fiorenzo comenzó su exposición dentro del ciclo "Hablemos de lo que viene", que organiza diario El Tribuno. Algunos levantaron la mano en respuesta afirmativa; la mayoría se quedó pensando.
Fiorenzo es licenciada en Matemáticas, con posgrado en Explotación de Datos y Descubrimiento del Conocimiento. Al abordar su exposición, que partió con aquella pregunta como eje temático, Mariela aseguró que "la inteligencia artificial no es reciente; de hecho es una rama de la computación que tiene sus orígenes en 1950, cuando el matemático Alain Turing pudo construir el primer ordenador de datos para acomodar archivos y descifrar códigos".
Hitos informáticos
En un repaso histórico, la experta en Datos recordó que desde aquella máquina de Turing, los hitos informáticos se sucedieron en tiempos más o menos cíclicos, pero siempre como logros encapsulados para ciertos sectores de la comunidad.
En 1997 ocurre un hecho que se conoció masivamente en el mundo, cuando la máquina Deep Blue logró, luego de miles de errores, vencer en una partida al genio mundial del ajedrez Garri Kasparov. Desde allí en adelante la ciencia ficción dejó de ser solo un elemento de novelas para convertirse en algo mucho más cercano al día a día de la humanidad.
En el 2005 un ordenador toma el volante de un vehículo y maneja en forma autónoma. En 2016 Microsof lanzó Tay, un programa de inteligencia artificial para Twitter, que terminó en un fracaso por el cruce de datos que resultaron en respuestas bochornosas para los usuarios. Pero este fracaso solo impulsó el avance de la IA en base a errores.
Chat GPT
El punto de inflexión hacia arriba lo dio este año Chat GPT, una herramienta que salió a la luz como un modelo masivo de lenguaje y que describe una curva ascendente en las ecuaciones de la inteligencia artificial. "No hace falta tener conocimiento experto para aprovechar las ventajas y en solo dos meses superó los 100 millones de usuarios en el mundo, dejando atrás a Whatsapp, Instagram y también Tik Tok", aseguró Fiorenzo.
Pero ¿qué es la inteligencia artificial? Se trata de un habilitador tecnológico para varias áreas, que van desde el lenguaje a la resolución de problemas de la vida diaria en base al cruce de millones de datos que se comparan a través de un algoritmo y que desde la base estadística dan una respuesta a las preguntas y necesidades formuladas por los usuarios.
"En cuanto a tecnología, la IA es los más disruptivo que existe, incluso después de la aparición de internet" aseguró Fiorenzo, quien es, además, gerente de Datos de Telecom Argentina.
"Se trata ahora de un fenómeno imparable que está cambiando nuevamente el paradigma de la tecnología, pero que no puede reemplazar a la inteligencia colectiva ni al razonamiento individual" aseguró.
1997 marcó un ícono, cuando la máquina Deep Blue logró vencer en una partida al genio mundial del ajedrez, Garri Kasparov. Desde allí en adelante, la ciencia ficción dejó de ser solo un elemento de novelas, para convertirse en algo mucho más cercano a la humanidad.
¿Las máquinas pueden pensar?
Con esta aclaración, Mariela Fiorenzo comenzó a desentrañar la madeja de aquella pregunta inicial. ¿Las máquinas pueden pensar?, ¿pueden reemplazar al ser humano desde el razonamiento?
Esas son las mismas preguntas que se hacían en la época de Turing. Aquella máquina de 1950 ¿tenía la capacidad de pensar o engañar como si fuese un ser humano? Allí parece estar la respuesta a tantos interrogantes de la actualidad.
Hoy la inteligencia artificial aparece con decenas de formas adecuadas a las necesidades que le impone la humanidad. "Pero Chat GPT no puede construir un edificio y las máquinas no van a poder tener nunca empatía, sentimientos ni creatividad", aseguró Mariela Fiorenzo.