Tomás Balmaceda, doctor en Filosofía y periodista, luego de viajar en el tiempo y en el espacio (a 3.500 años atrás, a Delfos, el ombligo del mundo para la antigua Grecia y sagrado para el dios Apolo; a la década de los 90 con su amigo Ernesto y la novia de este Vanina que pagaban 5 dólares para obtener la carta natal a través de una computadora, y a varias semanas atrás, cuando escribió un artículo titulado Mi terapeuta, el robot: ¿una nueva conquista del chatGPT?) planteó que "desde hace mucho tiempo nuestra especie usa tecnología". Por ejemplo, los anteojos que él mismo llevaba puesto, indicó.
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Tomás Balmaceda, doctor en Filosofía y periodista, luego de viajar en el tiempo y en el espacio (a 3.500 años atrás, a Delfos, el ombligo del mundo para la antigua Grecia y sagrado para el dios Apolo; a la década de los 90 con su amigo Ernesto y la novia de este Vanina que pagaban 5 dólares para obtener la carta natal a través de una computadora, y a varias semanas atrás, cuando escribió un artículo titulado Mi terapeuta, el robot: ¿una nueva conquista del chatGPT?) planteó que "desde hace mucho tiempo nuestra especie usa tecnología". Por ejemplo, los anteojos que él mismo llevaba puesto, indicó.
Balmaceda fue uno de los cuatro expertos que disertó en el nuevo ciclo de Hablemos de lo que viene organizado por El Tribuno sobre "Innovación. Descifrando la revolución de la inteligencia artificial". Su temática expuesta fue "IA: desafíos y oportunidades de la tecnología que promete cambiarlo todo".
"Poco a poco, no somos solamente lo que somos biológicamente. Los hechos culturales, los hechos tecnológicos forman quiénes somos. Pero este asombro que nos genera la inteligencia artificial genera dos opciones: el miedo irracional, la negación, o bien puede generar el amor incondicional", señaló.
No obstante, agregó: "Las dos cosas están mal. Están mal los lectores de Clarín que piensan que el chat GPT puede reemplazar a su psicólogo y psicóloga y también están mal aquellos que se niegan de plano a pensar la posibilidad de que la salud mental pueda ser gestionada con otras herramientas", teniendo en cuenta la alta demanda y la escasez de profesionales.
Posteriormente, el experto reflexionó: "El punto es ni tecnofobia ni tecnofilia, ni rechazarla de plano ni abrazarla de plano sin pensarla" porque "después de todo, ese término complejo, difícil, altamente problemático de la inteligencia artificial, también puede ser puesto en duda".
Sesgos humanos
Siguiendo el hilo de su disertación, Balmaceda mencionó el lema "el garbage in, garbage out", esto es, si meto basura, voy a sacar basura, dijo. "Cuando los datos están sesgados, cuando los datos tienen problemas, también resulta meter problemas. Como es artificial de golpe repite errores humanos, sesgos humanos".
Más adelante, el también escritor habló de que "estamos en una primavera sofocante, guita, preocupación, gente que gestiona su salud mental, no lo toqué hoy, pero hay gente que asegura estar enamorada de una inteligencia artificial".
"Desde hace mucho tiempo nuestra especie usa la tecnología. Nunca fuimos estrictamente sólo biológicos. Siempre nos ayudamos con la tecnología".
El especialista manifestó que "va a haber un límite, que es la creatividad, en todo lo que haga la inteligencia artificial, lo único que yo soy un artista, lo que yo hago no lo hace nadie más. Yo tengo esa intuición, esa cosa única y llega mi inteligencia artificial generativa".
¿La IA es mejor?
Para finalizar, Tomás Balmaceda preguntó a los presentes del nuevo ciclo de El Tribuno: ¿la inteligencia artificial podría ser alguna vez mejor que nosotros ? Añadió que la verdad es que el primer problema es ¿qué sería ser inteligente? Y ahí no hay muchas respuestas, dijo. "Los que somos más grandes, los que tenemos más de 40 años, crecimos con una sola idea de inteligencia. Las máquinas hoy no son mejores que nosotros, son más rápidas. Nada más. Mejor que nosotros no. Y la palabra mejor es muy problemática para la filosofía. ¿Por qué mejor? ¿Para quién? ¿Mejor para la empresa? ¿Mejor para el empleado? ¿Mejor para el Estado? ¿Mejor para un ciudadano? ¿Mejor para un hombre? ¿Mejor para una mujer? De alguna manera nos encontramos con que no sabemos si vamos a entender si eso efectivamente no podía votar". También dejó otra pregunta al público: por qué si la IA venía a agilizar el trabajo, hoy en realidad se trabajan más horas.