Desde temprano, decenas de hombres, mujeres y niños llegan a las puertas de la Catedral para ofrecer novenas, rosarios y claveles, entre otros productos de santería, a los fieles que se acercan a rezar al Señor y a la Virgen del Milagro.
inicia sesión o regístrate.
Desde temprano, decenas de hombres, mujeres y niños llegan a las puertas de la Catedral para ofrecer novenas, rosarios y claveles, entre otros productos de santería, a los fieles que se acercan a rezar al Señor y a la Virgen del Milagro.
"Se vende; hay que estar nomás", pronuncian quienes saben de paciencia. "Cuando empiezan a llegar los peregrinos, se vende más", aseguran también con esperanza.
Luego de varios días "medio flojos", los vendedores esperan la llegada de los fieles que vienen desde distintos puntos de la provincia y del país para repuntar.
Algunos consideran que las ventas no volvieron a los mismos niveles que había antes de la pandemia de COVID-19. Quienes ofrecen novenas ven como una amenaza el que los fieles puedan acceder al guión de los rezos de manera digital en el celular y no prefieran tanto el tradicional librito en papel.
Los vendedores trabajan hace varias décadas para la Fiesta del Milagro. Unos mantienen la actividad durante el año en distintas fiestas patronales; otros permanecen en los alrededores de la Catedral y otros se preparan durante meses para llegar a estos días en que la fe lleva a miles de salteños a orar ante los santos patronos.
Este año los precios de los productos de santería se tuvieron que ajustar a la situación inflacionaria que viven los salteños, pero no dejan de ser accesibles para los fieles que quieren conseguir objetos de buena calidad.
El rosario se puede conseguir desde $200 a $700, de acuerdo con el material con el que esté hecho. Los denarios cuestan $300. Los pañuelos estampados valen $100 y la bandera con las imágenes, $200. Se ofrecen llaveros y cintas, entre otros.
La novena común se puede conseguir a $300 en todos los puestos que conoció El Tribuno. El modelo que está impreso en tamaño más grande y con letra más grande vale $400. La novena para niños, $100. Estos precios no pueden competir con la posibilidad de leer la novena desde el celular, aunque esto consume datos de internet y se corre el riesgo de quedarse sin batería.
Los calendarios con imágenes del Señor y la Virgen del Milagro están a $200 y los cuadritos "líricos", a $500. Los cuadros con soporte de madera e imágenes hechas en resina cuestan entre $1.400 y $1.500. Las imágenes grandes del Señor y la Virgen valen $2.500 las dos.
Un infaltable en los puestos es la Virgen del Cerro. La piden los peregrinos que vienen a Salta a visitarla de manera especial y que llegan a la Catedral Basílica. Algunos aseguran que las ventas de esta imagen no son las mismas que había antes de la pandemia, así como tampoco las del Milagro.
Los vendedores de claveles representan otro rubro. Ellos venden no solo la flor tradicional del Milagro, sino también otras especies.
Los claveles se pueden conseguir a $200 y los tres por $500. El ramo de alelíes cuesta $200 y el de fresias o marimonias se consigue a $300 y dos por $500.
"Se vende algo", contó una florista que está apostada en la esquina de España y Zuviría. Pasa toda la jornada allí, hasta la noche, y compra comida a los ambulantes que circulan por la plaza.
En primera persona
Los vendedores del Milagro llevan décadas en el rubro y muchos trabajan de esto desde que eran chicos. Es probable que se conozcan después de tantos años de pasar jornadas enteras en los alrededores de la Catedral.
Víctor Huertas (49) trabaja desde hace 35 años para el Milagro y todas las fiestas patronales. Es vendedor ambulante de toda la vida y, cuando no hay productos religiosos, ofrece artículos de temporada.
María y Guadalupe Cruz (20 y 24) venden todos los años para el Milagro. Antes ayudaban a su papá y ahora vienen por su cuenta. La mayoría de las cosas que ofrecen son artesanías que preparan con antelación. Su papá confecciona las imágenes de los santos patronos en resina y luego las pinta.
Durante el año las hermanas venden productos religiosos, sobre todo de la Virgen del Cerro, pero reconocen que las cosas no volvieron a ser como antes de la pandemia: "Antes se vendía mejor tanto para el Milagro como para la Virgen del Cerro. Ahora la venta no viene tan linda. Está muy quieto. Esperamos que mejore cuando lleguen los peregrinos".
Héctor Guaymás (56) ya es parte de la Catedral. Desde hace 40 años y durante todo el año ofrece rosarios y almanaques en el portón por donde se accede al patio interno de la Basílica. Ahora, para el Milagro, ofrece también llaveros, novenas e imágenes de los santos patronos. Siempre tiene alguna estampita de la Virgen del Cerro para los fieles devotos.
"Nos gusta trabajar así"
Nicolás Barro (33) trabaja en todas las fiestas patronales de Salta y de otras provincias también.
Desde hace más de 10 años se abocó a esta tarea junto con su esposa y a veces contratan vendedores. Arman rosarios y denarios, entre otros productos de santería. "Nos gusta trabajar así", contó, ya que pueden organizar sus propios tiempos.
El hombre contó que el primer día de la novena estuvo "lindo y después medio flojito" en cuanto a las ventas. Comentó que hacia el quinto y sexto día disminuye la demanda de novenas y empiezan a pedirse pañuelos y banderitas. Dependiendo del día, a veces vuelve a almorzar a su casa y otras se queda hasta las 22.
Luego del Milagro los Barro viajarán a Buenos Aires para la fiesta de San Nicolás. El hecho de ir a otras provincias les permite conocer fiestas y lugares nuevos.