Miles de niñas y niños de los prejardines y jardines de infantes de la ciudad ayer colmaron el atrio de la Catedral Basílica de Salta, donde cantaron, bailaron, saltaron, rezaron y disfrutaron de una obra de teatro sobre Jesús, el hijo de Dios. Así el ya tradicional Milagrito se vivió con mucha alegría y los más pequeños con toda su inocencia y ternura honraron al Señor y la Virgen del Milagro tras la pandemia.
Los colores, las vocecitas y el bullicio se entremezclaron en una jornada muy calurosa, en la que las gorras fueron de gran ayuda para cubrirse del sol. Se podía ver a las maestras hidratando con agua a los chicos a cada rato y algunas hasta llevaron rociadores para aliviarlos un poco.
Luego, en la procesión alrededor de la plaza 9 de Julio, las docentes se las ingeniaron para mantener a su grupo unido, a través de sogas que los jardineritos agarraban o simplemente de las manos unos con otros. A los costados, los padres fotografiando los movimientos de sus hijos. En la jornada milagrera se trabajó con los chicos sobre un pasaje de la biblia sobre el tesoro escondido. “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno, que un hombre encontró caminando por el campo y muy contento fue a vender todo lo que tenía y compró ese campo”, relataron.
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Miles de niñas y niños de los prejardines y jardines de infantes de la ciudad ayer colmaron el atrio de la Catedral Basílica de Salta, donde cantaron, bailaron, saltaron, rezaron y disfrutaron de una obra de teatro sobre Jesús, el hijo de Dios. Así el ya tradicional Milagrito se vivió con mucha alegría y los más pequeños con toda su inocencia y ternura honraron al Señor y la Virgen del Milagro tras la pandemia.
Los colores, las vocecitas y el bullicio se entremezclaron en una jornada muy calurosa, en la que las gorras fueron de gran ayuda para cubrirse del sol. Se podía ver a las maestras hidratando con agua a los chicos a cada rato y algunas hasta llevaron rociadores para aliviarlos un poco.
Luego, en la procesión alrededor de la plaza 9 de Julio, las docentes se las ingeniaron para mantener a su grupo unido, a través de sogas que los jardineritos agarraban o simplemente de las manos unos con otros. A los costados, los padres fotografiando los movimientos de sus hijos. En la jornada milagrera se trabajó con los chicos sobre un pasaje de la biblia sobre el tesoro escondido. “El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un terreno, que un hombre encontró caminando por el campo y muy contento fue a vender todo lo que tenía y compró ese campo”, relataron.
Las imágenes peregrinas de los santos patronos tutelares acompañaron la fiesta religiosa, los chicos saludaron con sus manos, gorras o porras especialmente preparadas para la ocasión.
Hoy, también en el atrio de la Catedral, a las 10.30, sucederá algo similar pero con niñas y niños un poco más grandes de edad porque se realizará el Milagro de la Infancia y de la Catequesis. Bajo el lema “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan”, cientos de chicos provenientes de distintas parroquias y vicarías barriales de la capital salteña llegarán hasta España y Mitre a rendirle culto a los patronos del Milagro y así sellar su pacto de fidelidad.
Vale recordar que en el Santuario continúan a diario las visitas escolares de cara a la festividad del 15 de septiembre.