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16 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Verónica Condomí: “La música que elegimos es música que nos ha tocado el corazón”

La cantora y compositora está en Salta participando de las Jornadas Musicales, se presenta junto a Matías Betti este jueves, a las 21, en la Usina Cultural, y dará un taller el viernes.
Miércoles, 08 de junio de 2022 16:41

Verónica Condomí tiene una actividad artística cimentada en el talento, su voz y en la constante experimentación -y preparación- para explorar límites. Docente, cantora, compositora, investigadora, ha recorrido el país con talleres y con su arte. Participa en Salta de las Jornadas Musicales con la propuesta de un “Taller dinámico de la voz” y con una presentación junto a Matías Betti, con quien ha editado “Verdeado dulzor” en 2020. Actúan mañana, a las 21, en la Usina Cultural, Juramento y España. 

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Verónica Condomí tiene una actividad artística cimentada en el talento, su voz y en la constante experimentación -y preparación- para explorar límites. Docente, cantora, compositora, investigadora, ha recorrido el país con talleres y con su arte. Participa en Salta de las Jornadas Musicales con la propuesta de un “Taller dinámico de la voz” y con una presentación junto a Matías Betti, con quien ha editado “Verdeado dulzor” en 2020. Actúan mañana, a las 21, en la Usina Cultural, Juramento y España. 

“Estoy muy contenta de la posibilidad de ir a Salta”, dice en diálogo con El Tribuno, y cuenta sobre las propuestas que trae.

¿Qué proponés en el taller que vas a dar?
Aprovechar el tiempo del encuentro, de la gente que va a participar, para poder relacionarse con cada instrumento; yo considero que el instrumento es el cuerpo mismo de todo ser y tener tiempo para expandir la proyección, poder calibrar el instrumento, poder aceitarlo, relajar y poner en funcionamiento la máquina sonora colectiva; y, para eso, hay que articular un montón de cosas que permitan, en un rato nomás, que uno pueda estar listo para cantar, y sobre todo para poder cantar con otros. Esa es la mecánica de mi trabajo, es lo que voy a hacer para que eso suceda. En el grupo quizás haya personas que se conozcan y por ahí personas que no, y para llegar a cantar juntas necesitan todo un entrenamiento previo que les permita que eso suceda de forma orgánica y natural... Para eso voy: para encontrarme y dirigir los talleres que es algo que me encanta hacer, y facilitar a que el canto colectivo suceda...

Ese “colectivo”, ¿qué implica?
Antiguamente, el canto era algo que tenía toda una comunidad para relacionarse con la divinidad, para pedir, para despedir, para agradecer. Eso en el transcurso de la historia y de la vida humana se fue digitando y, en alguna época, llegó a haber esa cosa del cantante juglar que entretenía a las cortes, que cantaba y que había afinado y “sabía”... Y fue como que, después, el cantar para el común de la gente fue una dificultad en vez de una facilidad, sí bien todos tenemos un instrumento. Bueno, la idea es que cualquier ser humano que tiene un instrumento apto, sano, pueda cantar. Hay una cuestión cultural que nos tiene alejados de esa posibilidad natural, que no tiene que ver con la posibilidad real de cómo funciona el instrumento, sino que tiene que ver con el talento adquirido, con el aprendizaje... “vos cantás, vos vas al coro, vos no”... Entonces, todo el trabajo que vamos a hacer apunta a que esos nudos que tienen que ver con lo social y lo cultural se desaten para lograr cantar con otros, y la manera de articular esta forma va a ser a través de la improvisación. Eso es lo que yo sé hacer, dirigirlo. No es un coro, no voy a enseñar canciones, solo voy a articular, voy a mediar para que todo lo que ya está adentro de cada uno esté listo para convocarlo y tenerlo a disposición al momento de cantar. Es reloco, pero es así, y funciona porque esto lo vengo haciendo hace años y confío plenamente -y es una alegría- que con las ganas que tengan ya alcanza para que suceda.

La diversidad de tu disco grabado con Matías Betti -“Verdeado dulzor”- es sorprendente, contame... ¿por qué “Chacareara santiagueña” y “El karma de vivir al sur”?
El encuentro con Matías nos dio la posibilidad de decir “a ver, dónde nos encontramos básicamente”... Y así nos dimos cuenta que para armar un proyecto tenía que haber un eje central que fuera como un nexo, donde nos encontráramos, y elegimos una serie de autores, compositores argentinos de diferentes géneros. Y entonces, de repente, pudimos hacer convivir a Atahualpa con Spinetta o con Charly García, con la chacarera santiagueña y creo que a la hora de escuchar el que escucha -si alguien tiene la mente y el corazón abiertos- es capaz de aceptar nuestra propuesta, nuestras versiones que son la síntesis de este encuentro de Matías con su instrumento tan especial, el stick, con mi voz y con mi bombo, de repente, o con mi guitarra...

El stick es un instrumento un tanto extraño, no estamos habituados a él...
Es un instrumento relativamente nuevo, un instrumento californiano que necesita ser amplificado para sonar, no tiene caja de resonancia; entonces es fundamental que haya algo que permita que suene. Tiene diez cuerdas, la mitad suena parecido a un bajo y la mitad, a una guitarra, y también tiene la posibilidad de incorporarle otro tipo de sonoridades a través de, por ejemplo, una pedalera. 

El álbum que hacés con Matías tiene una instrumentación muy particular, y pensando en la música que hacías con MPA, con el Chango Farías Gómez, con Jacinto Piedra, con Peteco Carabajal, con el Mono Izarrualde... ustedes ya en los 80 estaban en eso...
Para mí, esa fue la gran innovación que tuvo la MPA, liderada por el Chango, imaginar y animarse a incorporar instrumentos eléctricos con instrumentos autóctonos, fue la primera banda, el primer grupo que mezcló un bajo con una guitarra eléctrica, con una batería, con un bombo, con una guitarra y las voces. Y esto también es algo nuevo, tanto para mí como para Matías, porque él nunca había tocado folclore, y encontramos por eso un lugar donde fusionarnos, por eso me parece que es una suma lo que logramos. Estoy muy contenta con el resultado, porque es algo particular. Y la verdad es que la música que elegimos es música que a los dos nos ha tocado el corazón.

Con los compositores que toman recorren nuestros tiempos y lugares...
Creo que también tiene que ver con la música popular que nos permite sentir la música que está viva. Para mí, es eso la música popular. Y yo le quitaría los casilleros de folclore y rock nacional porque me parece que por eso elegimos músicos argentinos; entonces, más allá del tiempo y del ritmo, ahondamos en la música popular, incluso en lo que no es tan popular porque canto algunas coplas anónimas y las tomamos y las traemos a este universo del stick y de mi voz, y le damos un aliento nuestro.

“Vidala del monte” y “A la mañanita” son versiones bellísimas... 
Muchas gracias... Y también nos animamos a meter algunos temas nuestros, que van uniendo nuestros universos y, de tanto estar tocando juntos, empezaron a surgir composiciones. Nosotros a fin de año cumplimos 10 años de dúo; entonces estamos también preparando nuevos temas que todavía no vamos a mostrar, porque es como el proceso creativo de acá a cumplir los 10 años. Pero bueno, básicamente, ahora que vamos a Salta, vamos a incursionar en nuestro disco “Verdeado dulzor”, que “verdeado dulzor” es una pequeña frase de un tema de Spinetta, y pasa volando en “Los libros de buena memoria”. Y vamos a hacer, básicamente, ese disco. Quizás hagamos un par nuevo que no está en el disco. Nosotros terminamos de grabar “Verdeado dulzor”, lo presentamos e íbamos a hacer la gira presentación en todo el país y vino la pandemia. Y no pudimos mostrarlo. Y entonces estamos recién ahora pudiendo mostrar este trabajo, y con mucha alegría estamos en el marco de las Jornadas Musicales en Salta, pudiendo hacer este concierto. Y ese día que vamos a tocar va a haber un grupo de sikuris, Yuyaichasqui, y va a estar Mariana Baraj, vamos a compartir el escenario y la fecha, y eso es también una gran alegría. Para nosotros es una gran alegría haber sido convocados, tanto para tocar como para hacer los talleres, que para mí es muy especial porque es la primera vez que voy a dar talleres en Salta, y espero que se repitan y estoy con muchas expectativas y ojalá que sea como me lo imagino de lindo. 
 

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