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19 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Patrimonio geológico y la minería 

Domingo, 26 de junio de 2022 02:17

Algunos años atrás era común escuchar el término biodiversidad, el cual se introdujo rápidamente a nuestro vocabulario cotidiano sumándose a otros tales como cambio climático. Sin embargo, poco o nada, salvo en sectores muy específicos, sonaba la palabra geodiversidad. Esta última expresa la variedad geológica de una región que tiene en cuenta elementos tales como estructuras sedimentarias o tectónicas, materiales como rocas, fósiles o suelos e incluye los rasgos geomorfológicos del relieve y los recursos naturales energéticos e hídricos. Todo eso nos lleva a definir el patrimonio geológico. 
El Instituto Geológico y Minero de España define que el patrimonio geológico es “el conjunto de recursos naturales geológicos de valor científico, cultural y/o educativo, ya sean formaciones y estructuras geológicas, formas del terreno, minerales, rocas, meteoritos, fósiles, suelos y otras manifestaciones geológicas que permiten conocer, estudiar e interpretar: el origen y evolución de la Tierra; los procesos que la han modelado; los climas y paisajes del pasado y presente, y el origen y evolución de la vida”. 
Lo interesante de este tipo de patrimonio es que a menudo supera el ámbito científico - natural y se aproxima a otros aspectos. En muchas ocasiones el patrimonio geológico guarda una estrecha relación con el patrimonio histórico-artístico, con las tradiciones, creencias y folclore de algunos lugares, e incluso puede tener una importante significación religiosa o convertirse en signo de identidad local. En Europa desde hace un tiempo se viene estudiando el desarrollo minero que tuvo el Imperio Romano. En los entornos mineros abandonados el legado patrimonial combina esencialmente aspectos geológicos con aspectos mineros. 
No se puede olvidar que la ubicación de las explotaciones no son fruto del azar, sino que es la geología la que determina, en primer lugar, la ubicación de los yacimientos y la favorabilidad de ciertos factores como la riqueza, los costos de explotación y la existencia de vías comunicación efectivas, la que finalmente dicta la puesta en marcha de las explotaciones mineras. 
Tanto la extracción como el tratamiento posterior al que se somete el mineral, confieren al paisaje un legado que transciende al patrimonio geológico y minero. Nos referimos al patrimonio histórico, arqueológico e industrial que, sumado a los ya citados, escriben la historia económica, tecnológica y social de un entorno. Por ello, proteger y preservar estos lugares contribuye a la transmisión y divulgación de la historia de los moradores de estos espacios y sus formas de vida. 
En Argentina tenemos como ejemplo la exmina de Pueblo Escondido en el cerro Áspero (en Córdoba casi límite con San Luis). Este yacimiento abandonado de tipo Wólfram (Tungsteno) ubicado en las sierras de Comechingón hoy es un sitio que permite no solo realizar turismo de aventura, sino también mostrar a la sociedad parte del legado histórico minero de nuestro país vinculado a la industria bélica. 
Tomado de Pérez de Perceval y Sánchez, 2010; y del Instituto Geológico y Minero de España.

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Algunos años atrás era común escuchar el término biodiversidad, el cual se introdujo rápidamente a nuestro vocabulario cotidiano sumándose a otros tales como cambio climático. Sin embargo, poco o nada, salvo en sectores muy específicos, sonaba la palabra geodiversidad. Esta última expresa la variedad geológica de una región que tiene en cuenta elementos tales como estructuras sedimentarias o tectónicas, materiales como rocas, fósiles o suelos e incluye los rasgos geomorfológicos del relieve y los recursos naturales energéticos e hídricos. Todo eso nos lleva a definir el patrimonio geológico. 
El Instituto Geológico y Minero de España define que el patrimonio geológico es “el conjunto de recursos naturales geológicos de valor científico, cultural y/o educativo, ya sean formaciones y estructuras geológicas, formas del terreno, minerales, rocas, meteoritos, fósiles, suelos y otras manifestaciones geológicas que permiten conocer, estudiar e interpretar: el origen y evolución de la Tierra; los procesos que la han modelado; los climas y paisajes del pasado y presente, y el origen y evolución de la vida”. 
Lo interesante de este tipo de patrimonio es que a menudo supera el ámbito científico - natural y se aproxima a otros aspectos. En muchas ocasiones el patrimonio geológico guarda una estrecha relación con el patrimonio histórico-artístico, con las tradiciones, creencias y folclore de algunos lugares, e incluso puede tener una importante significación religiosa o convertirse en signo de identidad local. En Europa desde hace un tiempo se viene estudiando el desarrollo minero que tuvo el Imperio Romano. En los entornos mineros abandonados el legado patrimonial combina esencialmente aspectos geológicos con aspectos mineros. 
No se puede olvidar que la ubicación de las explotaciones no son fruto del azar, sino que es la geología la que determina, en primer lugar, la ubicación de los yacimientos y la favorabilidad de ciertos factores como la riqueza, los costos de explotación y la existencia de vías comunicación efectivas, la que finalmente dicta la puesta en marcha de las explotaciones mineras. 
Tanto la extracción como el tratamiento posterior al que se somete el mineral, confieren al paisaje un legado que transciende al patrimonio geológico y minero. Nos referimos al patrimonio histórico, arqueológico e industrial que, sumado a los ya citados, escriben la historia económica, tecnológica y social de un entorno. Por ello, proteger y preservar estos lugares contribuye a la transmisión y divulgación de la historia de los moradores de estos espacios y sus formas de vida. 
En Argentina tenemos como ejemplo la exmina de Pueblo Escondido en el cerro Áspero (en Córdoba casi límite con San Luis). Este yacimiento abandonado de tipo Wólfram (Tungsteno) ubicado en las sierras de Comechingón hoy es un sitio que permite no solo realizar turismo de aventura, sino también mostrar a la sociedad parte del legado histórico minero de nuestro país vinculado a la industria bélica. 
Tomado de Pérez de Perceval y Sánchez, 2010; y del Instituto Geológico y Minero de España.

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