Los productores de hortalizas y frutas en la región norte de la provincia enfrentan serios problemas para cosechar su producción y, una vez recolectada y embalada, para poder enviarla al resto del país.
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Los productores de hortalizas y frutas en la región norte de la provincia enfrentan serios problemas para cosechar su producción y, una vez recolectada y embalada, para poder enviarla al resto del país.
La falta de gasoil se siente con más fuerza en pueblos y localidades en el extremo norte de Salta, donde los exponentes del campo hacen verdaderos malabares para seguir adelante con su actividad.
Fernando Ortiz es un productor de frutas y hortalizas en Colonia Santa Rosa. En diálogo con El Tribuno reconoció que "los productores estamos acostumbrados a resolvernos los problemas solos, desde arreglarnos los caminos, los cortes de luz, la falta de insumos... pero a esta situación no la llegamos a cubrir. No tenemos cómo resolver la escasez de gasoil".
Indicó, sin embargo, que se van acomodando como pueden y que la colaboración mutua es fundamental para seguir adelante. "Cuando algún productor va a Salta y consigue, trae un tacho de 200 litros y nos convida 20 litros a cada uno", dijo.
Denunció que "esta situación la venimos padeciendo hace 50 o 60 días" y que "en el Gobierno se hacen los distraídos, pero los productores estamos a merced de Cristo".
Contó que hace unos días, como llevaban varios días sin recibir combustible en esa localidad del norte, "me fui hasta San Pedro (Jujuy), que está a unos 150 kilómetros de acá (Colonia Santa Rosa) buscando gasoil y no solo me volví con el tacho vacío sino que me consumí lo poco que me quedaba en la camioneta".
Lo peor de esta situación es que los pequeños productores de la zona no necesitan grandes cantidades para sostener su actividad: "Los hortaliceros y productores de fruta nos resolvemos con pocos litros", aseveró Ortiz, y señaló que en su caso "con 250 a 300 litros por semana me arreglo".
Lo más desesperante es que los productores de la zona de frontera ven "a diario cómo pasan entre 20 y 30 camiones de combustible rumbo a Bolivia", mientras hacen fila por las dudas en las estaciones de servicio. "Dicen que ese es un combustible que viene de Venezuela y Argentina lo refina, pero eso no es así. Es un combustible nuestro que se refina en el sur y va a Bolivia para que Bolivia nos mande gas", denunció Ortiz, y dijo que planteó la situación a las autoridades.
"Al final nos dijeron que esos camiones son parte de un convenio que no se puede tocar porque Bolivia nos podría recortar los envíos de gas", lamentó Ortiz, para luego concluir: "El hecho es que siempre quedamos en la cola".
Finalmente, Ortiz expuso otra situación que se genera por la escasez: "Los camiones que van con mercadería al centro del país no quieren llegar hasta el norte para cargar porque quieren optimizar el combustible y sus tiempos. Cuando salen desde Tucumán a Buenos Aires llegan a hacer dos vueltas por semana, pero si vienen hasta el norte de Salta, donde ya no consiguen gasoil y se tienen que quedar en los pueblos a hacer cola, solo pueden hacer una sola vuelta y facturan la mitad. Entonces nos quieren cobrar el flete más caro", explicó.