El Hospital Público Materno Infantil está superado por la cantidad de consultas e internaciones por patologías respiratorias. Hay largas filas para acceder a la atención en el área de pediatría y el frío empeora la situación.
Si bien la mayoría de los cuadros son leves, también hay muchos pacientes con bronquiolitis, enfermedad causada frecuentemente por el virus sincicial respiratorio (VSR). La franja etaria más afectada es la de los niños y niñas de menos de 9 años.
La terapia intensiva pediátrica tiene 16 camas, pero hubo que adaptar las instalaciones para 18 pacientes que necesitaban ser internados.
En la terapia intermedia, que tiene 14 camas, todas están ocupadas. Desde el centro asistencial explicaron que proyectan ampliar el sector y llevar la capacidad a 22 camas.
La afluencia de pacientes comenzó a crecer hace dos semanas. Ayer en el centro asistencial había largas filas. “Tiene que ver con la alta demanda que tenemos. El promedio de consultas pediátricas es de 400 por día. De ese total, la mitad son de patologías respiratorias, es decir, 200”, explicó el director de Gestión Clínica Pediátrica, Eduardo Calvo.
Hay un promedio de ocho ingresos diarios por asma. Es que gran arte de las consultas son de niños pequeños que tienen este tipo de comorbilidades.
El grueso de pacientes internados tiene menos de nueve años. El 70 por ciento son menores de 4 años y el 55 por ciento, menores de dos años.
La alta demanda genera otra problemática y es la aglomeración en las salas de espera y el malestar de algunos padres.
“La verdad que el número de pacientes es constante y nosotros los categorizamos según la gravedad en colores: código rojo, amarillo y verde. Priorizamos a los que presentan mayor urgencia”, precisó Calvo.
Son seis los médicos de emergencia que se encargan de la demanda espontánea pero también de los pacientes en observación.
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El Hospital Público Materno Infantil está superado por la cantidad de consultas e internaciones por patologías respiratorias. Hay largas filas para acceder a la atención en el área de pediatría y el frío empeora la situación.
Si bien la mayoría de los cuadros son leves, también hay muchos pacientes con bronquiolitis, enfermedad causada frecuentemente por el virus sincicial respiratorio (VSR). La franja etaria más afectada es la de los niños y niñas de menos de 9 años.
La terapia intensiva pediátrica tiene 16 camas, pero hubo que adaptar las instalaciones para 18 pacientes que necesitaban ser internados.
En la terapia intermedia, que tiene 14 camas, todas están ocupadas. Desde el centro asistencial explicaron que proyectan ampliar el sector y llevar la capacidad a 22 camas.
La afluencia de pacientes comenzó a crecer hace dos semanas. Ayer en el centro asistencial había largas filas. “Tiene que ver con la alta demanda que tenemos. El promedio de consultas pediátricas es de 400 por día. De ese total, la mitad son de patologías respiratorias, es decir, 200”, explicó el director de Gestión Clínica Pediátrica, Eduardo Calvo.
Hay un promedio de ocho ingresos diarios por asma. Es que gran arte de las consultas son de niños pequeños que tienen este tipo de comorbilidades.
El grueso de pacientes internados tiene menos de nueve años. El 70 por ciento son menores de 4 años y el 55 por ciento, menores de dos años.
La alta demanda genera otra problemática y es la aglomeración en las salas de espera y el malestar de algunos padres.
“La verdad que el número de pacientes es constante y nosotros los categorizamos según la gravedad en colores: código rojo, amarillo y verde. Priorizamos a los que presentan mayor urgencia”, precisó Calvo.
Son seis los médicos de emergencia que se encargan de la demanda espontánea pero también de los pacientes en observación.
Ausentismo
El aumento de cuadros respiratorios entre los niños y niñas generó ausentismo en las escuelas de la capital salteña. “De 34 alumnos que hay matriculados, solamente 18 vinieron a clase porque el resto está resfriado, engripado, con angina o faringitis”, explicó una docente de una escuela de la zona sur de la capital salteña.
Señaló que el problema es que los padres o tutores envían sus hijos o hijas a los establecimientos con síntomas respiratorios y, de esa forman, se propagan las enfermedades.
“La recomendación para padres es no mandar a sus niños así a las escuelas y para los maestros, que impidan el ingreso de los niños que están en condición de enfermedad porque sino se aumenta la transmisibilidad y se forma un círculo vicioso”, refirió el director de Gestión Clínica Pediátrica.
Explicó que las infecciones respiratorias, en general, tienen el mismo vehículo y vía de contagio que el COVID-19. Por este motivo recomienda a la comunidad continuar con las medidas de prevención como el lavado de manos, el uso de alcohol en gel, ventilar los espacios, evitar el hacinamiento y utilizar barbijo para prevenir enfermedades respiratorias.
“Cuando se desató la pandemia, todas estas medidas fueron útiles. Limitaron la transmisión del virus y no hubo circulación de infecciones respiratorias que no fueran COVID-19, por eso es importante seguir con los cuidados”, finalizó.
Adultos
Si bien la enfermedad tiene mayor agresividad entre los pequeños y son ellos los que presentan los cuadros más graves, no deja de afectar a los adultos también, aunque en menor medida y con síntomas leves.
El gerente general del hospital Señor del Milagro, Julio Garzón expresó: “La patología respiratoria para la época es la habitual. Algunos resfríos y neumonía. No ha habido COVID-19 por ahora”.
Describió que la terapia del centro asistencial se encuentra completa, pero los pacientes que se encuentran internados tienen las patologías crónicas por las que habitualmente se brinda asistencia en esta institución.
Desde los hospitales San Bernardo y Oñativia, en tanto, informaron que se registró un aumento de ingresos de pacientes con enfermedades respiratorias y que están abocados a la cobertura de su cartera de servicios o especialidades.