Mauricio Óssola y Roberto Barrionuevo, abogados de damnificados por la financiera Zoe en Salta, hablaron esta mañana de cómo era la operatoria en la provincia, mientras se esperaba la llegada de Leonardo Cositorto, jefe de la organización a nivel nacional, para su imputación en la fiscalía.
“En Salta son cinco las personas que estaban a cargo, que eran las cabezas, y uno era el director”, manifestó Barrionuevo, quien además especificó que eran “socios” de la empresa y no empleados. “Formaron parte del ardid y engaño que se montó”, agregó.
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Mauricio Óssola y Roberto Barrionuevo, abogados de damnificados por la financiera Zoe en Salta, hablaron esta mañana de cómo era la operatoria en la provincia, mientras se esperaba la llegada de Leonardo Cositorto, jefe de la organización a nivel nacional, para su imputación en la fiscalía.
“En Salta son cinco las personas que estaban a cargo, que eran las cabezas, y uno era el director”, manifestó Barrionuevo, quien además especificó que eran “socios” de la empresa y no empleados. “Formaron parte del ardid y engaño que se montó”, agregó.
Los letrados sostuvieron que los damnificados ponían montos que iban desde los 500 dólares en adelante con la promesa de que les devolvían un interés del 7,5 por ciento mensual en la misma moneda, pero se vieron envueltos en una estafa piramidal.
“El monto mínimo para ingresar era de 500 dólares. Convencían a la gente de entrar, luego la rentabilidad los seducía y entonces iban poniendo más capital”, dijeron.
Cositorto fue trasladado desde Córdoba a Salta por requerimiento de la fiscal Ana Inés Salinas Odorisio, a raíz de numerosas denuncias de estafas de Zoe en la provincia. Llegó anoche en medio de un fuerte operativo de seguridad y cerca del mediodía lo trasladaron desde la Alcaidía a la Unidad de Delitos Económicos Complejos, en Santa Fe 48, para una audiencia de imputación.
En la puerta de la fiscalía, los abogados aseguraron que la mayoría de las víctimas no recuperó el capital.
Roberto Barrionuevo indicó además que el mayor responsable en Salta era Ricardo Vilardel, quien en abril ofreció una conferencia de prensa para asegurar que solo cumplía órdenes de Cositorto y que era un “empleado” de la empresa.
Con respecto a los montos que perdieron los damnificados, Barrionuevo aseguró que es difícil especificarlo pero que muchos pusieron cifras que van entre los 10 y 20 mil dólares. Dijo que, como método para captar a interesados, Zoe ofrecía una membresía y, a su vez, a cada uno que traía a un inversor nuevo a la financiera le daban “un 20 por ciento de comisión”.
“La estafa a nivel país es de 100 millones de dólares. En algún lado tiene que estar ese dinero. Lo que hicimos es una denuncia penal y ahora empieza una investigación compleja”, agregó.
“El ardid era mostrar una gran solvencia y que era muy fácil poner el dinero, movilizarlo por un periodo de tiempo y que eso iba a redituar una hiperentabilidad. Ese era el modo, con personas concatenadas de manera que uno podía válidamente llegar a creer, más que nada en relación a las criptomonedas que hoy están tan en boga, que el dinero se multiplicaba de forma mágica”, aseguró Mauricio Óssola.
Leonardo Cositorto ya estaba denunciado por estafas reiteradas y asociación ilícita en Corrientes y Córdoba, donde permanecía detenido hasta antes de su traslado a Salta. El empresario quedó imputado en la provincia junto a cuatro salteños que estaban a cargo de la organización en Salta y fueron detenidos anoche en el marco de varios allanamientos: Ricardo Vilardel, Jorge Federico Vilardel, Ana Lucía Vlardel y Vilma Albornoz.