Boca y Racing se jugarán mañana, desde las 17, en el estadio de Lanús, muchísimo más que un simple partido de fútbol. Uno de los clásicos más importantes del país tendrá en esta ocasión el condimento de tratarse de un mano a mano a eliminación directa, en cancha neutral, por una semifinal de copa nacional (la Copa de la Liga Profesional de Fútbol), entre dos equipos que llegan hipermotivados y con los ánimos por las nubes, manteniendo una regularidad en todo el año con invicto incluido y buen juego desplegado, lo que lo transforma en el principal candidato (en el caso de la academia), y con un envión positivo que lo revitalizó luego de superar una crisis, con cuatro triunfos al hilo en dos competencias (si hablamos del xeneize).
Pero como si esto fuese poco, como para darle a este duelo la “pimienta” que le faltaba, por primera vez en mucho tiempo el fútbol argentino será testigo de un clásico con ambas hinchadas, y el que las albergará será el estadio Néstor Díaz Pérez de Lanús, mañana, cuando los relojes marquen las 17.
Y en consonancia con tanta expectativa, tanto los hinchas de Boca como los de Racing agotaron en cuestión de horas las entradas que se pusieron a la venta en forma virtual ayer, a partir de las 10. Apenas unas horas después del mediodía fueron los de la Ribera los que hicieron “volar” los 16.100 tickets que tenían disponibles (14 mil populares y 2.100 plateas). Pero escasos minutos después, los que invadieron las “ventanillas virtuales” fueron los enfervorizados e ilusionados parciales académicos, a quienes la organización de la Copa de la Liga les dispensó idéntica cantidad de entradas.
De esta manera, la Fortaleza granate, en el sur del Gran Buenos Aires, lucirá mañana colmada con nada menos que 33 mil hinchas en las tribunas.
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Boca y Racing se jugarán mañana, desde las 17, en el estadio de Lanús, muchísimo más que un simple partido de fútbol. Uno de los clásicos más importantes del país tendrá en esta ocasión el condimento de tratarse de un mano a mano a eliminación directa, en cancha neutral, por una semifinal de copa nacional (la Copa de la Liga Profesional de Fútbol), entre dos equipos que llegan hipermotivados y con los ánimos por las nubes, manteniendo una regularidad en todo el año con invicto incluido y buen juego desplegado, lo que lo transforma en el principal candidato (en el caso de la academia), y con un envión positivo que lo revitalizó luego de superar una crisis, con cuatro triunfos al hilo en dos competencias (si hablamos del xeneize).
Pero como si esto fuese poco, como para darle a este duelo la “pimienta” que le faltaba, por primera vez en mucho tiempo el fútbol argentino será testigo de un clásico con ambas hinchadas, y el que las albergará será el estadio Néstor Díaz Pérez de Lanús, mañana, cuando los relojes marquen las 17.
Y en consonancia con tanta expectativa, tanto los hinchas de Boca como los de Racing agotaron en cuestión de horas las entradas que se pusieron a la venta en forma virtual ayer, a partir de las 10. Apenas unas horas después del mediodía fueron los de la Ribera los que hicieron “volar” los 16.100 tickets que tenían disponibles (14 mil populares y 2.100 plateas). Pero escasos minutos después, los que invadieron las “ventanillas virtuales” fueron los enfervorizados e ilusionados parciales académicos, a quienes la organización de la Copa de la Liga les dispensó idéntica cantidad de entradas.
De esta manera, la Fortaleza granate, en el sur del Gran Buenos Aires, lucirá mañana colmada con nada menos que 33 mil hinchas en las tribunas.
Mucha seguridad
El clásico de mañana estará controlado por poco más de mil efectivos de la Policía bonaerense y, además, habrá un refuerzo de seguridad privada, con cuatro anillos de seguridad para el ingreso de los hinchas. Los tickets serán digitales y personalizados para evitar reventa y falsificación.
El duelo de los DT: dos regresos, una duda
Boca y Racing ya comenzaron a jugar el clásico en la previa, con sorpresas, “escondidas” y con síntomas de lo que podrían ser los equipos que saldrán a la cancha mañana.
Por el lado del xeneize, el DT Sebastián Battaglia pondrá toda la carne en el asador para “bajar” al inspirado Racing y confirmó en la lista de concentrados los retornos de Carlos Izquierdoz y Marcelo Weigandt, tras recuperarse de sendas lesiones. Por su parte, el entrenador apostará por el ingreso de Juan Ramírez -de gran desempeño y un gol ante Defensa y Justicia- y en base a ello se genera la duda, ya que el paraguayo Óscar Romero o Eduardo Salvio abandonarían el equipo titular. Agustín Rossi; Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Marcos Rojo y Frank Fabra; Pol Fernández, Alan Varela, Ramírez; Romero o Salvio, Darío Benedetto y Sebastián Villa serían los iniciales.
Por su parte, en la academia,el técnico Fernando Gago, analiza realizar una modificación en el equipo: tras la golear a Aldosivi por 5 a 0 y con el nivel futbolístico que desplegó la academia, todo pareció indicar que el director técnico repetiría la alineación. Sin embargo, el paraguayo Matías Rojas podría arrancar el clásico en el banco de los suplentes, y en su lugar ingresaría Fabricio Domínguez, que tiene características más defensivas y podría aportar más contención al sector en el que ataca Villa en Boca. El resto saldría de memoria.
Un juez con antecedentes
El Boca-Racing de mañana será arbitrado por Facundo Tello, quien estará asistido por Ezequiel Brailovsky y Cristian Navarro, y Diego Abal estará a cargo del VAR.
Tello fue el árbitro que benefició claramente al xeneize en aquel recordado superclásico por los cuartos de final de la Copa LPF 2021 en la Bombonera, donde ni él ni su asistente, el “risueño” Julio Fernández, vieron el claro penal de Carlos Tevez a Jonatan Maidana luego de que el Apache marcara el gol xeneize. La historia ese día se dirimiría en penales y pasaría Boca.
Por otra parte, el juez de la otra semifinal, Argentinos - Tigre, el domingo, a las 16, en cancha de Huracán, será Andrés Merlos.