En el verano de 1986, el técnico Carlos Bilardo y parte del seleccionado que capitaneó Diego Maradona en el Mundial de México hicieron una pretemporada de adaptación en las alturas de Tilcara. Cinco meses después, Argentina ganaría su segunda Copa del Mundo en el estadio Azteca. Por un largo tiempo aquellos diez días en la quebrada jujeña quedaron en el olvido, hasta que alguien creyó recordar una supuesta promesa de aquel plantel incumplida con la Virgen de Copacabana.
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En el verano de 1986, el técnico Carlos Bilardo y parte del seleccionado que capitaneó Diego Maradona en el Mundial de México hicieron una pretemporada de adaptación en las alturas de Tilcara. Cinco meses después, Argentina ganaría su segunda Copa del Mundo en el estadio Azteca. Por un largo tiempo aquellos diez días en la quebrada jujeña quedaron en el olvido, hasta que alguien creyó recordar una supuesta promesa de aquel plantel incumplida con la Virgen de Copacabana.
Tras la consagración en México, los integrantes del seleccionado no sintieron la necesidad ni la obligación de regresar a Tilcara. Ni siquiera después del segundo puesto en Italia 90, la impensada eliminación del Mundial 94, la dura derrota frente a Holanda en los cuartos de final de Francia 98 ni la frustrante excursión de Corea-Japón en 2002.
La historia alrededor de la Selección y Tilcara saltó a las primeras planas recién veinte años después con una nota periodística en la que no se halló mejor explicación que atribuir las frustrantes experiencias dirigenciales y deportivas del seleccionado a un supuesto "castigo de la Virgen". Integrantes del seleccionado del 86 se cansaron de desmentir la supuesta "promesa incumplida", pero la misma prensa que le dio al ciclo de Lionel Scaloni un recibimiento indigno llegó a darle en su momento al supuesto "conjuro" tal entidad que en 2006, antes del Mundial de Alemania, el entonces presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Julio Grondona, consideró oportuno enviar a Tilcara una réplica de la Copa del Mundo con una placa que reza: "El fútbol argentino a la Virgen de Copacabana del Abra, en eterno agradecimiento a la bendición que respaldó a la Selección argentina para coronarse campeón mundial de México 1986". Esa ofrenda es exhibida desde ese entonces en la iglesia Nuestra Señora de Rosario, desde donde más de un párroco insistió a los cuatro vientos en los últimos 15 años que "la Virgen bendice y jamás maldice".
En marzo de 2018, decididos a despejar de excusas místicas el arduo camino en la búsqueda de la tercera estrella para la camiseta argentina, José Luis Brown, Nery Pumpido, Julio Olarticoechea, Sergio Batista, Ricardo Giusti, Héctor Enrique, Oscar Garré y Carlos Tapia volaron a Jujuy para reencontrarse en Tilcara con la réplica de la Copa del Mundo y con miles de recuerdos. Así, en la previa del Mundial de Rusia 2018, los campeones del 86 pusieron punto final a un mito que, en la antesala de Qatar 2022, llegó a las librerías con "Operativo Tilcara 86", interesante trabajo con el que el periodista Juan Ignacio Provéndola reconstruyó aquellos diez días que tanto dieron que hablar por años.
En marzo de 2018, cuando volvió a Tilcara después de 32 años, Sergio Batista, uno de los campeones del Mundial de México, se mostró emocionado en el reencuentro con los jugadores tilcareños que hicieron de "sparrings" durante aquellos días de preparación en las alturas de la quebrada jujeña, como así también con Sarita y su hija, quienes fueron asistentes y colaboradoras directas del plantel. En ese contexto, ante una consulta de El Tribuno, el "Checho" aclaró por enésima vez que desconocía de dónde salió la versión de la promesa a la "Mamita del cerro", la Virgen de Copacabana, o de Punta Corral, como también la llaman los miles de peregrinos que cada año, en Semana Santa, participan en una procesión que asciende 15 kilómetros por las serranías de la zona hasta los 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
En la entrevista con El Tribuno, el volante central que en México 86 alcanzó la gloria con el número 2 en el dorsal de su camiseta afirmó que "inventaron algo que nosotros no hicimos, y eso nos privó de poder volver durante 32 años. No sé quién habrá sido. Nosotros no fuimos a ver a la Virgen ni prometimos nada", recalcó. .
"Injustamente, nos hicieron ver como si fuéramos culpables de que la selección no sea campeona", se lamentó Batista, tras manifestarse convencido de que Argentina no sumó en todos los años otra Copa del Mundo por pequeños detalles o porque faltó "un poco de suerte". Por último, el "Checho" recordó la promesa que algunos jugadores de aquel equipo hicieron a la Virgen de Luján: "Eramos un equipo humilde y, así como fuimos a Luján, hubiéramos venido a Tilcara ese mismo año, pero nunca hicimos la promesa que se inventó y nos hizo ver, injustamente, mal ante mucha gente".