La altísima demanda de electricidad con temperaturas que llegan a los 47 grados en las horas pico y la falta de lluvias en un norte asediado y al borde de la desesperación por la falta de agua marcan una situación impredecible para los próximos días si las tan ansiadas lluvias de verano no llegan a esa parte de la provincia.
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La altísima demanda de electricidad con temperaturas que llegan a los 47 grados en las horas pico y la falta de lluvias en un norte asediado y al borde de la desesperación por la falta de agua marcan una situación impredecible para los próximos días si las tan ansiadas lluvias de verano no llegan a esa parte de la provincia.
En los últimos tres días las temperaturas se mantuvieron por encima de los 45 grados con una sensación térmica que superó los 50 grados, agravadas por la falta de agua. Pero la interrupción en el servicio eléctrico que se registró tanto el jueves como el viernes hizo que los pozos que abastecen desde el acuífero Yacuy salieran de operación, lo que agravó aún más la situación.
Si bien desde el martes anterior el comité de crisis advirtió que el agua que sale de los grifos no es apta para el consumo humano - puede utilizarse para la higiene personal, limpieza del hogar, lavado de ropa solamente- el comunicado dado a conocer ayer al mediodía generó aún mayor angustia y preocupación en los norteños.
Según el comunicado del Comité de Emergencia Hídrica del departamento San Martín, "la empresa Cosaysa ha informado que no se alcanzó nivel suficiente de caudal y presión en la cisterna de Villa Güemes como consecuencia de las incidencias eléctricas de ayer -por el día jueves- que habrían obstado a la impulsión normal desde el Pozo Yacuy, como también por una obstrucción en la fuente. En consecuencia se encuentra actualmente afectado el servicio de distribución por red del cuadrante céntrico de Tartagal que se abastece del Dique Itiyuro. Hasta el jueves esta provisión estaba restringida al uso sanitario no apto para consumo. Se coordinan acciones para intensificar la provisión de agua con camiones cisterna en la zona mencionada. De manera complementaria, y con colaboración de las autoridades municipales y operadores de asistencia social, se continuará con la entrega de bidones de agua potable en los comedores, merenderos, Centros de Contención Social y de Salud, como también Centros de Detención Penitenciaria y residencias de personas en estado de vulnerabilidad. Personal del Ente Regulador de Servicio Público relevara las causales de las incidencias eléctricas ocurridas ayer 8 de Diciembre y que repercutieron en el servicio de agua potable".
Sin inicio de obras
El Tribuno consultó con fuentes de la propia prestataria del servicio en relación a los 6 pozos que se proyectaron perforar en la zona para aliviar la situación casi terminal del embalse El Limón que abastece el sistema Itiyuro y cuyo acueducto llega hasta la localidad de General Mosconi, pero abastece ese municipio y también a Tartagal y Aguaray.
Desde la propia empresa y pidiendo estricta reserva en su nombre aseguran que a pesar de la situación de absoluto dramatismo que viven cientos de miles de norteños, "las obras de perforación de los 6 pozos previstos para Aguaray, Salvador Mazza, dos en Yacuy y dos en Tartagal no comenzaron.
Tampoco se retomó la obra del acueducto (una obra paralizada hace tres años y que debía transportar el agua desde el acuífero Yacuy hasta la cisterna de Villa General Güemes en Tartagal), ni de la propia cisterna. Están por adjudicar la obra de unos 230 metros del acueducto que trae agua desde el sistema El Aguay (que abastece a las localidades de Campamento Vespucio, Mosconi y Coronel Cornejo) pero la obra tampoco comenzó y es solamente un tramo el que se proyecta reparar; todo lo demás está igualmente inutilizado y las pérdidas de agua por el mal estado de esa línea de conducción son enormes" explicaron las mismas fuentes.
Con muy poca agua potable que los camiones alcanzan a repartir, con escasa agua para higiene no apta para consumo, con una temperatura que cada jornada supera los 45 grados y sin que se inicien las obras prometidas e imprescindibles, los sanmartinianos padecen de la mayor crisis hídrica de la que se tenga memoria. Es una triste postal ver cómo salen a buscar agua de arroyos y vertientes.
Intenso calor y sequía
La distribución de agua en camiones cisterna no alcanza a satisfacer ni mínimamente la demanda de agua de miles de norteños que necesariamente tienen que aguardar la llegada de los camiones para contar con agua para el consumo humano. El resto de los pobladores que pueden hacerlo invierten como nunca antes lo habían hecho en agua envasada para poder pasar los intensos días de calor. Y ya reinan las especulaciones comerciales.
(Corresponsalía Tartagal)