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Fuego: 400 grados centígrados

Domingo, 06 de noviembre de 2022 01:32

Por Enrique Derlindati (*)

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Por Enrique Derlindati (*)

Hablar de fuego siempre genera controversia y conflicto de intereses. Es una herramienta tan antigua como la humanidad y, como toda herramienta, las consecuencias de su uso pueden ser tanto positivas como negativas.

En los últimos años los incendios son, lamentablemente, noticias frecuentes. Noticias sobre miles de hectáreas de ecosistemas nativos devastados por el fuego se volvieron la norma durante la estación seca en gran parte de Sudamérica, y Salta no es la excepción. Desde el domingo, cerca de 200 hectáreas se sumaron a varias de las miles de hectáreas incendiadas desde fines de julio en la provincia.

La importancia de este evento radica en que esta vez fue a metros de la plaza 9 de Julio, centro histórico de la ciudad de Salta.

El cerro 20 de Febrero, reconocido por la maraña de antenas y cables que se ubican en su cima, es uno de los tantos que conforman las serranías del este del Valle de Lerma y se caracteriza por una vegetación boscosa estacional.

Estos bosques corresponden al Chaco Serrano, uno de los ambientes más amenazados, fragmentados y menos representados en la red de áreas protegidas nacional.

Estos bosques se caracterizan por una gran acumulación de hojarasca y ramas secas hacia el final de la estación seca, haciéndolos muy vulnerables a fuegos intencionales o negligentes. El fuego es un fenómeno natural, pero su inicio en nuestros bosques no lo es; la probabilidad de fuegos espontáneos es tan baja que es prácticamente inexistente.

Las consecuencias

Dicho esto, ¿cuáles son las consecuencias directas y a corto plazo de un incendio de esta magnitud?

La consecuencia inmediata y más evidente es la disminución de la cobertura vegetal a corto y largo plazo. Muchas de las especies se encuentran en esta fecha rebrotando o dispersando semillas; en estas condiciones el fuego elimina individuos y reduce el tamaño de los parches boscosos. Los bosques, entre muchas funciones, regulan la temperatura y la retención de agua de lluvia. Su deterioro genera aumento de la temperatura en los alrededores, incrementando el costo energético para la climatización de los hogares cercanos, el consumo de electricidad y, por lo tanto, el costo económico de las facturas de la luz. Esta relación directa es lo que se conoce como servicios ecosistémicos y son los beneficios directos de la conservación de ambientes sobre el bienestar económico, social y cultural de las personas. Otra de las consecuencias es la pérdida de suelo y el aumento de la escorrentía del agua de lluvia. Va a ser importante el aporte de sedimento en las calles y barrios cercanos a los cerros, con el consecuente costo en la limpieza y mantenimiento.

Claramente, el impacto sobre la economía de los ciudadanos y el municipio va a ser importante. De hecho, la utilización de dos helicópteros y un avión hidrante de manera continua genera un costo enorme, sumado al costo ambiental de usar reservas de agua superficial para el combate al fuego. La pérdida de fauna es otra consecuencia, ya sea por acción directa del fuego o por pérdida de hábitats. Inicialmente es probable que tengamos avistajes de fauna en zonas cercanas huyendo del fuego, pero estos elementos valiosos de la diversidad animal serán menos frecuentes a largo plazo. Alternativas turísticas como la observación de fauna se verán directamente restringidas.

Las consecuencias de los incendios, como se ve, son bien conocidas. Es prioridad incorporar la problemática de los incendios en la agenda política de Provincia y municipio. El manejo del fuego debería ser incumbencia de ambiente a través del Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable en un trabajo integrado y coordinado con Defensa Civil. Como vemos, los incendios no solo afectan a bienes e infraestructura humana de forma directa; los impactos son ambientales y tienen un costo económico enorme. Es necesario incorporar en los equipos de trabajo y planificación profesionales del ambiente, especialmente ecólogos y geólogos. Las incumbencias profesionales son claves. A nadie se le ocurriría dejar las acciones legales en manos de un profesional que no sea abogado; bueno, es lo mismo con ambiente. Declarar emergencia ambiental en la provincia es importante siempre que se lleven acciones concretas; la declamación sin acción es lo mismo que nada.

Planificación

Entonces, ¿qué debemos hacer? La palabra clave en estos casos es planificar con bases técnicas fuertes. En este proceso es importante incorporar y desarrollar planes de manejo integrados y a distintos niveles, generar acciones fuertes a través de sanciones eficientes, asociadas a un control efectivo, para detectar a los responsables, incrementar la educación ambiental en todos los niveles educativos como elemento clave en los contenidos curriculares, y responder con planes de remediación y restauración ecológica para recuperar la funcionalidad y los servicios ecosistémicos perdidos. El fuego es un problema cuando se usa irresponsablemente. Ya lo dijo Ray Bradbury en Fahrenheit 451: "Quema todo, quema todo. El fuego es brillante y el fuego es limpio".

La temperatura de ignición de la madera es de 400 grados centígrados. Muy pocos organismos resisten esa temperatura. Por eso es que el fuego es un problema cuando se usa irresponsablemente.

* Doctor en Ciencias Biológicas, investigador y docente de Biología de la Conservación de la Facultad de Ciencias Naturales de la UNSa.

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