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"Tenemos que llegar al 100 % de usuarios con medidor para saber a dónde se va el agua"

Jueves, 24 de noviembre de 2022 02:31

En días marcados por las altas temperaturas y la delicada situación de miles de salteños que no tienen agua o sufren cortes constantes, el gerente de operaciones de Aguas de Norte respondió sobre los problemas estructurales de un sistema de abastecimiento deficiente. Atribuyó la crítica realidad que se vive en el norte a la sequía y asoció las dificultades en la capital con pérdidas en redes de distribución obsoletas.

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En días marcados por las altas temperaturas y la delicada situación de miles de salteños que no tienen agua o sufren cortes constantes, el gerente de operaciones de Aguas de Norte respondió sobre los problemas estructurales de un sistema de abastecimiento deficiente. Atribuyó la crítica realidad que se vive en el norte a la sequía y asoció las dificultades en la capital con pérdidas en redes de distribución obsoletas.

Distintos sectores de la provincia están con graves problemas en el servicio de agua ¿Cuánto tiene que ver con la sequía que atraviesa Salta y cuánto con problemas estructurales del sistema?

El panorama que tenemos en la provincia es crítico. Los dos lugares donde mayores dificultades tenemos son la capital y el departamento San Martín. Son dos problemáticas con connotaciones parecidas pero son distintas.

En Capital, el sistema de abastecimiento de agua potable tiene gran cantidad de pozos, casi 180. Son perforaciones, captaciones profundas, a 150 o 250 metros. De ahí estamos tomando el agua. En Capital eso se combina con acueductos y captaciones de agua superficial. Capital tiene muchas más oportunidades de sobrellevar la falta de agua ante la sequía y los mayores consumos de agua por las altas temperaturas.

En Tartagal y el departamento San Martín el principal abastecimiento es a partir del dique Itiyuro y el río Caraparí, que es el afluente de este dique. Desde ahí se abastecen aproximadamente 130 mil o 140 mil habitantes de todo lo que es Aguaray, Tartagal, Mosconi y los que están, por la ruta 34, desde Salvador Mazza hasta General Mosconi.

El acueducto de Itiyuro es la principal fuente de abastecimiento y produce aproximadamente 1.200 metros cúbicos por hora. Un metro cúbico son mil litros. El dique Itiyuro actualmente está prácticamente sin agua. Y el dique El Limón, que es aledaño al Itiyuro y forma parte del mismo sistema de embalse, ha descendido un metro y medio y debe tener 40 o 50 centímetros en la parte más profunda. Está con muy poco caudal. Eso produjo que el sistema de potabilización de la planta de Itiyuro trabaje a un 50 por ciento. De los 1.200 metros cúbicos ha pasado a 600 y, de 24 horas de operación, ha pasado a 12.

La principal fuente de abastecimiento hoy ha disminuido un 60 o 70 por ciento su capacidad de producción. También, en el caso de Tartagal, se abastece con una planta potabilizadora y con pozos que hemos realizado en los últimos meses. Hay tres nuevos pozos en Tartagal y eso colabora para que la situación esté contenida, a pesar de que es crítica. De alguna manera tenemos dónde cargar camiones para asistir a los usuarios en forma continua. Al no poder abastecerlos por red, ponemos a disposición un sistema de camiones. Tenemos actualmente 23 camiones y, a través de un convenio con el Ejército, ellos están derivando vehículos para cubrir los sectores más críticos. En el caso de Tartagal, es el micro y macro centro.

Entonces, para el norte no hay otras soluciones más que esperar a que llueva.

No tenemos soluciones hasta ahora. La principal fuente de abastecimiento, que es de captación superficial, que es la del Itiyuro, está prácticamente seca. El caudal que aporta el río Caraparí al sistema del dique Itiyuro y El Limón es muy bajo y la reserva de los embalses se está agotando prácticamente. Ya hay muy poca agua de reserva.

¿Hay alguna obra con la que se pueda remediar esto?

Estamos en un plan de obras muy fuerte. En la zona del departamento San Martín hay aproximadamente 43 obras y una inversión del orden de los 3 mil millones de pesos. Son proyectos que tienen que ver con nuevas captaciones, acueductos y con tratar de administrar el recurso natural de la mejor manera. Hay recambio de cañerías para evitar pérdidas. Con eso pensamos que vamos a ir moderando y resolviendo el problema.

La situación que estamos atravesando es de bajantes extraordinarias y sequía extrema. Eso no tiene antecedentes. Hace más de 50 años que no ocurría. Todos los años a partir de julio empiezan a disminuir los acuíferos, pero nunca hemos llegado en la zona del departamento San Martín a tener esta situación extrema de falta de agua. Las dificultades que teníamos anteriormente eran por la infraestructura, que no era adecuada. Ahora estamos trabajando fuertemente en mejorar la infraestructura de acueductos, redes y plantas potabilizadoras y pozos.

En Salta capital hay más abastecimiento con pozos pero son muchos los problemas

Estamos trabajando en recambio de cañerías en distintos sectores como Tres Cerritos, Manjón, Villa Mónica, y San Bernardo. Hemos venido haciendo mediciones en las que hemos determinado un alto nivel de pérdidas de agua. Un 40 o 50 por ciento del agua que producimos se pierde.

Reemplazando cañerías no necesitaríamos tener más fuentes de abastecimiento. El problema hoy es administrar la demanda, que no está bien administrada porque hay infraestructura obsoleta. Esa es la política en Salta, donde hay una problemática muy distinta a la del norte. En Salta disminuyeron los caudales como todos los años para esta época pero la cantidad de agua es suficiente para abastecer a todos los sectores.

Hace más de 20 años que no se hacen inversiones de envergadura en agua y saneamiento. Actualmente, desde la Provincia y Aguas del Norte estamos llevando adelante 233 obras con una inversión de 14.700 millones de pesos. Esto es histórico. Con esto no se resuelve el problema definitivamente, pero estamos en el camino indicado. En el corto plazo, en el próximo año seguramente, muchos de nuestros usuarios van a sentir un cambio importante en la prestación del servicio.

Son décadas sin inversión y la gente tiene la idea de Aguas del Norte como una institución con un directorio en el que los integrantes tienen ingresos similares a los de un ministro o gobernador mientras a los barrios tienen que llevar agua en camiones...

El directorio de la empresa es ad honorem. La decisión del gobernador, de poner en el directorio al ministro de Infraestructura Sergio Camacho, el ministro de Economía Roberto Dib Ashur y el secretario de Recursos Hídricos Mauricio Romero es estratégica porque son las tres patas que necesita la empresa.

Las 233 obras y los 14 .700 millones de inversión se vienen gestionando desde 2020. Una parte de esos fondos es provincial y otra es financiamiento internacional y de la Nación.

Los lineamientos que tenemos hoy son claros. La empresa no tiene fines de lucro. No factura ni tiene un régimen tarifario violento o agresivo. Hay un retraso en el incremento de tarifas de Aguas del Norte de hace más de un año. No hablamos de eso. La empresa habla de los problemas que tiene el servicio y las soluciones que se van a dar. No tenemos fines de lucro.

¿Cuántos usuarios tienen medidores?¿ Se piensa en aumentar la cantidad?

No queremos poner medidores de agua para facturar más. Si los ponemos es para controlar los consumos. Es necesario medir para controlar. Nosotros tenemos un 50 de agua no contabilizada, quiere decir que es agua que se pierde y no sé dónde está. Sé que la pierdo porque produzco 100 litros en la fuente de captación y con eso abastezco al 50 por ciento de lo que debería abastecer. Quiere decir que estoy perdiendo. Para tener el detalle de dónde pierdo el agua, tengo que medir en distintas etapas del el proceso. En cada domicilio tengo que tener un micromedidor.

Hoy tenemos un 30 por ciento de los usuarios con servicio medido. Tenemos que llegar al 100 por ciento de servicio medido, pero no con el objetivo de facturar más sino de medir dónde se va el agua. Muchas casas tienen pérdidas en la instalación interna y el usuario no lo sabe porque no aflora a la superficie. Entonces tienen baja presión. Si pongo un medidor, voy a poder medir cuánto consume y le puedo avisar si tiene una fuga.

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