Alejandro regresa a su pueblo en contadas ocasiones porque su trabajo diario le demanda muchas horas y jornadas que no respetan días feriados ni fines de semana. Y es que desde adolescente abrazó una profesión tan difícil que hacer de ella su medio de vida le llevó muchos años. Hoy su trabajo es estable y como toda persona que se dedicó a propiciar y a difundir el arte, quiere ir por mucho más, porque si algo caracteriza a estos profesionales es que no saben lo que es quedarse estancados, encontrar su propio techo porque saben que siempre se pueden lograr más cosas.
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Alejandro regresa a su pueblo en contadas ocasiones porque su trabajo diario le demanda muchas horas y jornadas que no respetan días feriados ni fines de semana. Y es que desde adolescente abrazó una profesión tan difícil que hacer de ella su medio de vida le llevó muchos años. Hoy su trabajo es estable y como toda persona que se dedicó a propiciar y a difundir el arte, quiere ir por mucho más, porque si algo caracteriza a estos profesionales es que no saben lo que es quedarse estancados, encontrar su propio techo porque saben que siempre se pueden lograr más cosas.
"Me fui de Tartagal cuando salí del secundario; elegí una ciudad y una carrera y ninguna funcionó, así que cuando me enteré que en Córdoba podía estudiar la carrera de cine no dudé ni un minuto. En 2005 comencé a trabajar en producciones y eso fue lo primero que hice en materia audiovisual". Alejandro hizo todo el recorrido y pasó "por una agencia de modelos que organiza eventos muy importantes y allí estuve 10 años consecutivos. Pasé a una productora que es una de las más importantes del interior del país; hacemos varios productos, inclusive en alianza con Direct TV y me toca estar ahí en un magazine que tiene muchísima llegada. Estamos haciendo programas grabados -enlatados le decimos- y desde la cuarentena estoy como director de cámaras".
"Veo las series, los trhillers que se hacen en la frontera entre México y EEUU o de otros países de Latinoamérica y creo que nuestro norte no ha sido explorado desde el arte, a pesar que tiene un potencial enorme".
En el año 2021, recuerda Alejandro, "dirigía 17 programas porque estábamos con nuestros productos en diferentes canales de televisión. Era muy llamativo porque en la misma franja horaria era como que competíamos con nuestros propios productos en diferentes medios. Con esto de la pandemia alcanzamos un avance que, capaz, si no hubiésemos tenido esa experiencia global todo se hubiese retrasado varios años. El Zoom por supuesto que ya existía, pero en los programas de televisión se usaba poco. Llegó el punto en que teníamos una sola persona en el estudio con los camarógrafos ubicados a una distancia prudente con barbijos y todo lo que indicaban los protocolos y ese conductor haciéndole una nota al actor de La Casa de Papel o de la serie El Chapo".
El potencial del norte
Alejandro sigue mucho a las páginas digitales de medios de la provincia. "Me gusta estar informado de lo que pasa en Salta y sobre todo lo que sucede en mi pueblo porque me siento auténticamente tartagalense. Yo me crié en un estudio de radio porque mi padre, Rudy Pulido, me llevaba a la vieja LW 2 Radio Tartagal desde que tengo uso de razón. Yo era un nene de pocos años y sabía que cuando se encendía la lucecita roja había que quedarse calladito. Me nutrí del ambiente de los medios de comunicación y por eso mi pasión, mi entrega total a este trabajo que amo. El hecho que mi madre haya sido una docente tan reconocida en Tartagal, pero sobre todo tan dedicada a cultivarse, también despertó en mi ese amor por el conocimiento y todo me sirve para el trabajo que realizo todos los días".
Para el tartagalense, sin embargo, quedan muchísimas cosas pendientes por concretar porque con 40 años de edad es casi como que recién comienza a transitar el camino audiovisual. "¿Personalmente con qué sueño? Con hacer una película en el norte de mi provincia, que tiene tanto potencial para crear una buena historia. El norte tiene un plus que no hay en otro lugar de la Argentina como es el hecho de ser frontera con Bolivia donde se vive otro mundo. Veo las series, los trhillers que se hacen en la frontera entre Méjico y EEUU o de otros países de Latinoamérica por ejemplo y creo que nuestro norte no ha sido explorado desde el arte, a pesar que tiene un potencial enorme", se entusiasma Alejandro que quisiera "ir desde el guión de una buena película ambientada en este lugar de la Argentina y, por supuesto, dirigirla". (Corresponsalía Tartagal)