La precariedad laboral y el desempleo son flagelos cada vez más presentes entre los jóvenes y es un reflejo de la crisis económica y social que vive la Argentina. Solo el 33% de las personas entre 25 a 29 años con secundaria completa contaba el año pasado con un trabajo formal de 30 o más horas semanales, según un informe nacional que publicó el Observatorio de Argentinos por la Educación y Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), con datos del Indec. La situación es peor para quienes no terminaron el secundario: solo el 9% de ellos, de la misma franja etaria, consiguió un empleo de calidad en 2021.
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La precariedad laboral y el desempleo son flagelos cada vez más presentes entre los jóvenes y es un reflejo de la crisis económica y social que vive la Argentina. Solo el 33% de las personas entre 25 a 29 años con secundaria completa contaba el año pasado con un trabajo formal de 30 o más horas semanales, según un informe nacional que publicó el Observatorio de Argentinos por la Educación y Cippec (Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento), con datos del Indec. La situación es peor para quienes no terminaron el secundario: solo el 9% de ellos, de la misma franja etaria, consiguió un empleo de calidad en 2021.
El estudio da cuenta de que en los últimos 15 años el acceso de los jóvenes al trabajo de calidad viene en picada. Por ejemplo, en 2006 el 40% de quienes tenían 25 a 29 años con secundario completo tenía un empleo de condiciones dignas.
En Salta la situación es peor, ya que históricamente cuenta con una tasa menor de egresados de la educación formal que la media nacional y es una de las provincias con mayor trabajo informal, entre otros factores estructurales que derivan en la menor disponibilidad de empleos de calidad.
La última información disponible del Indec, desagregada por distritos, señala que en 2020 tres de cada diez salteños de entre 20 a 24 años no terminó la secundaria en la capital provincial y municipios colindantes.
Consultada para esta nota, la presidenta del Ente de Desarrollo Económico de la Municipalidad de Salta, Guadalupe Blanco, quien entre otras áreas tiene a cargo la Oficina de Empleo, coincidió sobre la pocas chances de oportunidades laborales para los jóvenes.
"Hay dos factores que influyen. Uno es que estaría faltando en los jóvenes la cuestión de formación, por eso se acompaña tanto desde la Municipalidad en ese sentido, y por otro lado tras la pandemia hubo una baja enorme de pymes y obviamente la oportunidad de trabajo es mucho más compleja que en años anteriores", dijo la funcionaria.
Consideró, además, que en muchos casos la formación de los jóvenes en la secundaria no va de la mano de la demanda de la oferta de trabajo. "Hay un cambio en cuanto a la búsqueda de empleo y tal vez la secundaria se está quedando fuera de estos paradigmas, con temas de tecnología, programación y demás", señaló.
En expansión
La caída en el empleo juvenil tiene como contracara el crecimiento de la cantidad de egresados de la secundaria. De acuerdo al informe de Argentinos por la Educación y el Cippec, en el período 2003-2021 el sistema educativo se expandió. La proporción de adolescentes de 13 a 17 años fuera de la escuela cayó del 9,5% en 2003 al 3,4% en 2021: una caída de 6 puntos porcentuales. En el mismo período, la proporción de escolarizados en el nivel secundario aumentó 14 puntos porcentuales. En 2021 el 92% de los adolescentes de entre 13 y 17 años asistían al nivel secundario.
También creció el porcentaje de graduados del nivel: la proporción de jóvenes que completaron la secundaria aumentó 14 puntos porcentuales entre 2003 y 2021. En 2021 tenían título secundario el 66,8% de los y las jóvenes de 18 a 24 años y el 72,3% de los y las jóvenes de 25 a 29 años. Estas cifras rondaban el 60% en 2003.
Inequidad
La desigualdad de oportunidades entre géneros también se presenta en el campo laboral de las y los jóvenes. La proporción de mujeres que acceden a trabajos de calidad es considerablemente menor que la de los varones.
Durante el año pasado, entre los jóvenes de 25 a 29 años con título secundario, el 48% de los varones tenían un empleo de calidad, mientras que la cifra caía al 16% entre las mujeres. Significa una brecha de 32 puntos. La asimetría se mantiene entre quienes no tienen título secundario: el 15% de los varones de 25 a 29 años con secundaria incompleta acceden a un empleo de calidad, mientras que la cifra cae al 2% entre las mujeres.
Todo esto pese a que las mujeres completan el nivel secundario en mayor proporción. El 71% de las mujeres de 18 a 24 años tienen título secundario, mientras que la cifra cae al 62% entre los varones de la misma edad.