En el marco del Día Mundial de Concientización sobre la Parálisis Cerebral, que se conmemora mañana, 6 de octubre, el neurólogo infantil Alberto Espeche comentó que 2 a 3 niños cada mil nacidos tienen esta situación y aseguró que "es un problema de salud pública".
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En el marco del Día Mundial de Concientización sobre la Parálisis Cerebral, que se conmemora mañana, 6 de octubre, el neurólogo infantil Alberto Espeche comentó que 2 a 3 niños cada mil nacidos tienen esta situación y aseguró que "es un problema de salud pública".
El responsable de la Unidad de Gestión de Neurología del Hospital Público Materno Infantil señaló que la parálisis cerebral es un trastorno, no una enfermedad en sí misma, e insistió en que "ya no se habla más de parálisis cerebral", sino de trastorno motor crónico.
Este trastorno neurológico se caracteriza por una alteración de tono, postura y movimiento, que se produce como consecuencia de una lesión en el sistema nervioso central de un cerebro en desarrollo, es decir, de bebés hasta los dos años de edad.
Este trastorno se clasifica de acuerdo con el compromiso motor que predomina en el paciente: si es de un solo lado del cuerpo, en los cuatro miembros o en los miembros inferiores, por ejemplo.
El médico explicó que esta situación es "bastante frecuente" en Salta, en particular, y en la Argentina, en general. Observó que se da más en poblaciones rurales o en sectores sociales con menos acceso al sistema de salud, donde es más común que haya controles de embarazos deficientes o una atención del recién nacido más precaria.
"Somos un país en vías de desarrollo y tenemos más problemas durante el parto que los países desarrollados. Tenemos más sectores rurales y menos favorecidos: eso aumenta los riesgos", observó.
Espeche aseguró que "se trata de mejorar", pero observó que "hay disminución de recursos en Salud Pública" y que las poblaciones resultan "socialmente afectadas" por la situación económica del país.
Mencionó que es clave mejorar los sistemas de salud "en los sectores sociales menos favorecidos" y apoyar a instituciones como Hirpace, a la cual consideró como un "modelo en el norte". Señaló que allí no dan abasto con todos los pacientes que tienen y que es necesario crear instituciones que complementen el trabajo que realizan.
Espeche reveló que en todo el país hay 350 neurólogos infantiles y que en Salta son 7, de los cuales 5 se formaron en el Hospital Público Materno Infantil.
En este centro sanitario, hacen diagnóstico de trastorno motor crónico y ven complicaciones de los pacientes, pero no realizan tratamientos.
Espeche comentó que los niños con este trastorno suelen tener comorbilidades: a causa de las lesiones cerebrales, algunos también tienen epilepsia, discapacidad intelectual, trastornos de alimentación o respiratorios y más riesgo de tener problemas auditivos, dentales y/o de vista.
El especialista planteó que es importante tener una atención obstétrica adecuada, un embarazo controlado de la madre y un servicio de salud capacitado lo más cerca posible de los lugares donde va a haber un parto. Señaló que es clave derivar a los pacientes de riesgo a servicios de neonatología y terapia neonatal, tener buena vacunación, control de presión arterial y control de infecciones en embarazadas.
"Lo importante son los controles de embarazo, los controles pediátricos mensuales en los primeros años de vida, completar el carnet de vacunación y tener seguimiento de neurodesarrollo para hacer controles tempranos", remarcó.
"Entre los dos y tres años de edad, hay que cuidar bien el cerebro, con buena nutrición, buena vacunación y un sistema de salud completo", enfatizó.
Espeche señaló que las lesiones cerebrales pueden producirse antes del nacimiento, durante el parto o en los primeros años de vida. Durante el embarazo, puede ser por una malformación cerebral o una infección congénita prenatal. Durante el parto, puede suceder si el bebé sufre falta de oxígeno en el cerebro. Luego de nacer, puede ser por una hemorragia, en el caso de ser prematuro, una meningitis o un accidente cerebrovascular.
El referente observó que la causa más frecuente es la disminución de oxígeno y sangre en el cerebro por complicaciones en el parto o por controles inadecuados durante el embarazo.
En bebés prematuros extremos, hay más riesgo: aquellos que pesan menos de 1.500 gramos y, más aun, aquellos que pesan menos de 1.000 gramos.