Javier Silvera es salteño y vicepresidente primero de la Federación Argentina de Béisbol, en una etapa histórica para los peloteros del país, quienes tuvieron la posibilidad de participar por primera vez del PreClásico Mundial, cuyos resultados sorprendieron a propios y extraños en Panamá.
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Javier Silvera es salteño y vicepresidente primero de la Federación Argentina de Béisbol, en una etapa histórica para los peloteros del país, quienes tuvieron la posibilidad de participar por primera vez del PreClásico Mundial, cuyos resultados sorprendieron a propios y extraños en Panamá.
Es por eso que una de las autoridades más importantes de la FAB dialogó con El Tribuno sobre esa experiencia, los ajustes que se debe hacer tanto a nivel nacional como provincial y la importancia de Salta en esta disciplina.
¿Cómo fue el proceso de invitación al clasificatorio?
Con todos los antecedentes de años de desarrollo del béisbol argentino, hicimos contacto con gente de la Major League Baseball en la búsqueda de que la Selección argentina pueda ser parte del clasificatorio 2025 al World Baseball Clasicc. En estas reuniones tuvimos buenas sensaciones que nos daban la esperanza y en junio de este año, la organización del WBC nos confirmó la participación vía telefónica, pero no para el 2025 sino para el de este año.
Nos encontramos a contrarreloj, con menos de cuatro meses para preparar el torneo más importante en la historia del béisbol argentino. En este corto tiempo que teníamos tuvimos que armar el equipo de trabajo y nos pusimos en campaña como primera medida en designar el cuerpo técnico que debía cumplir con ciertos requisitos y ser aprobados por el WBC.
Pensamos en Rolando Arnedo y en Marcelo Alfonsín, quienes conocen la realidad del béisbol argentino y tienen el plus de trabajar para organizaciones de la MLB. Esto nos garantizaba que el resto del equipo pueda ser el staff de la Federación y no que nos pusiera la organización. Técnicos con salarios que para nosotros serían imposibles de pagar. Y además de Arnedo y Alfonsín, el staff estuvo integrado por Gabriel Sansó, Federico Bisbal, Eduardo Capdevila y Nicolás Solari.
¿Cómo fue codearse con la MLB y con países como Panamá y Nicaragua que tienen al béisbol como su deporte principal?
Fue una experiencia increíble no solo para los jugadores sino para los dirigentes que tuvimos la suerte de estar en Panamá. El torneo se jugó en el emblemático Rod Carew, un estadio para 27 mil personas. El campo de juego parecía una mesa de billar con gente súper capacitada. Nos brindaron pelotas, bates, cascos, equipos de cátcher y bolsos, además de tener a gente de la organización a nuestra disposición.
¿Ellos sabían sobre el nivel argentino o quedaron sorprendidos?
Pienso que ellos creían que nuestro nivel demostrado en los torneos Sudamericanos de mayores y en los PreMundiales del U23 alcanzaba para competir, pero estoy seguro que no se esperan el nivel demostrado.
Si estaba dentro de los planes ganarle a Pakistán, sabíamos que contra Panamá iba a ser casi imposible y que con Nueva Zelanda iba estar muy duro. Hasta ahí la gente de la MLB ya estaba más que conforme con nuestra participación, destacando el temple y coraje de los jugadores argentinos. Sin embargo el juego contra Nicaragua no estaba en los planes de nadie, solo de nosotros.
¿Qué significa como salteño tener a varios peloteros de la provincia en Los Gauchos?
Que los entrenadores pensaran en Lucas Ramón para ser el pitcher abridor contra Pakistán, el juego más importante por ser el equipo a ganar y por ser el debut en el clasificatorio, fue un orgullo; que Exequiel Talevi fuera el mejor bateador argentino en el torneo, fue un orgullo; que José Gerez fuera el cátcher contra el poderoso Panamá fue un orgullo; que Nicolás Alvarado entrara en el momento más complicado contra Nicaragua y que con total soltura se robara la base, fue un orgullo; que Lucas Rementería, con 17 años, fuera el jugador más joven del torneo, fue un orgullo y que Diego Echeverría, con cientos de batallas bajo sus hombros, haya volcado toda su experiencia con los más jóvenes del plantel, fue un orgullo. Además de contar con tres de los seis entrenadores, esto también fue un orgullo.
¿Es una casualidad tener a tantos peloteros de nivel o hay una fuerte inversión provincial?
Mi mayor preocupación hoy es lograr que peloteros, entrenadores, dirigentes y funcionarios entiendan la importancia de que Argentina haya participado del clasificatorio. Esta oportunidad que surgió la tenemos que hacer propia y trabajar para que Salta sea la verdadera capital del béisbol argentino. Desde hace años hay apoyo desde la provincia para participar de los distintos torneos nacionales que ayudan, pero no son suficientes. Para darte un ejemplo en la Secretaría de Deportes solo tenemos dos escuelas de iniciación deportivas de béisbol, no quiero preguntar cuántas hay de fútbol. Personalmente creo que son innecesarias. Pero decir que culpa del estado no avanzamos sería mentirnos y sacarnos el sayo que nos corresponde. Debemos mostrar más seriedad para convencer al gobierno de que invertir en el béisbol no es tirar dinero. Este cambio solo lo lograremos desde adentro hacia afuera.
El ministro Mario Peña anunció hace unos meses atrás una renovación del campo de juego que está dentro del Parque del Bicentenario. Estamos a la espera que se haga efectivo.