Tras la emotiva despedida del pasado domingo en el Monumental, Marcelo Gallardo, luego de uno de sus últimos entrenamientos como director técnico de River, se dio este jueves el lujo de volver a calzarse los botines para jugar al fútbol, como en sus viejos tiempos con la "10" en su espalda, y lo hizo en el marco de un partido amistoso informal junto a los integrantes de su cuerpo técnico, frente a las autoridades de la UEFA, que están de visita en la Argentina.
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Tras la emotiva despedida del pasado domingo en el Monumental, Marcelo Gallardo, luego de uno de sus últimos entrenamientos como director técnico de River, se dio este jueves el lujo de volver a calzarse los botines para jugar al fútbol, como en sus viejos tiempos con la "10" en su espalda, y lo hizo en el marco de un partido amistoso informal junto a los integrantes de su cuerpo técnico, frente a las autoridades de la UEFA, que están de visita en la Argentina.
Luego de dirigir la práctica de cara al partido con Racing, el director técnico más ganador en la historia del club se dio el lujo de jugar y de derrochar magia, como en sus mejores épocas.
Junto a su cuerpo técnico, Marcelo Gallardo jugó en el predio que River posee en Ezeiza contra unos particulares rivales: las máximas autoridades de la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol, entre los que se pudo ver a su presidente esloveno Aleksander Čeferin.
Además del Muñeco, el millonario formó con Matías Biscay y Hernán Buján (ayudantes de campo), César Zinelli (preparador físico), Matias Ghirlanda (jefe de prensa), Marcelo Pichi Escudero, Hernán Diaz, Jonathan La Rosa (entrenador de la reserva y cuñado de Gallardo, que marcó un doblete) y otros empleados del club.
Por parte de la UEFA, Ceferin conformó un equipo con varios compatriotas y ganó el partido por 6-2.