El exponencial crecimiento de las inversiones mineras en la Puna salteña en los últimos años puso en evidencia el gran déficit que existe en la provincia, y en especial en esa zona, sobre la falta de mano de obra calificada para trabajar en los proyectos que se desarrollan. Es evidente que no hubo previsión en la preparación de un plan educativo que apunte a los empleos que ahora ofrece y ofrecerá por miles la minería.
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El exponencial crecimiento de las inversiones mineras en la Puna salteña en los últimos años puso en evidencia el gran déficit que existe en la provincia, y en especial en esa zona, sobre la falta de mano de obra calificada para trabajar en los proyectos que se desarrollan. Es evidente que no hubo previsión en la preparación de un plan educativo que apunte a los empleos que ahora ofrece y ofrecerá por miles la minería.
Si bien el Gobierno provincial, las universidades y las cámaras empresarias empezaron a dictar talleres y mejorar la oferta de capacitación sobre la actividad, la realidad es que en muchos casos las empresas no consiguen trabajadores especializados locales.
Atentos a esa demanda, los legisladores de Los Andes recogieron el guante y están impulsando la creación de un programa de educación terciaria. La semana pasada, el senador Leopoldo Salva y la diputada Azucena Salva organizaron un encuentro con empresarios mineros y autoridades de Educación de la Provincia para avanzar en una oferta de formación acorde a las actuales necesidades, no solo mineras sino también relacionadas con el turismo.
"La educación y la minería son parecidas, porque siempre se pretende la articulación pensando a muy largo plazo. Los chicos que hoy están entrando en el secundario son posiblemente los que estarán trabajando con las empresas en el futuro", dijo Facundo Huidobro, representante de la Cámara de la Minería de Salta y gerente de Mansfield, quien estuvo en la reunión.
"Lo que estamos buscando es una inclusión efectiva en el circuito de empresas privadas, no solamente en el tema minero, también estamos hablando en la parte del turismo, el agro, todo el abanico que se abre", agregó el geólogo.
En la reunión del lunes también participaron el intendente de San Antonio de los Cobres, Alberto Carral; el subsecretario Educación y Empleo, Diego López Murillo; el director general Educación Superior, Carlos Díaz Vicedo; otros referentes de empresas mineras, de comunidades originarias, concejales de San Antonio de los Cobres y directivos de establecimientos educativos puneños.
"La idea es consultar a las empresas qué es lo que necesitan para planificar la oferta educativa con el Ministerio de Educación", explicó Salva.
Señaló que desde las empresas solicitan "carreras innovadoras". Mencionó, como ejemplo, tecnicaturas vial, de perforación o en Geología.
"Son ideas innovadoras que tenemos que analizarlas para armar un plan educativo, más que nada de terciario, en San Antonio de los Cobres", indicó el legislador.
El director general de Educación Superior de la Provincia manifestó que se trabajará en el análisis de cada carrera "para satisfacer las necesidades del mercado laboral, pero sin saturarlo, con formación específica en minería y en actividades de apoyo, como técnicos químicos y de laboratorio, por ejemplo, tanto de modo presencial como con tecnicaturas a distancia".
"Para ello se debe relevar infraestructura, docentes e interés de la población de la zona", recalcó.
Secundaria
En la jornada, el director del colegio Sagrado Corazón de Jesús de San Antonio de los Cobres, Wilfredo Calpanchay, planteó que se debería dar de baja el régimen de verano que rige para esa secundaria (allí las clases arrancan en enero). Solicitó, además, financiamiento para incorporar a contraturno capacitación en informática, programación y robótica para alumnos de los últimos años del establecimiento.
Hizo hincapié en la alta deserción escolar que existe en San Antonio, lo que deriva en desempleo.
En esa línea, El Tribuno tuvo acceso a dos bases de datos de habitantes puneños que se postulan para trabajar en minería y que suman más de 1.500 personas. Entre ellas solo la mitad tiene secundario completo y un pequeño porcentaje cuenta con estudios terciarios o universitarios.