Mediante un comunicado que lleva la firma de su presidenta, licenciada Rebeca Loutaif, el Centro de Obrajeros del Norte se manifestó en contra de la decisión del Gobierno nacional de cerrar las exportaciones de carne.
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Mediante un comunicado que lleva la firma de su presidenta, licenciada Rebeca Loutaif, el Centro de Obrajeros del Norte se manifestó en contra de la decisión del Gobierno nacional de cerrar las exportaciones de carne.
"Estamos muy preocupados desde el sector foresto industrial por la medida anunciada en estos días por el Gobierno nacional de suspender las exportaciones de carnes por 30 días", dice el escrito.
Consultada al respecto, Loutaif manifestó que algunos "se podrán preguntar qué tiene que ver el cierre de las exportaciones de la carne con la actividad maderera, pero claramente, en la economía existe una interrelación de factores de producción que indefectiblemente, cuando se altera uno de ellos afecta a todos los demás, ya sea en forma directa o indirecta".
"Nuestra actividad forestal en el NOA se asienta principalmente en las maderas nativas y una gran parte de estas tienen como destino el sector ganadero a través de postes, varillas, bretes, mangas, tranqueras, en fin, una variedad de productos que necesitan proveerse y son fabricadas con nuestras maderas y con mano de obra de la zona", amplió la dirigente norteña.
La joven profesional tildó a esta decisión del Gobierno nacional como de "inconsulta, arbitraria y carente de todo sentido. También nos afecta y genera más desempleo y pobreza en nuestra economía regional. La inflación y la pobreza se combaten con producción y empleo", recordó.
La industria, a media máquina
Rebeca Loutaif informó, en otro orden, sobre la situación económica que viven en la región y cómo hacen frente a la situación actual.
"El Centro de Obrajeros de Orán tiene en la actualidad 26 empresas asociadas. Cinco de aprovechamiento forestal, unos 15 aserraderos nucleados en el CON y otras seis industrias de trasformación, como fábricas de muebles, aberturas y piso", detalló.
Y amplió puntualizando que la actividad forestal "es reconocida en la provincia de Salta por el aprovechamiento de los bosques nativos, conformados por bosques y selvas húmedas (las yungas) y bosques secos (chaqueños)".
En el marco de la cuarentena, explicó que "en el segmento de aprovechamiento forestal están trabajando para los aserraderos y el sector de base de maderas está trabajando solo un 60% y las empresas de transformación están cerradas", dijo.
En este contexto, consideró que "a nivel local se necesita asistencia financiera a tasa cero, con destino a pagar sueldos y adquirir capital de trabajo y diferimiento de pago de impuestos por 180 días".
La industria maderera provee todo tipo de elementos para el campo. Pero al mismo tiempo hay demanda insatisfecha de madera a nivel mundial, y si le cierran las exportaciones a algún sector todos los otros productores se sienten amenazados y piensan que el Gobierno les pueden cerrar el negocio a ellos también.
Por eso, desde la cámara maderera llevan adelante algunas acciones, como recomendar a los asociados la aplicación del protocolo COVID-19, retransmitir la información de índole tributaria financiera enviada por la federación (Faima) y abrir posibilidades para que los socios puedan consultar permanentemente al Centro de Obrajeros del Norte.
"Hay que estar cerca de los socios", dijo, como principal desafío de estos tiempos.
Por otra parte, el Centro lleva adelante acciones conjuntas con otras entidades o instituciones locales, como la Cámara de Comercio y la Asociación de Productores de Hortalizas, para encontrar alternativas económicas en el marco de la cuarentena.
"Todo eso tiene un correlato con que hay demanda insatisfecha de madera en el mundo, por lo que el precio internacional es alto y se está exportando una buena cantidad de productos, lo que hace, de forma parodójica, que haya poca madera en el mercado local", finalizó.