Koyote fue, sin lugar a dudas, el club que propulsó el vóley en Salta con sus participaciones nacionales, tanto en masculino como en femenino.
Ivana Martínez, exjugadora de Koyote y hoy chofer de colectivo en el corredor 8, recuerda como fue la época de gloria del vóley salteño.
“Para mi punto de vista, antes se llegó a un pico máximo en el vóley de Salta, antes no se nos daba tanta importancia pero sin embargo con el correr de los años lo nuestro sí fue histórico. Yo noto que antes era mucho más la competencia, los jugadores y jugadoras se dedicaban más al vóley, pero a medida que pasó el tiempo cambiaron las cosas”, remarcó Martínez que se desempeñó en la posición de punta receptora.
Para Martínez, el haber participado en ligas nacionales con Koyote no solo le permitió a la provincia crecer en esa disciplina en aquel momento, sino también personalmente ya que luego de jugar en el equipo salteño fue contratada por un equipo de Buenos Aires.
“Jugaba acá, en Rosario de Lerma, de donde soy y Alejandro Giménez me llevó a jugar a Koyote. En las ligas competimos contra River, Boca, Vélez y eso nos permitió sumar experiencia y crecer en el nivel”, le comentó Martínez a El Tribuno, para luego remarcar como continúo su carrera: “Jugué en Náutico de Zárate, Buenos Aires, dos temporadas, volví a Salta y jugué los Juegos Transandinos”.
A sus 35 años de edad, Ivana Martínez mantiene el amor por el vóley y si bien se retiró profesionalmente el año pasado, sigue prendida a cualquier torneo “relámpago” que pueda disputar.
“Más allá de mi retiro, una nunca deja de jugar, este año me hablaron para jugar en Bancario, pero con todo esto de la pandemia y de mi trabajo se me complica cumplir”.
Justamente referido a su situación laboral, Martínez contó como es su experiencia como chofer de colectivo.
“Hace cuatro años que trabajo como chofer de colectivo, obviamente fue un desafío pero más que nada por la gente que no tenía confianza, ya que ve una mujer al volante y tiene sus dudas, pero después uno trata de hacer lo mejor. Ahora con la pandemia del coronavirus no viaja mucha gente, vamos bastante controlados”, contó Ivana quien además agregó: “Soy un agradecida de la empresa que me contrató, hay mucho respeto y la inclusión de la mujer al volante fue un gran paso para la provincia. Sin lugar a dudas, mi lugar en el colectivo es como mi segunda casa, conocés y ves a mucha gente, hasta personalicé mi unidad”.
Madre de una pequeña hija, Martínez también expresó que su deseo es que su nena siga los estudios y que practique cualquier deporte.
“Tengo una hija de 10 años, me había casado, me divorcié y ella es mi gran compañera. Estamos con las clases virtuales y es muy estudiosa, en cuanto a los deportes, solo le pedí que haga el deporte que quiera y veo que le gusta más la gimnasia acrobática”, sintetizó Ivana Martínez.
Se levanta todos los días temprano para iniciar su jornada al frente del volante, pero en su memoria también están presentes los partidos que disputó defendiendo las camiseta de Koyote y que sin lugar a dudas marcaron su vida deportiva.
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Koyote fue, sin lugar a dudas, el club que propulsó el vóley en Salta con sus participaciones nacionales, tanto en masculino como en femenino.
Ivana Martínez, exjugadora de Koyote y hoy chofer de colectivo en el corredor 8, recuerda como fue la época de gloria del vóley salteño.
“Para mi punto de vista, antes se llegó a un pico máximo en el vóley de Salta, antes no se nos daba tanta importancia pero sin embargo con el correr de los años lo nuestro sí fue histórico. Yo noto que antes era mucho más la competencia, los jugadores y jugadoras se dedicaban más al vóley, pero a medida que pasó el tiempo cambiaron las cosas”, remarcó Martínez que se desempeñó en la posición de punta receptora.
Para Martínez, el haber participado en ligas nacionales con Koyote no solo le permitió a la provincia crecer en esa disciplina en aquel momento, sino también personalmente ya que luego de jugar en el equipo salteño fue contratada por un equipo de Buenos Aires.
“Jugaba acá, en Rosario de Lerma, de donde soy y Alejandro Giménez me llevó a jugar a Koyote. En las ligas competimos contra River, Boca, Vélez y eso nos permitió sumar experiencia y crecer en el nivel”, le comentó Martínez a El Tribuno, para luego remarcar como continúo su carrera: “Jugué en Náutico de Zárate, Buenos Aires, dos temporadas, volví a Salta y jugué los Juegos Transandinos”.
A sus 35 años de edad, Ivana Martínez mantiene el amor por el vóley y si bien se retiró profesionalmente el año pasado, sigue prendida a cualquier torneo “relámpago” que pueda disputar.
“Más allá de mi retiro, una nunca deja de jugar, este año me hablaron para jugar en Bancario, pero con todo esto de la pandemia y de mi trabajo se me complica cumplir”.
Justamente referido a su situación laboral, Martínez contó como es su experiencia como chofer de colectivo.
“Hace cuatro años que trabajo como chofer de colectivo, obviamente fue un desafío pero más que nada por la gente que no tenía confianza, ya que ve una mujer al volante y tiene sus dudas, pero después uno trata de hacer lo mejor. Ahora con la pandemia del coronavirus no viaja mucha gente, vamos bastante controlados”, contó Ivana quien además agregó: “Soy un agradecida de la empresa que me contrató, hay mucho respeto y la inclusión de la mujer al volante fue un gran paso para la provincia. Sin lugar a dudas, mi lugar en el colectivo es como mi segunda casa, conocés y ves a mucha gente, hasta personalicé mi unidad”.
Madre de una pequeña hija, Martínez también expresó que su deseo es que su nena siga los estudios y que practique cualquier deporte.
“Tengo una hija de 10 años, me había casado, me divorcié y ella es mi gran compañera. Estamos con las clases virtuales y es muy estudiosa, en cuanto a los deportes, solo le pedí que haga el deporte que quiera y veo que le gusta más la gimnasia acrobática”, sintetizó Ivana Martínez.
Se levanta todos los días temprano para iniciar su jornada al frente del volante, pero en su memoria también están presentes los partidos que disputó defendiendo las camiseta de Koyote y que sin lugar a dudas marcaron su vida deportiva.
- Siempre con la Nº 13
En su participación con Koyote Vóley durante 1999, 2000 y 2001, a Ivana Martínez se la pudo ver siempre con su dorsal Nº 13, pese a que los cabuleros dirían que es de “mala surte”.
Para Martínez fue totalmente lo contrario.
“Lo empecé a usar y no lo deje de usar más, a mí, particularmente, me trajo muchísima suerte siempre”, contó la exjugadora.
En cuanto a números, la exdeportista también destacó que la unidad que maneja en la empresa Ahynarca es la Nº 800, que tiene la particularidad de estar decorada de Minnie Mouse con colores rosados y los nombres Ivi y Romi.