Finalmente, el aumento en el precio de las garrafas llegó a los barrios de Salta y no se sabe bien, por ahora, hasta cuánto podrá elevarse el costo en los pequeños comercios.
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Finalmente, el aumento en el precio de las garrafas llegó a los barrios de Salta y no se sabe bien, por ahora, hasta cuánto podrá elevarse el costo en los pequeños comercios.
Tras el extenso fin de semana por Pascuas y el Día de los Veteranos y los Caídos en Malvinas, fueron muchos los salteños que se acercaron ayer hasta las plantas envasadoras a comprar las garrafas de gas licuado envasado. Para la mayoría, el tarifazo fue una sorpresa ingrata. La garrafa social, que se consigue en las distribuidoras, pasó de $185 a $215. En los negocios de barrio, más cercanos para la mayoría de los vecinos, el precio siempre es superior. En bicicletas, motos, camionetas o caminando con carritos de huevo, carretillas y hasta coches de bebé llegan hasta la planta envasadora de ruta provincial 26, Camino a La Isla, los vecinos que no tienen acceso a la red y dependen del gas envasado.
Martina es una mujer grande que se acercó hasta la planta que está al ingreso al vertedero San Javier con su carrito, fabricado especialmente para transportar su garrafa de 10 kilos. Le faltaron 15 pesos y su hija con su nieta tuvieron que volver hasta barrio Norte Grande a buscar el dinero para pagar los $215 que ayer estaban cobrando por el cilindro.
"Yo consumo cuatro garrafas por mes. Desde ahora serán más de 800 pesos que voy a destinar al gas. Yo tengo muchos niños y el calefón está conectado a la garrafa. Yo no puedo bañar a los chicos con agua fría", dijo la mujer, mientras esperaba el dinero.
Ella está obligada a caminar para conseguir ese precio diferencial porque en los kioscos de los barrios, generalmente, los valores están entre un 50 y 100 por ciento por arriba del valor en la envasadora.
Por experiencia, muchos vecinos calculan que, en los próximos días, en algunos comercios la garrafa de 10 kilos podría llegar a costar entre 350 y 400 pesos.
Hasta Semana Santa, en el barrio Unión de la zona norte, los envases se conseguían a más de 300 pesos los sábados después del mediodía y todo el domingo. Lo mismo sucede en los pueblos del interior de la provincia.
En el asentamiento Parque La Vega se venden a 290 pesos y esperan a ver qué sucede con la actualización que comenzó a regir ayer, que fue aprobada por el Ministerio de Energía en la última semana de marzo.
Una garrafa de 10 kilos a 200 pesos y una de 15 a 320 era el mejor precio que se conseguía ayer en la ciudad.
Susana llegó a la ruta 26 desde el barrio Libertad, tras caminar unas 25 cuadras con un coche que alguna vez trasladó a bebés, pero que ahora está descentrado por el peso de los envases.
"A la garrafa social la venderán seguro a 215 pesos pero yo no puedo comprarla porque tengo un envase de 15 kilos y no de 10", dijo la mujer.
Las subas
Para conseguir un envase de 10 kilos hay que desembolsar 900 pesos más la carga de 200. Eso es imposible para Susana, por ejemplo, que atraviesa parte de la ciudad caminando por una diferencia de 15 pesos.
Con mucha bronca llegó Martín, que es vendedor ambulante y recorre los barrios para ganarse unos pesos.
"Yo también tengo que comprar la de 15 kilos a 320 pesos y me dura 20 días porque somos muchos. Antes costaba 280. Este aumento, sumado a los de los últimos dos años, es inhumano", aseguró el hombre, del barrio Justicia.
Hasta el 10 de diciembre de 2015 la garrafa costaba 20 pesos. A fines de 2016 llegó a los 75 pesos. En 2017 llegó a 180 y este mes arranca en 200 pesos, siempre si se puede llegar a las plantas que ofrecen la garrafa social.
El objetivo planteado por el ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, es modificar gradual y progresivamente los precios asociados a la producción y comercialización de GLP hasta alcanzar los valores de mercado.
En este escenario, los vecinos ya se resignan a que habrá nuevas subas cuando llegue el frío del invierno.
Impulsan una tarifa diferenciada
La defensora del Pueblo de Salta, Frida Fonseca, plantea un pedido ante la Nación.
La disposición 5/2018 de la Subsecretaría de Recursos Hidrocarburíferos fue publicada el pasado 28 de marzo en el Boletín Oficial y ya venía preocupando a la titular de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Salta, Frida Fonseca Lardies.
La funcionaria dialogó con El Tribuno y se manifestó con respecto al marco general de subas de las tarifas de los servicios.
“Por el tema del gas, me comuniqué con defensores de Formosa y de algunas localidades de otras provincias del NOA. La idea es hacer una presentación conjunta para pedir una tarifa diferenciada para todo el Noroeste Argentino. Estamos catalogados como provincias cálidas y por eso pagamos tan caro el gas. En Buenos Aires tienen que entender que en invierno las temperaturas son extremadamente frías”, dijo Fonseca.
La resolución del Ministerio de Energía y Minería de la Nación señala que los consumidores deben pagar el precio acorde a “los reales costos económicos totales de la actividad en las distintas etapas, para que la prestación del servicio se realice con las debidas condiciones de calidad y seguridad”.
Autoriza aumentos en los precios máximos de referencia y compensaciones para productores de butano y propano de uso doméstico con destino a garrafas y en los precios del gas licuado de petróleo (GLP) envasado en garrafas para “sectores sociales residenciales de escasos recursos que no cuenten con servicio de gas natural por redes”.
“Lo que hemos hablado es de plantear a nivel nacional algo parecido a lo que hicieron con Tierra del Fuego, en donde se planteó una tarifa diferenciada para el sur. Para el caso nuestro, debemos hacer más o menos lo mismo para que el planteo tenga envergadura y que pueda tener un resultado positivo porque estos precios son impagables en un contexto de subas generales”, concluyó Fonseca.