Desde que se iniciaron las rondas de negociación salarial para los estatales, el lunes pasado, los dirigentes gremiales escuchan siempre lo mismo de parte de los funcionarios provinciales que asisten a las reuniones: "No hay plata". Ante esa realidad económica y el magro ofrecimiento del Ejecutivo de un 9% de incremento en los sueldos, dividido en tres tramos hasta julio, los sindicalistas tenían la expectativa de que las paritarias se desdoblen y en el segundo semestre se definan nuevos aumentos acordes a la evolución de la inflación.
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Desde que se iniciaron las rondas de negociación salarial para los estatales, el lunes pasado, los dirigentes gremiales escuchan siempre lo mismo de parte de los funcionarios provinciales que asisten a las reuniones: "No hay plata". Ante esa realidad económica y el magro ofrecimiento del Ejecutivo de un 9% de incremento en los sueldos, dividido en tres tramos hasta julio, los sindicalistas tenían la expectativa de que las paritarias se desdoblen y en el segundo semestre se definan nuevos aumentos acordes a la evolución de la inflación.
Esa posibilidad, sin embargo, no está en los planes oficiales, según confirmaron a El Tribuno altas fuentes del Gobierno. Confían en poder cerrar un acuerdo anual con los gremios y para convencerlos empezó "un trabajo fino" en las negociaciones. La oferta no se centra en la parte salarial sino en otros reclamos sectoriales, como el saneamiento de la grilla salarial, reducir el tope de horas semanales de trabajo de los docentes y mejorar las condiciones de contratación para el personal de la Salud, entre otros puntos.
"Esas conquistas laborales pueden mejorar la discusión de estas paritarias y creemos que puede haber una respuesta favorable en el corto plazo", consideró, en reserva, un funcionario que sigue de cerca el desarrollo de las reuniones con los sindicatos.
Ayer hubo otra reunión entre una parte del sector gremial docente y el Gobierno para avanzar en los detalles extrasalariales. Para esta tarde se prevé que hagan lo propio los dirigentes de la Asociación Docente Provincial y de AMET, quienes no pudieron asistir ayer al Centro Cívico Grand Bourg.
En rojo
Desde fines de 2015 la Provincia gasta mucho más que el dinero disponible. El año pasado el déficit económico llegó a $4.500 millones y para 2018 la cuenta negativa presupuestada es de $2.400 millones, sin embargo ese monto se va a incrementar.
El aumento salarial que se llegue a acordar este año se sumará al déficit anual. Los fondos para ese incremento, que no fueron incluidos en el Presupuesto, dependerán de algún crédito que pida el Gobierno, de acuerdo a lo que adelantaron las fuentes consultadas.
"El hecho es que la plata no está y lo que la Provincia dé como aumento, incrementará el déficit y la necesidad de financiamiento", explicaron.
Preocupación por los gastos
En la Casa de Salta, la oficina que la Provincia tiene en Capital Federal, se realizó ayer una reunión del Consejo Federal de Responsabilidad Fiscal.
Asistieron representantes de las provincias adheridas al pacto fiscal con la Nación y funcionarios del Gobierno central.
La jornada fue convocada para tratar la metodología para la aplicación de las nuevas reglas fiscales, con las cuales se tomarán los parámetros de evaluación del cumplimiento de las jurisdicciones al régimen de responsabilidad fiscal, aunque también sirvió de marco para unificar posturas ante la Nación en vista de las negociaciones salariales que se llevan adelante en gran parte del país.