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“El amor en tiempos de redes sociales nos plantea muchas preguntas y una nueva mirada”

* Entrevista a Fabio Lacolla, escritor. 
Sabado, 29 de diciembre de 2018 14:16

El escritor Fabio Lacolla (Buenos Aires, 1965) dispara en “El Ensayo Amoroso” (Galerna 2018) nuevas preguntas sobre el amor, que incluyen consideraciones sobre este impulso del ser humano en tiempos de las redes sociales. 
“A veces, el infierno comienza simplemente cuando una persona bloquea a otra de las redes sociales”, sostiene Lacolla en entrevista con Télam.
“La literatura es al amor lo que una sopa instantánea a una abuela o los celos no son otra cosa que hacer ficción en estado puro bajo la mirada del ‘otro’ sartreano”, agrega.
Ese otro que es nuestro infierno, que pasa muchas veces a convertirse en un extraño, es el disparador a nuevas preguntas sobre el amor, abordadas en este obra de Lacolla.
Esta idea que se viene pensando y repensando desde “El Banquete” de Platón hasta “Fragmentos de un discurso amoroso” de Roland Barthes, encuentran en este libro de Lacolla nuevos abordajes en un recorrido por escritores como Octavio Paz o Byung-Chul Han y por personajes: Lord Jim, Penélope, Molly Bloom... Nuevas respuestas y nuevas preguntas ¿por qué duele el amor?, el amor por Whatsapp, el amor después de los hijos.
Fabio Lacolla es psicólogo, músico y ensayista. Es, además docente, en la cátedra Teoría y Técnica de Grupos II en la UBA, e investigador invitado en DePaul University, de la ciudad de Chicago, Estados Unidos.
Ha publicado “EL zapping dramático y otras salas” (2005), “El libro del éxito” (2008), “Amores Tóxicos” (2015) y “Estar en Banda, psicología del músico de rock” (2017).
¿Se puede pensar que no solo el amor es un ensayo sino también la vida?
También la vida misma es un ensayo, la diferencia reside en la subjetividad y la interacción. Mientras que en el amor la interacción modifica la subjetividad, en la vida misma la subjetividad condiciona a la interacción. Hay un capítulo del libro dedicado al concepto de la ‘vida propia‘; algo así como que sin vida propia la vida en común es una fotocopia. De hecho, me gustó tanto el concepto que derivó en una canción que grabé en estos días. 
 ¿Qué lugar ocupa el amor en la vida? ¿Es realmente el motor?
Tanto el amor, como el odio, los celos y la envidia son sentimientos ancestrales que habitan nuestro aparato psíquico. En el mejor de los casos la represión se encarga de hacerlos actuar pertinentemente de acuerdo con una determinada realidad. Lo maravilloso de la imposibilidad de definir al amor es que habita la vida cotidiana como motor, lo cual la poesía, el cine y la música (por nombrarte alguna disciplina artística) le están eternamente agradecido. El que intenta definir al amor le está pegando un tiro a la cultura. En el libro lo intento varias veces sin ningún tipo de resultado.
¿Y el lugar de los celos y el amor en la literatura?
Justamente, los celos no son otra cosa que hacer ficción en estado puro. El celoso es un cineasta encubierto. Aunque hay que decir que el otro nunca es ajeno a los celos. Tienen un origen y, por supuesto, un destino. Igual la literatura es al amor lo que una sopa instantánea a una abuela. 
¿Si el amor siempre duele, es una maldición?
El dolor del amor lo determina tu neurosis. A la larga el amor doloroso se convierte en una bendición porque te enseña a seguir ensayando con otros instrumentos. Es como que pasás del güiro a la guitarra eléctrica... pero siempre ensayando. 
¿En qué consisten esas etapas cuando se dice que NO?
La gente debería separase entre seis y cuatro meses antes. Arribar al monosílabo es un proceso doloroso. Una vez que te respondés la pregunta de si seguís enamorado o no ahí empieza el guiso de la despedida. Cualquiera se separa, pero no todos saben despedirse. 
¿Cómo se transita el amor (o no amor) después de los hijos?
Hay vínculos que con los años superan el amor y ya no necesitan fogosidades para seguir juntos. La sexualidad es un gran sostén, pero no es el único. Tardás muchos años en darte cuenta de que la belleza tiene fecha de vencimiento y ahí aprendes que lo que tenés que buscar es simplemente una buena persona. En ese sentido Instagram es un gran enemigo del amor.
 

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El escritor Fabio Lacolla (Buenos Aires, 1965) dispara en “El Ensayo Amoroso” (Galerna 2018) nuevas preguntas sobre el amor, que incluyen consideraciones sobre este impulso del ser humano en tiempos de las redes sociales. 
“A veces, el infierno comienza simplemente cuando una persona bloquea a otra de las redes sociales”, sostiene Lacolla en entrevista con Télam.
“La literatura es al amor lo que una sopa instantánea a una abuela o los celos no son otra cosa que hacer ficción en estado puro bajo la mirada del ‘otro’ sartreano”, agrega.
Ese otro que es nuestro infierno, que pasa muchas veces a convertirse en un extraño, es el disparador a nuevas preguntas sobre el amor, abordadas en este obra de Lacolla.
Esta idea que se viene pensando y repensando desde “El Banquete” de Platón hasta “Fragmentos de un discurso amoroso” de Roland Barthes, encuentran en este libro de Lacolla nuevos abordajes en un recorrido por escritores como Octavio Paz o Byung-Chul Han y por personajes: Lord Jim, Penélope, Molly Bloom... Nuevas respuestas y nuevas preguntas ¿por qué duele el amor?, el amor por Whatsapp, el amor después de los hijos.
Fabio Lacolla es psicólogo, músico y ensayista. Es, además docente, en la cátedra Teoría y Técnica de Grupos II en la UBA, e investigador invitado en DePaul University, de la ciudad de Chicago, Estados Unidos.
Ha publicado “EL zapping dramático y otras salas” (2005), “El libro del éxito” (2008), “Amores Tóxicos” (2015) y “Estar en Banda, psicología del músico de rock” (2017).
¿Se puede pensar que no solo el amor es un ensayo sino también la vida?
También la vida misma es un ensayo, la diferencia reside en la subjetividad y la interacción. Mientras que en el amor la interacción modifica la subjetividad, en la vida misma la subjetividad condiciona a la interacción. Hay un capítulo del libro dedicado al concepto de la ‘vida propia‘; algo así como que sin vida propia la vida en común es una fotocopia. De hecho, me gustó tanto el concepto que derivó en una canción que grabé en estos días. 
 ¿Qué lugar ocupa el amor en la vida? ¿Es realmente el motor?
Tanto el amor, como el odio, los celos y la envidia son sentimientos ancestrales que habitan nuestro aparato psíquico. En el mejor de los casos la represión se encarga de hacerlos actuar pertinentemente de acuerdo con una determinada realidad. Lo maravilloso de la imposibilidad de definir al amor es que habita la vida cotidiana como motor, lo cual la poesía, el cine y la música (por nombrarte alguna disciplina artística) le están eternamente agradecido. El que intenta definir al amor le está pegando un tiro a la cultura. En el libro lo intento varias veces sin ningún tipo de resultado.
¿Y el lugar de los celos y el amor en la literatura?
Justamente, los celos no son otra cosa que hacer ficción en estado puro. El celoso es un cineasta encubierto. Aunque hay que decir que el otro nunca es ajeno a los celos. Tienen un origen y, por supuesto, un destino. Igual la literatura es al amor lo que una sopa instantánea a una abuela. 
¿Si el amor siempre duele, es una maldición?
El dolor del amor lo determina tu neurosis. A la larga el amor doloroso se convierte en una bendición porque te enseña a seguir ensayando con otros instrumentos. Es como que pasás del güiro a la guitarra eléctrica... pero siempre ensayando. 
¿En qué consisten esas etapas cuando se dice que NO?
La gente debería separase entre seis y cuatro meses antes. Arribar al monosílabo es un proceso doloroso. Una vez que te respondés la pregunta de si seguís enamorado o no ahí empieza el guiso de la despedida. Cualquiera se separa, pero no todos saben despedirse. 
¿Cómo se transita el amor (o no amor) después de los hijos?
Hay vínculos que con los años superan el amor y ya no necesitan fogosidades para seguir juntos. La sexualidad es un gran sostén, pero no es el único. Tardás muchos años en darte cuenta de que la belleza tiene fecha de vencimiento y ahí aprendes que lo que tenés que buscar es simplemente una buena persona. En ese sentido Instagram es un gran enemigo del amor.
 

* Télam 

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