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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Luis Rey Garzón, el atleta máster de 86 años, olvidado 

Le dedicó gran parte de su vida al deporte y tras competir en el Nacional de veteranos, puede dejar la actividad.
Miércoles, 26 de diciembre de 2018 00:58

La crisis golpeó a todos. Desde los deportistas de élite, hasta los más amateurs -y en esta rama, los más aficionados resultaron ser los primeros afectados-. Luis Rey Garzón, un atleta interminable de 86 años, con varios kilómetros por recorrer probablemente no vuelva a salir de Salta, porque, según contó a El Tribuno, no cuenta con suficientes recursos económicos para sustentarse.
En la actualidad, Garzón es integrante del Círculo de Atletas Veteranos de Salta (Caves) y en el último Nacional de veteranos disputado en el Cenard se llevó el segundo puesto en disco, bala y el primer lugar en martillo y martelete.
Orgulloso de sus medallas obtenidas en noviembre, como de las otras que acumuló a lo largo de su vida, el atleta máster contó a este diario que probablemente hayan sido las últimas lejos de su casa.
“En Caves no recibimos ayuda y es muy difícil seguir participando de esa forma. Para el último viaje a Buenos Aires, tenía ahorrado algo de dinero para hacerme un diente y tuve que gastarlo en los pasajes para mí y un acompañante, porque a mi edad ya no me dejan viajar solo”, dijo.
Entre pasajes y estadía, Garzón gastó más de $14.000. “Y tuve que esperar que salga una oferta para adquirir los boletos”, indicó, ya que de lo contrario no hubiese podido viajar.
El atleta vive en el barrio El Tribuno y entrena tres veces por semana en el predio de la escuela Agrícola, a unas cuadras de su casa. 
Sus especialidades son lanzamiento de martillo, disco y bala. Y reconoció que no le gustaría abandonar las competencias. “Todos los años voy con el fin de mejorar mis marcas, eso me mantiene activo”, dijo.
Para el próximo año, Garzón tiene diferentes competencias programadas, pero cree que no podrá asistir e intenta, desde algunos años, que las autoridades ayuden a él y a sus compañeros.

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La crisis golpeó a todos. Desde los deportistas de élite, hasta los más amateurs -y en esta rama, los más aficionados resultaron ser los primeros afectados-. Luis Rey Garzón, un atleta interminable de 86 años, con varios kilómetros por recorrer probablemente no vuelva a salir de Salta, porque, según contó a El Tribuno, no cuenta con suficientes recursos económicos para sustentarse.
En la actualidad, Garzón es integrante del Círculo de Atletas Veteranos de Salta (Caves) y en el último Nacional de veteranos disputado en el Cenard se llevó el segundo puesto en disco, bala y el primer lugar en martillo y martelete.
Orgulloso de sus medallas obtenidas en noviembre, como de las otras que acumuló a lo largo de su vida, el atleta máster contó a este diario que probablemente hayan sido las últimas lejos de su casa.
“En Caves no recibimos ayuda y es muy difícil seguir participando de esa forma. Para el último viaje a Buenos Aires, tenía ahorrado algo de dinero para hacerme un diente y tuve que gastarlo en los pasajes para mí y un acompañante, porque a mi edad ya no me dejan viajar solo”, dijo.
Entre pasajes y estadía, Garzón gastó más de $14.000. “Y tuve que esperar que salga una oferta para adquirir los boletos”, indicó, ya que de lo contrario no hubiese podido viajar.
El atleta vive en el barrio El Tribuno y entrena tres veces por semana en el predio de la escuela Agrícola, a unas cuadras de su casa. 
Sus especialidades son lanzamiento de martillo, disco y bala. Y reconoció que no le gustaría abandonar las competencias. “Todos los años voy con el fin de mejorar mis marcas, eso me mantiene activo”, dijo.
Para el próximo año, Garzón tiene diferentes competencias programadas, pero cree que no podrá asistir e intenta, desde algunos años, que las autoridades ayuden a él y a sus compañeros.

Tabajó toda su vida

Rey es conocido en el ambiente policial, debido a que durante muchos años fue parte de la Policía de la Provincia; sin embargo, su historia laboral comenzó mucho antes, cuando era un niño.
“Trabajé desde los 8 años y nunca dejé de hacerlo y además de cumplir con mis obligaciones laborales, también hice un montón de actividades deportivas”, explicó a este diario.
Antes de involucrarse en el atletismo, Garzón hizo “de todo”, como boxeo, fútbol y tuvo un gran paso como entrenador, por eso no llama la atención que a los 86 años esté activo y sea uno de los mejores deportistas de su edad en la Argentina.
Como técnico se destacó al frente del club Policial, uno de los equipos más importantes del fútbol salteño entre los 70 y los 80. 
Por ese entonces, a principios de la década de los 80, Garzón entrenaba al plantel de Policial en la esquina de su casa, cuando el barrio Aráoz era un descampado.
Luego, el actual atleta máster llegó a Villa Primavera con el traje de técnico y después de un tiempo regresó a su querido Policial, para luego pasar por el ya desaparecido Comercio, equipo con el que salió campeón invicto en las divisiones juveniles en 1984, mientras que en Villa Mitre también dejó un recuerdo difícil de borrar, especialmente por la disciplina que marcaba en el ciclón.
Tuvieron que pasar muchos años hasta que conoció el Círculo de Atletas Veteranos y comenzó su historia en esta disciplina, nuevamente como deportista activo. 
“Primero me resistí porque nunca había hecho atletismo, les decía que no iba a andar bien, hasta que un viernes a la tarde me animé y fui en mi bici y desde ese momento no dejé más”, dijo el atleta que está a punto de dar un paso al costado. 

Son pocos 
Su categoría, +85 años, es una de las más especiales dentro del atletismo máster.
Este año, en el Nacional del Centro de Alto Rendimiento Deportivo, ubicado sobre la avenida Miguel B. Sánchez 1050, de la Ciudad de Buenos Aires, fueron solo cinco los participantes.
Sin embargo, Garzón contó a El Tribuno que en otro tipo de torneos llegaron a participar más de 20 atletas. La crisis comenzó a hacerse notar cuando el número bajó considerablemente. 
Parece una eternidad, pero no pasó tanto tiempo desde el año en que fue uno de los representantes argentinos en el Mundial de Francia.
Garzón se puso la albiceleste durante el campeonato del mundo llevado a cabo en Lyon, en 2015, pero no fue fácil llegar al Viejo Continente.
Sin ayuda externa, el hombre que por ese entonces tenía 83 años tuvo que realizar colectas y hasta se endeudó para decir presente. Lo único que cambió en tres años fue la inflación porque desde entonces (y antes también), Garzón pide ayuda económica para mantenerse activo. 
Sin embargo, esta vez se cansó de gritar y tras muchos intentos, quiere dar un portazo porque es uno de los tantos atletas olvidados de la provincia y el país.
 

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