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Gimnasia se metió en la “Boca” del lobo

El equipo más regular del Federal A fue demasiado para un Gimnasia voluntarioso, pero con escaso peso ofensivo y sin volumen de juego. Perdió 2 a 0 con un Boca Unidos que parece no tener techo.
Lunes, 15 de octubre de 2018 03:00

Gimnasia y Tiro se metió en la “Boca” del lobo, en un reducto casi impenetrable y donde resulta una misión titánica salir airoso para cualquier rival. Allí, donde hasta el momento ningún equipo de la tercera categoría cosechó puntos, en ese berenjenal, se metió el voluntarioso equipo de Víctor Alfredo Riggio, que hasta anoche venía demostrando capacidades y tener recursos para hacerle frente a cualquiera, a pesar de que aún no se han consolidado a un cien por ciento las ideas. 
Y para meterse allí, si no se logra hacer el partido perfecto, si los jugadores más frescos y hábiles no están inspirados, si los encargados de crear no encuentran la conexión, si la defensa se distrae, si la inspiración no aparece y si el funcionamiento colectivo decae, lo más lógico es que el resultado termine siendo negativo, más si se tiene en cuenta que el que está al frente no perdona, y que más allá de los números que lo catapultan como el archi-mega líder de la Zona 4, con una diferencia abismal sobre el resto, sostiene su supremacía por sobre los demás en el funcionamiento, en el oficio y en la calidad de sus futbolistas, porque anoche, en Corrientes, en la victoria por 2 a 0 de Boca Unidos ante Gimnasia, quedó en evidencia que en una zona pareja para ocho equipos, los correntinos están muy por encima del resto y se prepararon para ascender en serio.
Contra ese proyecto se enfrentó este Gimnasia que se plantó con personalidad y por momentos vendía muy cara su derrota, pero que inevitablemente fue superado en todas sus líneas por el mejor.
Sin embargo, fue el albo el que arrancó despierto y casi abre el marcador a los 3’, tras un cambio de frente de Mateo, una pifia del zaguero Ricardone y una chance inmejorable para Rosso, que tuvo tiempo para acomodarse, pero que remató desviado. Al minuto nomás, tocado en su orgullo, reaccionó Boca Unidos, y en una buena acción colectiva, Martín Fabro tocó para Ledesma, quien quemó los guantes de Cebreiro, que reaccionó con buenos reflejos. A partir de allí, el local comenzó a hostigar, sostenido en la velocidad y la capacidad de los relevos de sus carrileros y laterales, sacando allí una distancia abismal por sobre hombres que a la hora de contrarrestar no tenían vocación de marca. Como Mbombaj, que desbordó por izquierda y se la cedió a Ledesma, que ensayó un remate cruzado que otra vez agarró bien parado a Cebreiro. Gimnasia la pasaba mal y tanto fue el cántaro a la fuente que a los 19’ apareció solo el lateral Fabio Godoy para empujarla y mandarla a dormir a la red tras un remate cruzado símil a un centro rasante al segundo palo de Mbombaj, que dejó pagando a toda la defensa millonaria, que era puro desconcierto en esa acción. Era el 1 a 0 que de alguna manera terminó provocando un efecto positivo en Gimnasia, que con enjundia y decisión se le plantó a Boca y cerca estuvo de conseguir el empate, tras una buena sociedad de Luciano Herrera con Mateo; Lucho eludió al arquero, ensayó un taco y se la dejó al rubio canterano, que quedó en posición incómoda para definir. Y también lo tuvo a los 37’, con un pase entre líneas de Morete a Rosso, que otra vez desperdició, pero esta vez su remate pasó más cerca.
El primer tiempo se fue con un Gimnasia que golpeó sin efectividad, y con un Cebreiro que salvó en al menos dos ocasiones esa mínima diferencia que aún le daba esperanzas al albo. Pero no. En el complemento, Boca tomó las riendas del partido y supo enfriarlo y complicar de contra. Como contrapartida, un Gimnasia sin claridad ni peso no encontraba la fórmula para poner en apuros al puntero. Salió a buscarlo, pero sin el oficio que sí tuvo el local para volver a golpear y cerrar la cortina: a los 41’, el recién ingresado Fabrizio Palma solo tuvo que empujarla de cabeza ante el arco desguarnecido tras una perfecta proyección por izquierda de un endemoniado Mombaj para cederle el gol en la testa a su compañero, aniquilando un Boca más líder que nunca las ilusiones de Gimnasia con una fórmula repetida: contragolpe, desborde, velocidad y practicidad.

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Gimnasia y Tiro se metió en la “Boca” del lobo, en un reducto casi impenetrable y donde resulta una misión titánica salir airoso para cualquier rival. Allí, donde hasta el momento ningún equipo de la tercera categoría cosechó puntos, en ese berenjenal, se metió el voluntarioso equipo de Víctor Alfredo Riggio, que hasta anoche venía demostrando capacidades y tener recursos para hacerle frente a cualquiera, a pesar de que aún no se han consolidado a un cien por ciento las ideas. 
Y para meterse allí, si no se logra hacer el partido perfecto, si los jugadores más frescos y hábiles no están inspirados, si los encargados de crear no encuentran la conexión, si la defensa se distrae, si la inspiración no aparece y si el funcionamiento colectivo decae, lo más lógico es que el resultado termine siendo negativo, más si se tiene en cuenta que el que está al frente no perdona, y que más allá de los números que lo catapultan como el archi-mega líder de la Zona 4, con una diferencia abismal sobre el resto, sostiene su supremacía por sobre los demás en el funcionamiento, en el oficio y en la calidad de sus futbolistas, porque anoche, en Corrientes, en la victoria por 2 a 0 de Boca Unidos ante Gimnasia, quedó en evidencia que en una zona pareja para ocho equipos, los correntinos están muy por encima del resto y se prepararon para ascender en serio.
Contra ese proyecto se enfrentó este Gimnasia que se plantó con personalidad y por momentos vendía muy cara su derrota, pero que inevitablemente fue superado en todas sus líneas por el mejor.
Sin embargo, fue el albo el que arrancó despierto y casi abre el marcador a los 3’, tras un cambio de frente de Mateo, una pifia del zaguero Ricardone y una chance inmejorable para Rosso, que tuvo tiempo para acomodarse, pero que remató desviado. Al minuto nomás, tocado en su orgullo, reaccionó Boca Unidos, y en una buena acción colectiva, Martín Fabro tocó para Ledesma, quien quemó los guantes de Cebreiro, que reaccionó con buenos reflejos. A partir de allí, el local comenzó a hostigar, sostenido en la velocidad y la capacidad de los relevos de sus carrileros y laterales, sacando allí una distancia abismal por sobre hombres que a la hora de contrarrestar no tenían vocación de marca. Como Mbombaj, que desbordó por izquierda y se la cedió a Ledesma, que ensayó un remate cruzado que otra vez agarró bien parado a Cebreiro. Gimnasia la pasaba mal y tanto fue el cántaro a la fuente que a los 19’ apareció solo el lateral Fabio Godoy para empujarla y mandarla a dormir a la red tras un remate cruzado símil a un centro rasante al segundo palo de Mbombaj, que dejó pagando a toda la defensa millonaria, que era puro desconcierto en esa acción. Era el 1 a 0 que de alguna manera terminó provocando un efecto positivo en Gimnasia, que con enjundia y decisión se le plantó a Boca y cerca estuvo de conseguir el empate, tras una buena sociedad de Luciano Herrera con Mateo; Lucho eludió al arquero, ensayó un taco y se la dejó al rubio canterano, que quedó en posición incómoda para definir. Y también lo tuvo a los 37’, con un pase entre líneas de Morete a Rosso, que otra vez desperdició, pero esta vez su remate pasó más cerca.
El primer tiempo se fue con un Gimnasia que golpeó sin efectividad, y con un Cebreiro que salvó en al menos dos ocasiones esa mínima diferencia que aún le daba esperanzas al albo. Pero no. En el complemento, Boca tomó las riendas del partido y supo enfriarlo y complicar de contra. Como contrapartida, un Gimnasia sin claridad ni peso no encontraba la fórmula para poner en apuros al puntero. Salió a buscarlo, pero sin el oficio que sí tuvo el local para volver a golpear y cerrar la cortina: a los 41’, el recién ingresado Fabrizio Palma solo tuvo que empujarla de cabeza ante el arco desguarnecido tras una perfecta proyección por izquierda de un endemoniado Mombaj para cederle el gol en la testa a su compañero, aniquilando un Boca más líder que nunca las ilusiones de Gimnasia con una fórmula repetida: contragolpe, desborde, velocidad y practicidad.

 

el resultado


BOCA UNIDOS    2    GIMNASIA    0

A. Medina    D. Cebreiro
F. Godoy    J. Hereñú
C. Carniello    A. Cazula
L. Baroni    G. Pusula
M. Fabro    F. Giménez
R. Ricardone    J. Mateo
M. Ojeda    J. Iturrieta
G. Mbombaj    E. Riera
G. Maciel    M. Rosso
N. Ledesma    E. Morete
C. Núñez    L. Herrera

DT: C. Mayor    DT: V. Riggio

Goles: PT: 19’ Fabio Godoy (BU). ST: 41’ Fabrizio Palma (BU).

Cambios: ST: 24’ Enzo Roggio por Morete (GyT), 26’ Palma por Maciel (BU), 28’ Federico González por Mateo (GyT), 35’ Juan Pablo Pereyra por Riera (GyT), 36’ Gabriel Morales por Carniello (BU), 44’ Julio César Cáceres por Ledesma (BU).    

Jornada: 8º fecha - Zona 4    
Estadio: “Leoncio Benítez”    
Árbitro: Maximiliano Viñas

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