La apuesta de María Eugenia Vidal por judicializar el reclamo de restitución del Fondo del Conurbano moviliza a las provincias. La Liga de Gobernadores justicialistas volverá a reunirse hoy en Buenos Aires, pero a ellos se sumarán tres mandatarios de Cambiemos: Gerardo Morales, de Jujuy, Alfredo Cornejo, de Mendoza, y el correntino Ricardo Colombi. El encuentro será en la Casa de San Juan. Por ahora se anticipan dos cosas: que no hay soluciones inminentes y que la sangre no llegará al río.
inicia sesión o regístrate.
La apuesta de María Eugenia Vidal por judicializar el reclamo de restitución del Fondo del Conurbano moviliza a las provincias. La Liga de Gobernadores justicialistas volverá a reunirse hoy en Buenos Aires, pero a ellos se sumarán tres mandatarios de Cambiemos: Gerardo Morales, de Jujuy, Alfredo Cornejo, de Mendoza, y el correntino Ricardo Colombi. El encuentro será en la Casa de San Juan. Por ahora se anticipan dos cosas: que no hay soluciones inminentes y que la sangre no llegará al río.
El gobierno de Mauricio Macri no quiere dar ningún paso antes de que se produzca el fallo de la Suprema Corte y se da por descontado que el máximo tribunal se tomará su tiempo; por lo menos, dos meses.
Un tema estructural
"Para Salta, este pedido significaría sacrificar el 5% del total de los ingresos; es inviable", había advertido el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que hoy concurrirá a la reunión. La posición de Salta al respecto es simple: el lugar para realizar el reclamo no es la Justicia sino el Congreso Nacional. Y en el parlamento, considera Urtubey, no conviene discutir la coparticipación sino crear un "fondo compensador". Hasta ahora de las reuniones participaban solo los peronistas. La presencia de Colombi, Cornejo y Morales hace pensar en una nueva instancia de diálogo.
Un problema estructural
La gobernadora bonaerense argumenta que su provincia "aporta el 35% del PBI y recibe menos del 18% de los recursos coparticipables". También es cierto que tiene casi el 40% de la población y que, por eso, la coparticipación per capita que percibe es muy baja.
La realidad es que en un país con déficit fiscal endémico y, ahora, agravado y un Estado que funciona como la principal fuente de empleo, cualquier solución recuerda a la "frazada corta". También que el poder lo ejerzan porteños o provincianos (está en Buenos Aires pero en la Ciudad Autónoma, no en la provincia) y que las decisiones siempre se inclinan para el mismo lado.
No es la coparticipación sino la estructura federal lo que hace ruido.