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Se atrincheró tras pegarle a un inspector

Jueves, 09 de febrero de 2017 01:30
El inspector Walter Soria muestra el golpe en su rostro.
Un revuelo se originó en la tarde del martes en la ciudad de Güemes, cuando un hombre entró corriendo en un local de venta de telas, en la calle San Martín. Frente a la sorpresa de todos, a los minutos ingresaron policías para detenerlo mientras la curiosidad amontonaba a la gente.
A los minutos se supo que este vecino, un carnicero llamado Miguel Peralta, había discutido y golpeado a un inspector de tránsito y corrió hasta el negocio de telas para refugiarse y evitar la detención.
Según el inspector de Tránsito, Walter Soria, mientras realizaba controles habituales en la esquina de San Martín y Alberdi, Peralta lo sorprendió por la espalda, y luego le dio un golpe de puño en el rostro. "Llamé a mis compañeros por la radio informándoles lo que había ocurrido. Cuando llegaron les indiqué el negocio donde el hombre había ingresado. Nos instalamos en la entrada para evitar que se fugue hasta el arribo de la policía", relató Soria.
El comisario Sergio Mamaní solicitó el permiso correspondiente a la propietaria del negocio para ingresar, pero la mujer, que es tía del hombre, se negó. Luego de una tensa espera, los efectivos decidieron entrar y concretar la detención. El agresor se encontraba parapetado detrás de un mostrador y se negaba a salir, por lo que hubo forcejeos que provocaron la rotura del vidrio de una vitrina. La esposa de Peralta, quién se encuentra con un avanzado embarazo, se involucró en el forcejeo complicando la detención. Luego de varios minutos y en medio de gritos, se trasladó al hombre a la comisaría.
"Me comunicaron que esta sería la segunda vez que Peralta agrede a un personal de Tránsito. La primera fue a una mujer y con la mía serían dos las denuncias", declaró Soria.

El supuesto agresor

"No fue como él cuenta ni lo agredí de atrás. Me acerqué para recriminarle por una multa que me hicieron con anterioridad donde yo estaba en falta, pero como eran varios me maltrataron. Él reaccionó y me golpeó en la boca y yo reaccioné. Tampoco le hice un moretón ni mucho menos, simplemente me defendí. Tampoco me escapé ni me atrincheré en el negocio de mi tía; fui porque la conozco", se defendió Peralta, quien es expolicía y fue dejado en libertad a las 19 del martes.

Hostigamiento a Tránsito

Sobre los riesgos que el personal de Tránsito tiene durante los controles que se realizan en forma diaria, el director del organismo municipal, Alderete, remarcó que "lamentablemente son una constante. A diario el personal es víctima de agresiones e insultos. A nadie le gusta que le apliquen una multa, pero tampoco respetan las leyes: no usan casco, no llevan los papeles de la moto, no cuentan con carné de conducir y muchos vehículos no están en condiciones de circular". Y abunda en detalles al relatar que "muchos conductores de motos, cuando ven un control dan la vuelta y escapan en contramano, se suben a las veredas, no les importa poner en riesgo a los demás con tal de zafar de una infracción", expresó Alderete.
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Un revuelo se originó en la tarde del martes en la ciudad de Güemes, cuando un hombre entró corriendo en un local de venta de telas, en la calle San Martín. Frente a la sorpresa de todos, a los minutos ingresaron policías para detenerlo mientras la curiosidad amontonaba a la gente.
A los minutos se supo que este vecino, un carnicero llamado Miguel Peralta, había discutido y golpeado a un inspector de tránsito y corrió hasta el negocio de telas para refugiarse y evitar la detención.
Según el inspector de Tránsito, Walter Soria, mientras realizaba controles habituales en la esquina de San Martín y Alberdi, Peralta lo sorprendió por la espalda, y luego le dio un golpe de puño en el rostro. "Llamé a mis compañeros por la radio informándoles lo que había ocurrido. Cuando llegaron les indiqué el negocio donde el hombre había ingresado. Nos instalamos en la entrada para evitar que se fugue hasta el arribo de la policía", relató Soria.
El comisario Sergio Mamaní solicitó el permiso correspondiente a la propietaria del negocio para ingresar, pero la mujer, que es tía del hombre, se negó. Luego de una tensa espera, los efectivos decidieron entrar y concretar la detención. El agresor se encontraba parapetado detrás de un mostrador y se negaba a salir, por lo que hubo forcejeos que provocaron la rotura del vidrio de una vitrina. La esposa de Peralta, quién se encuentra con un avanzado embarazo, se involucró en el forcejeo complicando la detención. Luego de varios minutos y en medio de gritos, se trasladó al hombre a la comisaría.
"Me comunicaron que esta sería la segunda vez que Peralta agrede a un personal de Tránsito. La primera fue a una mujer y con la mía serían dos las denuncias", declaró Soria.

El supuesto agresor

"No fue como él cuenta ni lo agredí de atrás. Me acerqué para recriminarle por una multa que me hicieron con anterioridad donde yo estaba en falta, pero como eran varios me maltrataron. Él reaccionó y me golpeó en la boca y yo reaccioné. Tampoco le hice un moretón ni mucho menos, simplemente me defendí. Tampoco me escapé ni me atrincheré en el negocio de mi tía; fui porque la conozco", se defendió Peralta, quien es expolicía y fue dejado en libertad a las 19 del martes.

Hostigamiento a Tránsito

Sobre los riesgos que el personal de Tránsito tiene durante los controles que se realizan en forma diaria, el director del organismo municipal, Alderete, remarcó que "lamentablemente son una constante. A diario el personal es víctima de agresiones e insultos. A nadie le gusta que le apliquen una multa, pero tampoco respetan las leyes: no usan casco, no llevan los papeles de la moto, no cuentan con carné de conducir y muchos vehículos no están en condiciones de circular". Y abunda en detalles al relatar que "muchos conductores de motos, cuando ven un control dan la vuelta y escapan en contramano, se suben a las veredas, no les importa poner en riesgo a los demás con tal de zafar de una infracción", expresó Alderete.
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