Autos argentinos no pueden cargar nafta en Bolivia

Tal como estaba previsto representantes de los cuerpos consulares de Argentina y Bolivia, autoridades comunales del norte y del sur de ambas naciones y miembros de fuerzas de seguridad se reunieron el jueves pasado en la localidad boliviana de Yacuiba para avanzar en temas que afectan el diario vivir de los pobladores de ambas regiones ubicadas en la zona de frontera.

La reunión se realizó en un hotel de Yacuiba donde expusieron algunos jefes comunales de la región y donde se abordaron temas como la implementación del sistema de tráfico vecinal fronterizo que está vigente para algunas localidades pero que por cuestiones de distancia deja afuera a otras, como la vecina Villamontes, sobre el Pilcomayo boliviano. El intendente de Tartagal reclamó que dejen cargar nafta a los autos argentinos que visitan Bolivia.

Sergio Leavy, de Tartagal, uno de los intendentes que estuvo presente en la reunión explicó: "Como venimos insistiendo desde hace mucho tiempo es necesario que los controles sigan existiendo pero que estos no implican una innecesaria burocracia para quienes residimos en la zona de frontera. Se volvió a plantear ese viejo proyecto de construcción de un complejo fronterizo para que dejemos de depender de un solo paso internacional cuyo puente en cualquier momento puede quedar fuera de servicio, además del peligro que representa ya que camiones de transporte internacional, vehículos chicos y peatones lo comparten todos los días del año y representa un gran peligro para todos".

"Otro de los temas que aproveché para plantear fue la dificultad que tenemos los argentinos en algo que parece insólito, pero que provoca un sinnúmero de dificultades como, es la imposibilidad que tenemos de cargar combustibles en las estaciones de servicio del vecino país. No sabemos porqué motivo se restringe la venta de combustible cuando se trata de vehículos con chapa patente de nuestro país o se cobra el doble. Eso no sucede en las estaciones de servicios de este lado de la frontera, pero conozco de situaciones verdaderamente dramáticas de gente que queda varada porque no le quieren vender combustibles", precisó el intendente.

Otro de los temas planteados por los miembros del comité de frontera que conforman alcaldes, intendentes, cuerpos consulares de la región y fuerzas de seguridad fue la necesidad de la creación de otro paso fronterizo entre ambas naciones y alternativos al existente en Salvador Mazza. En esa línea el comité avanzó sobre una declaración sobre otro paso de contacto y comunicación entre ambas naciones ubicado sobre el paralelo 22, que une los parajes Colodro (Argentina) y Buena Vista (Bolivia).

Ese es un viejo anhelo de integración que se inició con la gestión del exintendente de Aguaray, Juan Carlos Alcoba, quién pretendía que por ese punto ingresara energía eléctrica -servicio del que los bolivianos disponen prácticamente a pocos pasos de la línea de frontera- hacia el Valle de Acambuco, donde sus pobladores, a pesar de residir sobre los campos gasíferos más importantes de la provincia de Salta, no cuentan ni con gas ni con energía eléctrica. Las casi 400 viviendas del valle cuentan con paneles solares que no alcanzan a abastecer la necesidad de energía de esas familias de campesinos.

Tal como estaba previsto representantes de los cuerpos consulares de Argentina y Bolivia, autoridades comunales del norte y del sur de ambas naciones y miembros de fuerzas de seguridad se reunieron el jueves pasado en la localidad boliviana de Yacuiba para avanzar en temas que afectan el diario vivir de los pobladores de ambas regiones ubicadas en la zona de frontera.

La reunión se realizó en un hotel de Yacuiba donde expusieron algunos jefes comunales de la región y donde se abordaron temas como la implementación del sistema de tráfico vecinal fronterizo que está vigente para algunas localidades pero que por cuestiones de distancia deja afuera a otras, como la vecina Villamontes, sobre el Pilcomayo boliviano. El intendente de Tartagal reclamó que dejen cargar nafta a los autos argentinos que visitan Bolivia.

Sergio Leavy, de Tartagal, uno de los intendentes que estuvo presente en la reunión explicó: "Como venimos insistiendo desde hace mucho tiempo es necesario que los controles sigan existiendo pero que estos no implican una innecesaria burocracia para quienes residimos en la zona de frontera. Se volvió a plantear ese viejo proyecto de construcción de un complejo fronterizo para que dejemos de depender de un solo paso internacional cuyo puente en cualquier momento puede quedar fuera de servicio, además del peligro que representa ya que camiones de transporte internacional, vehículos chicos y peatones lo comparten todos los días del año y representa un gran peligro para todos".

"Otro de los temas que aproveché para plantear fue la dificultad que tenemos los argentinos en algo que parece insólito, pero que provoca un sinnúmero de dificultades como, es la imposibilidad que tenemos de cargar combustibles en las estaciones de servicio del vecino país. No sabemos porqué motivo se restringe la venta de combustible cuando se trata de vehículos con chapa patente de nuestro país o se cobra el doble. Eso no sucede en las estaciones de servicios de este lado de la frontera, pero conozco de situaciones verdaderamente dramáticas de gente que queda varada porque no le quieren vender combustibles", precisó el intendente.

Otro de los temas planteados por los miembros del comité de frontera que conforman alcaldes, intendentes, cuerpos consulares de la región y fuerzas de seguridad fue la necesidad de la creación de otro paso fronterizo entre ambas naciones y alternativos al existente en Salvador Mazza. En esa línea el comité avanzó sobre una declaración sobre otro paso de contacto y comunicación entre ambas naciones ubicado sobre el paralelo 22, que une los parajes Colodro (Argentina) y Buena Vista (Bolivia).

Ese es un viejo anhelo de integración que se inició con la gestión del exintendente de Aguaray, Juan Carlos Alcoba, quién pretendía que por ese punto ingresara energía eléctrica -servicio del que los bolivianos disponen prácticamente a pocos pasos de la línea de frontera- hacia el Valle de Acambuco, donde sus pobladores, a pesar de residir sobre los campos gasíferos más importantes de la provincia de Salta, no cuentan ni con gas ni con energía eléctrica. Las casi 400 viviendas del valle cuentan con paneles solares que no alcanzan a abastecer la necesidad de energía de esas familias de campesinos.