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Los Rolling Stones hicieron vibrar a La Plata

Domingo, 07 de febrero de 2016 21:25
La fiesta de los Stones.  Foto @luversellone
De otro planeta. Con un promedio de 71 años, los Rolling Stones parecían anoche seres extraterrestres: su vitalidad, la que mostraron durante las más de dos horas de recital en el Estadio Unico de La Plata, era notable. La gente lo agradeció durante todo el show, sin parar, coreando las canciones y aplaudiendo hasta el más mínimo gesto de los cuatro músicos británicos. Un cuarteto de inoxidables.
El video inicial, diez minutos más tarde de lo programado, a las 21.10, dio comienzo al show. La breve demora, sin embargo, poco importó. Los Rolling Stones, la mítica banda que visita por cuarta vez la Argentina, ya estaba sobre el escenario. El público ardía. Y Mick Jagger, de pantalón y camisa negra con brillos, y una chaqueta verde, hacía de las suyas. Start Me Up fue el primer tema que hizo delirar a la multitud, unas 50 mil personas. Siguió It's Only Rock 'n' Roll, a pura intensidad. Mick se movía por todo el escenario como un jovencito, como si la música le diera cada vez más energía. Keith Richards (de negro, con un pañuelo a tono en la cabeza y zapatillas verdes), Charlie Watts (remera blanca y pantalón azul) y Ron Wood (saco azul con vivos rojos, pantalón negro y zapatillas rojas) lo acompañaban de igual manera.
"Hola Argentina, hola Buenos Aires, hola muchachos", fueron las primeras palabras de Jagger, antes de que se escuchara Tumbling Dice, la tercera canción de la noche. La lluvia ya había cesado. Y el líder de los Stones, que no paraba de moverse, se había quitado la chaqueta. Seguía bailando y cantando, llevando su delgado cuerpo por todo el escenario, incluso por la pasarela que se extendía sobre el campo. "¡Qué bueno estar de nuevo en la Argentina! Es la primera vez que tocamos en La Plata. Tardamos tanto en llegar que pensábamos que íbamos a Montevideo", bromeaba el cantante, en un español entendible.
La intensidad crecía cada vez más. Y un ejemplo de ello era el look de los integrantes de la banda: ya no quedaba siquiera la camisa de Mick, y Richards se había sacado su campera para lucir una musculosa bordó. Mientras tanto, sonaba Out Of Control y Jagger pedía "atención total" para dar paso a Street Fighting Man, el tema que los fans votaron por la Web.
"Are you feeling good? (¿se sienten bien?)", preguntó el cantante tres veces. Entonces, las luces se prendieron e iluminaron al público, que coreó "Vamos los Stones". Jagger, emocionado, comenzó a revolear su camisa negra, como si fuese un poncho.
La lista siguió con Anybody Seen My Baby y Wild Horses. Y al notar la ferviente respuesta del público, el líder de los Stones comenzó a presentar uno por uno a sus compañeros. La gran ovación se la llevó Richards: como si estuviese en un partido de fútbol, el público comenzó a cantar "Olé, olé, olé, Richards, Richards". Y él lo agradeció de la mejor manera, con un tema en soledad: Can't Be Seen With You.
Las estrellas británicas cambiaron el look. Desde abajo del escenario, alguien les arrojó una bandera argentina, y la pusieron sobre el micrófono de pie. "Son muy buenos cantantes, Argentina", se sorprendió Jagger en español, y se lo hizo saber a la multitud.
Para los bises, tenían preparado You Can't Always Get What You Want, que contó con la presencia de un coro, de hombres y mujeres. Y el cierre, igual que como sucedió el miércoles en Santiago de Chile, fue con el esperado por todos: (I Can't Get No) Satisfaction. Eran cerca de las 23.30, y habían pasado dos horas y veinte minutos de puro rock and roll.
Ayer llegar a La Plata tuvo su encanto y, al mismo tiempo, fue casi una odisea. Durante gran parte de la tarde, la autopista que comunica la ciudad de las diagonales con Buenos Aires se volvía una procesión de autos a marcha lenta. Al entrar a la ciudad, desde las ventanillas bajas se podían escuchar algunas canciones de los Rolling a todo volumen. Las calles aledañas al estadio eran un espectáculo aparte.
Un grupo sorprendió con "La caravana de Keith Richards": iban sosteniendo una bandera y una gigantografía del músico. Hubo algún creativo que colgó su cartel "El chori Stone" para conquistar más fácil. La lluvia comenzó a caer, pero la gente no se inmutaba. Improvisaban pilotos con bolsas y seguían, ni los amenazantes rayos alteraban el camino hacia adentro del gigantesco hongo blanco.
Un día antes del concierto los fanáticos se habían acercado al estadio para comenzar con la vigilia del show. Se sentaron cerca de la entrada a esperar para ser los primeros en pisar el campo apenas se abrieran las puertas, por lo que pasaron la noche a la intemperie.
La mítica banda británica había venido en 1995, 1998 y 2006, brindando recitales en el estadio de River Plate (FUENTE cLARIN)
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Mientras sonaban las primeras canciones, en las gigantescas pantallas podína verse imagenes y videos sobre la gira por América Latina, los cambios a lo largo de la historia del logo de la lengua, dibujos eroticos y de curvilineas chicas rockeras.
El combo compuesto por Jagger, Richards, el guitarrista Ron Wood y el baterista Charlie Watts contó en escena con el respaldo del bajista Darryl Jones; los tecladistas Chuck Leavell y Matt Clifford; Tim Ries y Karl Denson, en bronces; y los coristas Bernard Fowler y Sasha Allen.
De esta manera, "Sus Majestades Satánicas" dejaron en claro el idilio mutuo que existe con el público local, tal como ocurrió en sus anteriores visitas en los años 1995, 1998 y 2006.
Los Stones volverán a presentarse en La Plata el próximo miércoles 10 y el sábado 13, para luego continuar su gira en Montevideo, varias ciudades de Brasil, Lima, Bogotá y el Distrito Federal mexicano.
La persistente lluvia no afecto el campo de juego porque como en cada concierto, los panes de cesped se levantaron y queda el contrapiso de material, de manera de permitir que rapidamente Estudiantes de La Plata pueda volver a utilizar la cancha.
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Las puertas se abrieron temprano y respetando los pedidos de los productores la gente llegó al Unico, por lo que la Beriso, la primera banda telonera pudo tocar frente a medio estado completo. A las 18, la banda liderada por Rolo Satorio pudo tocar durante 40 minutos, algunos de sus clasicos y en mayor parte canciones de su ultimo álbum "Historias".
A las 19.25 subió a escena Andrés Ciro Martínez con su banda Los Persas y ya con la oscuridad cubriendo La Plata, pudo sacarle provecho a las luces y generar un show más armado en el que levanto al publico con los clasicos de su ex banda Los Piojos, como "Ruleta", "Como Alí" y Tan Solo".
En la zona de palcos podía observarse a Pablo Echarri y Nancy Duplaá, al ex gobernador bonaerense Daniel Scioli, otros musicos y la tradicional fauna de modelos y mediaticas que rondan los VIP de eventos de este tipo.
También estuvieron Charly García y Fabián Von Quintiero que el viernes por la noche tocaron en el cabaret del Hotel Faena en presencia de Mick Jagger y Ron Wood. En esa larga madrugada de sábado a Garcia y al Zorrito se les sumó Bernard Fowler, corista de los Stones, quien cada vez que toca en la Argentina suele hacerlo con los dos mísicos argentinos.
Charly, Quintiero y Fowler interpretaron versiones muy personales de dos clásicos de Sus Majestades Satánicas, "Honky tonk women" y "Beast of burden", además de "Happy and real", una de las canciones que grabó con Pedro Aznar para su álbum "Tango 4", de 1991.
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De otro planeta. Con un promedio de 71 años, los Rolling Stones parecían anoche seres extraterrestres: su vitalidad, la que mostraron durante las más de dos horas de recital en el Estadio Unico de La Plata, era notable. La gente lo agradeció durante todo el show, sin parar, coreando las canciones y aplaudiendo hasta el más mínimo gesto de los cuatro músicos británicos. Un cuarteto de inoxidables.
El video inicial, diez minutos más tarde de lo programado, a las 21.10, dio comienzo al show. La breve demora, sin embargo, poco importó. Los Rolling Stones, la mítica banda que visita por cuarta vez la Argentina, ya estaba sobre el escenario. El público ardía. Y Mick Jagger, de pantalón y camisa negra con brillos, y una chaqueta verde, hacía de las suyas. Start Me Up fue el primer tema que hizo delirar a la multitud, unas 50 mil personas. Siguió It's Only Rock 'n' Roll, a pura intensidad. Mick se movía por todo el escenario como un jovencito, como si la música le diera cada vez más energía. Keith Richards (de negro, con un pañuelo a tono en la cabeza y zapatillas verdes), Charlie Watts (remera blanca y pantalón azul) y Ron Wood (saco azul con vivos rojos, pantalón negro y zapatillas rojas) lo acompañaban de igual manera.
"Hola Argentina, hola Buenos Aires, hola muchachos", fueron las primeras palabras de Jagger, antes de que se escuchara Tumbling Dice, la tercera canción de la noche. La lluvia ya había cesado. Y el líder de los Stones, que no paraba de moverse, se había quitado la chaqueta. Seguía bailando y cantando, llevando su delgado cuerpo por todo el escenario, incluso por la pasarela que se extendía sobre el campo. "¡Qué bueno estar de nuevo en la Argentina! Es la primera vez que tocamos en La Plata. Tardamos tanto en llegar que pensábamos que íbamos a Montevideo", bromeaba el cantante, en un español entendible.
La intensidad crecía cada vez más. Y un ejemplo de ello era el look de los integrantes de la banda: ya no quedaba siquiera la camisa de Mick, y Richards se había sacado su campera para lucir una musculosa bordó. Mientras tanto, sonaba Out Of Control y Jagger pedía "atención total" para dar paso a Street Fighting Man, el tema que los fans votaron por la Web.
"Are you feeling good? (¿se sienten bien?)", preguntó el cantante tres veces. Entonces, las luces se prendieron e iluminaron al público, que coreó "Vamos los Stones". Jagger, emocionado, comenzó a revolear su camisa negra, como si fuese un poncho.
La lista siguió con Anybody Seen My Baby y Wild Horses. Y al notar la ferviente respuesta del público, el líder de los Stones comenzó a presentar uno por uno a sus compañeros. La gran ovación se la llevó Richards: como si estuviese en un partido de fútbol, el público comenzó a cantar "Olé, olé, olé, Richards, Richards". Y él lo agradeció de la mejor manera, con un tema en soledad: Can't Be Seen With You.
Las estrellas británicas cambiaron el look. Desde abajo del escenario, alguien les arrojó una bandera argentina, y la pusieron sobre el micrófono de pie. "Son muy buenos cantantes, Argentina", se sorprendió Jagger en español, y se lo hizo saber a la multitud.
Para los bises, tenían preparado You Can't Always Get What You Want, que contó con la presencia de un coro, de hombres y mujeres. Y el cierre, igual que como sucedió el miércoles en Santiago de Chile, fue con el esperado por todos: (I Can't Get No) Satisfaction. Eran cerca de las 23.30, y habían pasado dos horas y veinte minutos de puro rock and roll.
Ayer llegar a La Plata tuvo su encanto y, al mismo tiempo, fue casi una odisea. Durante gran parte de la tarde, la autopista que comunica la ciudad de las diagonales con Buenos Aires se volvía una procesión de autos a marcha lenta. Al entrar a la ciudad, desde las ventanillas bajas se podían escuchar algunas canciones de los Rolling a todo volumen. Las calles aledañas al estadio eran un espectáculo aparte.
Un grupo sorprendió con "La caravana de Keith Richards": iban sosteniendo una bandera y una gigantografía del músico. Hubo algún creativo que colgó su cartel "El chori Stone" para conquistar más fácil. La lluvia comenzó a caer, pero la gente no se inmutaba. Improvisaban pilotos con bolsas y seguían, ni los amenazantes rayos alteraban el camino hacia adentro del gigantesco hongo blanco.
Un día antes del concierto los fanáticos se habían acercado al estadio para comenzar con la vigilia del show. Se sentaron cerca de la entrada a esperar para ser los primeros en pisar el campo apenas se abrieran las puertas, por lo que pasaron la noche a la intemperie.
La mítica banda británica había venido en 1995, 1998 y 2006, brindando recitales en el estadio de River Plate (FUENTE cLARIN)
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Mientras sonaban las primeras canciones, en las gigantescas pantallas podína verse imagenes y videos sobre la gira por América Latina, los cambios a lo largo de la historia del logo de la lengua, dibujos eroticos y de curvilineas chicas rockeras.
El combo compuesto por Jagger, Richards, el guitarrista Ron Wood y el baterista Charlie Watts contó en escena con el respaldo del bajista Darryl Jones; los tecladistas Chuck Leavell y Matt Clifford; Tim Ries y Karl Denson, en bronces; y los coristas Bernard Fowler y Sasha Allen.
De esta manera, "Sus Majestades Satánicas" dejaron en claro el idilio mutuo que existe con el público local, tal como ocurrió en sus anteriores visitas en los años 1995, 1998 y 2006.
Los Stones volverán a presentarse en La Plata el próximo miércoles 10 y el sábado 13, para luego continuar su gira en Montevideo, varias ciudades de Brasil, Lima, Bogotá y el Distrito Federal mexicano.
La persistente lluvia no afecto el campo de juego porque como en cada concierto, los panes de cesped se levantaron y queda el contrapiso de material, de manera de permitir que rapidamente Estudiantes de La Plata pueda volver a utilizar la cancha.
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Las puertas se abrieron temprano y respetando los pedidos de los productores la gente llegó al Unico, por lo que la Beriso, la primera banda telonera pudo tocar frente a medio estado completo. A las 18, la banda liderada por Rolo Satorio pudo tocar durante 40 minutos, algunos de sus clasicos y en mayor parte canciones de su ultimo álbum "Historias".
A las 19.25 subió a escena Andrés Ciro Martínez con su banda Los Persas y ya con la oscuridad cubriendo La Plata, pudo sacarle provecho a las luces y generar un show más armado en el que levanto al publico con los clasicos de su ex banda Los Piojos, como "Ruleta", "Como Alí" y Tan Solo".
En la zona de palcos podía observarse a Pablo Echarri y Nancy Duplaá, al ex gobernador bonaerense Daniel Scioli, otros musicos y la tradicional fauna de modelos y mediaticas que rondan los VIP de eventos de este tipo.
También estuvieron Charly García y Fabián Von Quintiero que el viernes por la noche tocaron en el cabaret del Hotel Faena en presencia de Mick Jagger y Ron Wood. En esa larga madrugada de sábado a Garcia y al Zorrito se les sumó Bernard Fowler, corista de los Stones, quien cada vez que toca en la Argentina suele hacerlo con los dos mísicos argentinos.
Charly, Quintiero y Fowler interpretaron versiones muy personales de dos clásicos de Sus Majestades Satánicas, "Honky tonk women" y "Beast of burden", además de "Happy and real", una de las canciones que grabó con Pedro Aznar para su álbum "Tango 4", de 1991.
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