Cada rincón de
Catamarca se prepara cada año para vivir un verano con "mil distintos tonos de verdes", un destino único e irrepetible en cada una de sus villas turísticas como son El Rodeo, Las Juntas, Capayán y Aconquija, solo por nombrar algunos de los sitios que cientos de turistas eligen año tras año.
Nuestros ríos, provenientes de deshielos y vertientes, invitan al visitante a vivir de toda su pureza y frescura única de un lugar apto para el
turismo, así en cada región tras el calor del día y la fresca briza del atardecer convierte a cada zona en un lugar para pasar los mejores momentos.
Así es que hay otra cara de la provincia, a contrapelo del estereotipo que tiene Catamarca que es el de los paisajes áridos y la clásica postal de la iglesia blanca con cerros color verde. Es una Catamarca de verdes que comienza a unos 30 kilómetros de la capital, donde se despliegan, entre los valles centrales, las villas veraniegas.
El Rodeo es una villa veraniega por excelencia, entre algarrobos, talas y nogales, a 1260 metros sobre el nivel del mar y a 38 kilómetros de la capital. Un pequeño oasis, con un microclima muy agradable y 7 grados menos que en la capital.
Los 17 kilómetros que separan a El Rodeo de las Juntas son un suspiro, por lo breve del trayecto y lo lindo de paisaje. Las Juntas está a 1.500 metros, un poco más alto que sus vecinos y se extiende junto a su río homónimo sobre el faldeo oriental de las sierras del Ambato. Basta poner un pie en la tierra para entender que aquí las agujas del reloj se mueven a otro ritmo, o mejor dicho, no se mueven.
Mapa de "Catamarca verde"
Cada rincón de
Catamarca se prepara cada año para vivir un verano con "mil distintos tonos de verdes", un destino único e irrepetible en cada una de sus villas turísticas como son El Rodeo, Las Juntas, Capayán y Aconquija, solo por nombrar algunos de los sitios que cientos de turistas eligen año tras año.
Nuestros ríos, provenientes de deshielos y vertientes, invitan al visitante a vivir de toda su pureza y frescura única de un lugar apto para el
turismo, así en cada región tras el calor del día y la fresca briza del atardecer convierte a cada zona en un lugar para pasar los mejores momentos.
Así es que hay otra cara de la provincia, a contrapelo del estereotipo que tiene Catamarca que es el de los paisajes áridos y la clásica postal de la iglesia blanca con cerros color verde. Es una Catamarca de verdes que comienza a unos 30 kilómetros de la capital, donde se despliegan, entre los valles centrales, las villas veraniegas.
El Rodeo es una villa veraniega por excelencia, entre algarrobos, talas y nogales, a 1260 metros sobre el nivel del mar y a 38 kilómetros de la capital. Un pequeño oasis, con un microclima muy agradable y 7 grados menos que en la capital.
Los 17 kilómetros que separan a El Rodeo de las Juntas son un suspiro, por lo breve del trayecto y lo lindo de paisaje. Las Juntas está a 1.500 metros, un poco más alto que sus vecinos y se extiende junto a su río homónimo sobre el faldeo oriental de las sierras del Ambato. Basta poner un pie en la tierra para entender que aquí las agujas del reloj se mueven a otro ritmo, o mejor dicho, no se mueven.
Mapa de "Catamarca verde"