Cornejo D'Andrea: "Muchos dirigentes fueron cómplices de los barrabravas"

Habíamos dejado que este tema avance y no habíamos puesto ningún tipo de freno y muchos dirigentes fueron cómplices de esto de "bueno, está bien, permitamos, demos", o situaciones de tolerancia a actores dentro del barra de fútbol que había que ponerle un límite. No todos los barras ni hinchas son violentos, son la minoría. Pero por uno u otro motivo hemos dejado o hemos llevado a esta minoría en un estandarte que ahora hay que bajarlo. Esto ya no se podía manejar como un club de amigos, donde los dirigentes, el ministro de Seguridad y otros actores trataban la temática en un café. Marcamos las divisiones y recurrimos a la ley de espectáculos deportivos.

Todo aquel que transgrede el comportamiento durante el espectáculo tiene como sanción la prohibición de ingreso. Hoy tenemos 1.050 personas con prohibición de ingreso. En promedio son 450 de Central Norte, 450 de Juventud Antoniana, 50 de Gimnasia y Tiro y algunos otros de Chicoana y Mitre. Sobre eso comenzamos a trabajar en una cuestión en la que al Ministerio de Seguridad y a la Policía no los manejan un dirigente ni un grupo de dirigentes ni mucho menos un grupo de barrabravas. Obviamente tuvimos encontronazos con dirigentes porque hasta se entregaban entradas en la comisaría. Fue un error mezclar los roles de cada uno. Pero el dirigente sale a veces a través de los medios tratando o creyendo que va a condicionar la política de seguridad, todo lo contrario. O ellos cambian ciertas conductas y vienen a una mesa seria... Y si siguen creyendo que esto es el prepeo al que estaban acostumbrados están equivocados.

Está cambiando. Pero lo digo porque era una realidad. Cualquiera que analice situaciones y empiece a ver los vínculos de algunos barras con algunos dirigentes en la actividad en la que se desarrollan y hay una vinculación directa. Lo que pasa es que vivimos en una sociedad hipócrita, en la que muchas veces decimos para afuera un montón de cosas pero para adentro no las hacemos.

No diría palos en la rueda, pero sí tuvieron doble discurso. Ahora se los ve más calladitos.

No voy a decir por quiénes. En general, la gran mayoría.

Sin ir más lejos, en el partido de Central contra Talleres, en uno de los camiones, había 27 puntas. Eso, en una bandera grande es difícil de controlar. La cuestión de trapos es para facilitar el control. Cuando empezamos con esta medida, y por eso digo la hipocresía, había fernet enterrados en la cancha de Gimnasia.

Hicimos un sistema portátil que va conectado a una netbook y va a estar en los partidos críticos. Están casi cargados los 1.050 identificados, nos faltan algunas huellas porque cuando íbamos aplicando las contravenciones no teníamos las máquinas y no les pudimos tomar la huella.

Habíamos dejado que este tema avance y no habíamos puesto ningún tipo de freno y muchos dirigentes fueron cómplices de esto de "bueno, está bien, permitamos, demos", o situaciones de tolerancia a actores dentro del barra de fútbol que había que ponerle un límite. No todos los barras ni hinchas son violentos, son la minoría. Pero por uno u otro motivo hemos dejado o hemos llevado a esta minoría en un estandarte que ahora hay que bajarlo. Esto ya no se podía manejar como un club de amigos, donde los dirigentes, el ministro de Seguridad y otros actores trataban la temática en un café. Marcamos las divisiones y recurrimos a la ley de espectáculos deportivos.

Todo aquel que transgrede el comportamiento durante el espectáculo tiene como sanción la prohibición de ingreso. Hoy tenemos 1.050 personas con prohibición de ingreso. En promedio son 450 de Central Norte, 450 de Juventud Antoniana, 50 de Gimnasia y Tiro y algunos otros de Chicoana y Mitre. Sobre eso comenzamos a trabajar en una cuestión en la que al Ministerio de Seguridad y a la Policía no los manejan un dirigente ni un grupo de dirigentes ni mucho menos un grupo de barrabravas. Obviamente tuvimos encontronazos con dirigentes porque hasta se entregaban entradas en la comisaría. Fue un error mezclar los roles de cada uno. Pero el dirigente sale a veces a través de los medios tratando o creyendo que va a condicionar la política de seguridad, todo lo contrario. O ellos cambian ciertas conductas y vienen a una mesa seria... Y si siguen creyendo que esto es el prepeo al que estaban acostumbrados están equivocados.

Está cambiando. Pero lo digo porque era una realidad. Cualquiera que analice situaciones y empiece a ver los vínculos de algunos barras con algunos dirigentes en la actividad en la que se desarrollan y hay una vinculación directa. Lo que pasa es que vivimos en una sociedad hipócrita, en la que muchas veces decimos para afuera un montón de cosas pero para adentro no las hacemos.

No diría palos en la rueda, pero sí tuvieron doble discurso. Ahora se los ve más calladitos.

No voy a decir por quiénes. En general, la gran mayoría.

Sin ir más lejos, en el partido de Central contra Talleres, en uno de los camiones, había 27 puntas. Eso, en una bandera grande es difícil de controlar. La cuestión de trapos es para facilitar el control. Cuando empezamos con esta medida, y por eso digo la hipocresía, había fernet enterrados en la cancha de Gimnasia.

Hicimos un sistema portátil que va conectado a una netbook y va a estar en los partidos críticos. Están casi cargados los 1.050 identificados, nos faltan algunas huellas porque cuando íbamos aplicando las contravenciones no teníamos las máquinas y no les pudimos tomar la huella.