Ana Azucena López fue la gran ganadora del mayor Concurso de la Empanada Salteña. Vive en Vaqueros, y allí vende empanadas junto a su familia: "Todos colaboran, mis hijos, yernos, nietos, todos", contó la flamante ganadora.
El Día del Amigo sirvió de marco ayer para que cientos de salteños y turistas se dieran cita a una nueva edición del tradicional Concurso de la Empanada Salteña organizado por el diario El Tribuno.
Nada menos que el certamen más antiguo en la especialidad y que durante la 47º edición quedó nuevamente consolidado en el gusto de todos.
Desde la mañana y con la salteñidad a flor de piel, los casi 200 puestos instalados fueron tomando color de fiesta a medida que el aroma y el sabor se llevaban los aplausos.
Un domingo en el que nadie faltó, ni siquiera el buen clima como una "bendición de Tata Dios" como lo hizo saber la conocida Maia Sasovsky cuando comenzó con la conducción del festival folclórico que acompañó la competencia.
Las expectativas de los debutantes, la experiencia de los más grandes y la confianza de los más premiados fueron sentimientos encontrados que tuvieron su momento cúlmine durante la tarde con el nombre de los ganadores. En el medio, la familia pudo disfrutar del plato tradicional por excelencia dentro de la cocina de nuestra provincia.
"El norte te conecta con la América profunda, en estos lugares sentís la tierra de una manera distinta", dijo a El Tribuno una turista oriunda de La Pampa quien junto a su hijo no dudó en pasar por la playa de estacionamiento del Híper Libertad a probar unas empanadas.
Sentados y disfrutando del sol, muchos no quisieron quedar ajenos a una jornada bien salteña donde las empanadas de carne, pollo, charqui y queso fueron las grandes protagonistas.
"El secreto es cocinar con buena materia prima. Comprar cosas de calidad. Pero lo más importante de todo es preparar las empanadas con mucho amor. La gente siente cuando es así", dijo doña Marta Castro de Cabezas, ganadora del primer puesto del certamen durante el 2010.
También los varones
Ubicados en el puesto 115, un grupo de varones con delantal y gorro a cuestas dieron una de las tantas postales pintorescas de la jornada.
Unidos por la pasión de cocinar y compartir la competencia entre amigos, Juan, Alexis , Quique, Marco y Ramiro participaron más allá de los premios. "No nos movilizó el hecho de ganar el premio. Es la primera vez que somos parte de este certamen y nos parece una muy buena manera de sumar experiencia", expresaron a El Tribuno. En una concurso con mayoría femenina, ellos demostraron que en el arte de hacer empanadas, los hombres también pueden dar su toque. "No hay una receta o un ingrediente específico, lo que te diferencia es la pasión con la que lo hagas", coincidieron.
Palabras de la organización
"La intención es revalorizar la tradición de la comida salteña y la empanada es sinónimo de Salta", expresaron desde la organización del Concurso.
Alumnos de la Escuela de Gastronomía Salamanca formaron parte del equipo de control que se encargó de fiscalizar los requisitos que debían cumplir cada uno de los puestos antes de la evaluación del jurado. Los jóvenes también estuvieron a cargo del control bromatológico.
La difícil elección del jurado
Los jurados coincidieron en que fue una elección difícil. "Estuvieron todos muy parejos y nos costó decidir cuál era el mejor", dijo Lalo Angelina, chef y director de Salamanca, escuela gastronómica.
Para el presidente del jurado, Aníbal Caro, integrante del mismo por más de 20 años, las empanadas han perdido su histórico gusto, asegura que una de las causas es que los ingredientes de ahora no son los mismos que los de antes, por ejemplo, "la grasa que se usa hoy es distinta".
Se evaluaba la pulcritud del participante y ayudante; su vestimenta y aseo personal; cuidado manifiesto en el puesto de comida; los ingredientes utilizados y su proporción; el aspecto de la empanada cruda; repulgue; color y uniformidad; el recado; la cocción y color final; ampollas; uniformidad; sabor y temperatura.
El jurado estuvo compuesto por Aníbal Caro; Lalo Angelina, chef y director de Salamanca, escuela gastronómica; Daniel Hansen, chef del restaurante La Pecora Nera de Buenos Aires; Milagro Medrano, Banco Macro, y Amalia Eizayaga, periodista diario La Nación.
La emoción pudo verse en el rostro de cada una de las ganadoras: "Yo salí primera en el anterior concurso y ahora segunda, no sé qué pasa que estoy bajando de puesto", dijo risueña Nora Guzmán, quien aprendió la receta de su abuela que la acompañaba.
Por su parte, Susana Antonia Ibarra manifestó sentir una gran emoción por haber sacado el tercer puesto en un concurso tan tradicional como este y habiendo tantos competidores.
En el estacionamiento del Híper Libertad estuvieron presentes también Sergio Romero, director de diario El Tribuno; Elena Di Gangi de Romero; Daniel Chocobar, jefe de Redacción; Soledad García, coordinadora de Relaciones Institucionales del Banco Macro; el senador nacional Juan Carlos Romero, quien dijo ser amante de la comida regional; Pablo Re, gerente del Híper Libertad; Silvio Ruggeri, de Bodega El Porvenir, y Nicolás Acosta, gerente de La Veloz del Norte.
Beneficio
Lo recaudado de los siete puestos de bebidas será donado a cinco instituciones benéficas: Fundación Ampuy, Revivir, Equinoterapia del Azul, Roberto David y Casita de Belén, quienes además del dinero recibieron empanadas que les permitirá a las fundaciones que brinden una la comida.
Todos los aplausos, el premio del público para los artistas
Emocionante, divertido, impecable. Así fue el espectáculo que ofrecieron los artistas que acompañaron ayer la edición 2014 del Concurso de la Empanada Salteña.
Y el público los premió con sus palmas, gritos y "bises" para cada uno, que devolvieron con más canto el cariño de la gente.
En la largada, los jóvenes del grupo metanense El Apertura hizo de las suyas con moviditos temas que encendieron a todos los comensales. La dulzura y fuerza de las voces femeninas llegaron con las solistas Abril Cruz y Carolina Madeo, mientras Marcelo Camacho deleitó con su contemporaneidad y su particular versión de la "Zamba de Balderrama". Estos nuevos valores demostraron con creces las razones por las que se llevaron los primeros premios en el concurso "En cada esquina un cantor" que realizó el diario El Tribuno en mayo pasado.
Los aplausos coparon el predio del Híper Libertad cuando se adueñó del escenario Mariana Cayón, esta joven que siempre sorprende y moviliza emociones con su quena. Con temas clásicos y creaciones propias de fusión andina, la aerofonista ofreció, frente a un respetuoso público, los sonidos más puros de este simple instrumento ancestral.
Y entre baile de gato, chacarera y escondido con la profesora Mercedes Villagra, fue subiendo la temperatura bajo un cielo límpido que se complotó para que la fiesta fuese completa. Bajo ese sol pleno, Los Ceibales cumplieron lo prometido: hacer de la tarde una "juntada" entre privilegiados amigos que escucharon, de primera mano, algunos de los nuevos temas que comenzarán a grabar en agosto para su próximo disco. La cosa no quedó ahí y como de intimidad se trata, dejaron el escenario para mezclarse con el público que coreó sus canciones entre guitarras y bombo.
El final
El plato fuerte llegó, antes de la entrega de premios a los ganadores del concurso, con Canto 4.
En el tránsito de una nueva etapa artística, el cuarteto acompañó su recital con el poncho salteño como signo de orgullo, tradición y sentimiento y así lo seguirá haciendo en sus presentaciones.
El excepcional juego de voces provocó una ovación, especialmente de la platea femenina, mientras los jóvenes cantores interactuaron con un público ávido de cantar los reconocidos temas del grupo y también los tradicionales que reflejan la salteñidad. En esa línea sorprendieron con el cierre, donde las voces limpias, sin instrumentos, emocionaron con una mezcla de "La López Pereyra" y "Zamba de mi esperanza", letras que todos acompañaron con puro sentimiento.
Así fue el retorno de este tradicional certamen que es patrimonio de la gente y que ya comienza a prepararse para el 2015.
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Ana Azucena López fue la gran ganadora del mayor Concurso de la Empanada Salteña. Vive en Vaqueros, y allí vende empanadas junto a su familia: "Todos colaboran, mis hijos, yernos, nietos, todos", contó la flamante ganadora.
El Día del Amigo sirvió de marco ayer para que cientos de salteños y turistas se dieran cita a una nueva edición del tradicional Concurso de la Empanada Salteña organizado por el diario El Tribuno.
Nada menos que el certamen más antiguo en la especialidad y que durante la 47º edición quedó nuevamente consolidado en el gusto de todos.
Desde la mañana y con la salteñidad a flor de piel, los casi 200 puestos instalados fueron tomando color de fiesta a medida que el aroma y el sabor se llevaban los aplausos.
Un domingo en el que nadie faltó, ni siquiera el buen clima como una "bendición de Tata Dios" como lo hizo saber la conocida Maia Sasovsky cuando comenzó con la conducción del festival folclórico que acompañó la competencia.
Las expectativas de los debutantes, la experiencia de los más grandes y la confianza de los más premiados fueron sentimientos encontrados que tuvieron su momento cúlmine durante la tarde con el nombre de los ganadores. En el medio, la familia pudo disfrutar del plato tradicional por excelencia dentro de la cocina de nuestra provincia.
"El norte te conecta con la América profunda, en estos lugares sentís la tierra de una manera distinta", dijo a El Tribuno una turista oriunda de La Pampa quien junto a su hijo no dudó en pasar por la playa de estacionamiento del Híper Libertad a probar unas empanadas.
Sentados y disfrutando del sol, muchos no quisieron quedar ajenos a una jornada bien salteña donde las empanadas de carne, pollo, charqui y queso fueron las grandes protagonistas.
"El secreto es cocinar con buena materia prima. Comprar cosas de calidad. Pero lo más importante de todo es preparar las empanadas con mucho amor. La gente siente cuando es así", dijo doña Marta Castro de Cabezas, ganadora del primer puesto del certamen durante el 2010.
También los varones
Ubicados en el puesto 115, un grupo de varones con delantal y gorro a cuestas dieron una de las tantas postales pintorescas de la jornada.
Unidos por la pasión de cocinar y compartir la competencia entre amigos, Juan, Alexis , Quique, Marco y Ramiro participaron más allá de los premios. "No nos movilizó el hecho de ganar el premio. Es la primera vez que somos parte de este certamen y nos parece una muy buena manera de sumar experiencia", expresaron a El Tribuno. En una concurso con mayoría femenina, ellos demostraron que en el arte de hacer empanadas, los hombres también pueden dar su toque. "No hay una receta o un ingrediente específico, lo que te diferencia es la pasión con la que lo hagas", coincidieron.
Palabras de la organización
"La intención es revalorizar la tradición de la comida salteña y la empanada es sinónimo de Salta", expresaron desde la organización del Concurso.
Alumnos de la Escuela de Gastronomía Salamanca formaron parte del equipo de control que se encargó de fiscalizar los requisitos que debían cumplir cada uno de los puestos antes de la evaluación del jurado. Los jóvenes también estuvieron a cargo del control bromatológico.
La difícil elección del jurado
Los jurados coincidieron en que fue una elección difícil. "Estuvieron todos muy parejos y nos costó decidir cuál era el mejor", dijo Lalo Angelina, chef y director de Salamanca, escuela gastronómica.
Para el presidente del jurado, Aníbal Caro, integrante del mismo por más de 20 años, las empanadas han perdido su histórico gusto, asegura que una de las causas es que los ingredientes de ahora no son los mismos que los de antes, por ejemplo, "la grasa que se usa hoy es distinta".
Se evaluaba la pulcritud del participante y ayudante; su vestimenta y aseo personal; cuidado manifiesto en el puesto de comida; los ingredientes utilizados y su proporción; el aspecto de la empanada cruda; repulgue; color y uniformidad; el recado; la cocción y color final; ampollas; uniformidad; sabor y temperatura.
El jurado estuvo compuesto por Aníbal Caro; Lalo Angelina, chef y director de Salamanca, escuela gastronómica; Daniel Hansen, chef del restaurante La Pecora Nera de Buenos Aires; Milagro Medrano, Banco Macro, y Amalia Eizayaga, periodista diario La Nación.
La emoción pudo verse en el rostro de cada una de las ganadoras: "Yo salí primera en el anterior concurso y ahora segunda, no sé qué pasa que estoy bajando de puesto", dijo risueña Nora Guzmán, quien aprendió la receta de su abuela que la acompañaba.
Por su parte, Susana Antonia Ibarra manifestó sentir una gran emoción por haber sacado el tercer puesto en un concurso tan tradicional como este y habiendo tantos competidores.
En el estacionamiento del Híper Libertad estuvieron presentes también Sergio Romero, director de diario El Tribuno; Elena Di Gangi de Romero; Daniel Chocobar, jefe de Redacción; Soledad García, coordinadora de Relaciones Institucionales del Banco Macro; el senador nacional Juan Carlos Romero, quien dijo ser amante de la comida regional; Pablo Re, gerente del Híper Libertad; Silvio Ruggeri, de Bodega El Porvenir, y Nicolás Acosta, gerente de La Veloz del Norte.
Beneficio
Lo recaudado de los siete puestos de bebidas será donado a cinco instituciones benéficas: Fundación Ampuy, Revivir, Equinoterapia del Azul, Roberto David y Casita de Belén, quienes además del dinero recibieron empanadas que les permitirá a las fundaciones que brinden una la comida.
Todos los aplausos, el premio del público para los artistas
Emocionante, divertido, impecable. Así fue el espectáculo que ofrecieron los artistas que acompañaron ayer la edición 2014 del Concurso de la Empanada Salteña.
Y el público los premió con sus palmas, gritos y "bises" para cada uno, que devolvieron con más canto el cariño de la gente.
En la largada, los jóvenes del grupo metanense El Apertura hizo de las suyas con moviditos temas que encendieron a todos los comensales. La dulzura y fuerza de las voces femeninas llegaron con las solistas Abril Cruz y Carolina Madeo, mientras Marcelo Camacho deleitó con su contemporaneidad y su particular versión de la "Zamba de Balderrama". Estos nuevos valores demostraron con creces las razones por las que se llevaron los primeros premios en el concurso "En cada esquina un cantor" que realizó el diario El Tribuno en mayo pasado.
Los aplausos coparon el predio del Híper Libertad cuando se adueñó del escenario Mariana Cayón, esta joven que siempre sorprende y moviliza emociones con su quena. Con temas clásicos y creaciones propias de fusión andina, la aerofonista ofreció, frente a un respetuoso público, los sonidos más puros de este simple instrumento ancestral.
Y entre baile de gato, chacarera y escondido con la profesora Mercedes Villagra, fue subiendo la temperatura bajo un cielo límpido que se complotó para que la fiesta fuese completa. Bajo ese sol pleno, Los Ceibales cumplieron lo prometido: hacer de la tarde una "juntada" entre privilegiados amigos que escucharon, de primera mano, algunos de los nuevos temas que comenzarán a grabar en agosto para su próximo disco. La cosa no quedó ahí y como de intimidad se trata, dejaron el escenario para mezclarse con el público que coreó sus canciones entre guitarras y bombo.
El final
El plato fuerte llegó, antes de la entrega de premios a los ganadores del concurso, con Canto 4.
En el tránsito de una nueva etapa artística, el cuarteto acompañó su recital con el poncho salteño como signo de orgullo, tradición y sentimiento y así lo seguirá haciendo en sus presentaciones.
El excepcional juego de voces provocó una ovación, especialmente de la platea femenina, mientras los jóvenes cantores interactuaron con un público ávido de cantar los reconocidos temas del grupo y también los tradicionales que reflejan la salteñidad. En esa línea sorprendieron con el cierre, donde las voces limpias, sin instrumentos, emocionaron con una mezcla de "La López Pereyra" y "Zamba de mi esperanza", letras que todos acompañaron con puro sentimiento.
Así fue el retorno de este tradicional certamen que es patrimonio de la gente y que ya comienza a prepararse para el 2015.