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23 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
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Recuerdan el día en que hirieron al gran Güemes

Sabado, 07 de junio de 2014 01:26
Cientos de disparos los obligaron a volver sobre sus pasos hacia el Tagarete del Tineo (Belgrano). El tiro fatal lo alcanzó ahí.

Hoy, desde las 10, los gemesianos de Salta recordarán la herida que llevó a la muerte a nuestro máximo héroe de la independencia, el general Martín Miguel de Güemes. Será en el lugar donde lo alcanzó el tiro fatal, en el Monolito de la plaza Belgrano. Allí, la apertura del acto estará a cargo de la presidente del Instituto Gemesiano de Salta, Ercilia Navamuel, se colocará una ofrenda floral y habrá palabras alusivas a cargo del académico Lucio Erazú, de la Senda Gloriosa de la Patria.

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Cientos de disparos los obligaron a volver sobre sus pasos hacia el Tagarete del Tineo (Belgrano). El tiro fatal lo alcanzó ahí.

Hoy, desde las 10, los gemesianos de Salta recordarán la herida que llevó a la muerte a nuestro máximo héroe de la independencia, el general Martín Miguel de Güemes. Será en el lugar donde lo alcanzó el tiro fatal, en el Monolito de la plaza Belgrano. Allí, la apertura del acto estará a cargo de la presidente del Instituto Gemesiano de Salta, Ercilia Navamuel, se colocará una ofrenda floral y habrá palabras alusivas a cargo del académico Lucio Erazú, de la Senda Gloriosa de la Patria.

Será una mañana, la de este sábado, para recordar la noche oscura y fría la del 7 de junio de 1821, cuando Güemes y un grupo de infernales ingresaron a la ciudad de Salta desde el sur, por la calle de la Concordia (hoy Zuviría). Iba a ver a su hermana Magdalena. Nunca imaginó que el enemigo se había colado por los Yacones, ese paisaje que él conocía y controlaba como nadie. Querían emboscarlo y secuestrarlo. Mejor si lo mataban. Decenas de mercenarios realistas abonados por la oligarquía salteña, al mando del “Barbarucho” Valdéz, se apostaron en las cuatro esquinas de las calles La Caridad y La Victoria (Mitre y España). En la Salta de 1821 la jornada terminaba al atardecer. A las 21 la gente se entregaba al sueño. En medio del reparador silencio nocturno, nadie pudo ignorar ese 7 de junio el galope de decenas de caballos y la presencia de unos 300 hombres en las calles.

Gemes entró por La Amargura (hoy Balcarce) a la casona de Macacha, cuyo fondo daba con el Tagarete del Tineo (hoy Belgrano). Ella no lo había llamado. Ahí Güemes comprendió que era una emboscada. Salió por La Amargura con su caballo “Negro” para sumarse a los infernales. No quiso huir solo por el Tagarete hacia el Campo de la Cruz y salvar su vida. Encambio, el general buscó a sus gauchos y tomaron La Amargura y El Comercio (hoy Balcarce y Caseros). Cientos de disparos los obligaron a volver sobre sus pasos hacia el Tagarete del Tineo (Belgrano). El tiro fatal lo alcanzó ahí. Igual atravesó el puente de Tejada y se internó en la oscuridad del campo de la Tablada. Bordeó la Zanja Vieja (canal de la actual Avenida Irigoyen) para llegar a la Pedrera. El general soltaba las riendas debilitado por el dolor. Sus gauchos lo internaron en la Cañada de la Horqueta para protegerlo. La herida se infectó rápidamente. Siguieron diez días de agonía.

Por eso este 7 de junio conmemora el principio del fin de una vida signada por el sacrificio y la gloria.

 

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