La última ilusión argentina en Roland Garros la hizo añicos el número uno del mundo, Rafael Nadal. El español no le dio ningún tipo de chances a Leonardo Mayer, al que venció en tres sets corridos: 6-2, 7-5 y 6-2. El marroquí jugó un tenis de altísimo vuelo en un piso que le es netamente favorable, la tierra batida. En este territorio su tenis es casi inexpugnable y el correntino hizo un esfuerzo extraordinario como para poner en aprietos a Nadal, algo que consiguió únicamente en el segundo set.
El número uno del mundo y ocho veces campeón en París, ostenta un récord de 86-1 (su último verdugo fue Robin Soderling). Nadal jugará por un lugar en cuartos de final contra el serbio Dusan Lajovic, de 23 años y 83 de la ATP, gran sorpresa de los octavos de final.