Algunos pueden decir que se trata de un loco desquiciado y otros llegan a asegurar que es el gesto más noble de un hombre para homenajear a su padre. Lo cierto es que Javier Torres, circula por las calles de Orán con su Yamaha V- Star 1100, con el cráneo de su padre en el manillar de la moto.
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Algunos pueden decir que se trata de un loco desquiciado y otros llegan a asegurar que es el gesto más noble de un hombre para homenajear a su padre. Lo cierto es que Javier Torres, circula por las calles de Orán con su Yamaha V- Star 1100, con el cráneo de su padre en el manillar de la moto.
Llegado de Calama e integrante del grupo Condenados, Torres dialogó con El Tribuno durante la jornada de ayer y explicó el motivo del recuerdo que lleva consigo a todas partes. “Mi papá fue mi héroe, mi mejor amigo y la persona que me inculcó el amor por las motocicletas”, dijo el hombre.
“Cuando él murió en un accidente, hace aproximadamente dos años, pedí permiso a las autoridades chilenas y me quedé con su cráneo. Lo puse en esta moto y desde ese momento lo llevo conmigo adonde voy. Afortunadamente, cuando me paran en la ruta entienden lo que significa para mí y no me hacen problemas”, comentó.
Por último, Javier dijo que tiene un hijo de un año y medio y que si bien ahora anda solamente en bicicleta con rueditas “quizá más adelante se convierta en fanático de las motos y cuando muera, capaz me lleva en su volante”.
Ruta solidaria a Pichanal
El primer encuentro de motoviajeros de toda Sudamérica se realizó en Orán gracias a la gestión de los Compadres de Ruta.
Además de su amor por los vehículos de dos ruedas, los integrantes del grupo de 22 motociclistas salteños recorren los caminos para realizar cruzadas solidarias en Orán, Pichanal e Hipólito Yrigoyen.
Por eso, tal como recalcó el viernes uno de sus fundadores a este matutino, el fin de este encuentro también fue solidario y ayer a la mañana se trasladaron en más de 60 motocicletas de Argentina, Chile y Bolivia hasta Pichanal, donde dejaron mercadería para las personas más necesitadas.
Finalmente, regresaron cerca de las 14 y compartieron un asado con el resto de los motoqueros que los esperaban en el predio del Aeroclub oranense.
Lo cierto es que hoy finaliza una de las experiencias más enriquecedoras para los motoqueros en el interior de nuestra provincia, puesto que este mediodía los motores se encenderán para emprender el regreso a casa.