El italiano Pietro Parolin, nombrado ayer a los 58 años secretario de Estado de la Santa Sede a partir del 15 de octubre, es un hombre de la diplomacia vaticana, políglota y particularmente joven para ese puesto, además de conocer “muy bien” la realidad de la Argentina. Diplomático de carrera, a diferencia de su predecesor Tarcisio Bertone, monseñor Pietro Parolin nació en la región del Véneto, en el noreste de Italia. Su padre tenía una ferretería y su madre era maestra.
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El italiano Pietro Parolin, nombrado ayer a los 58 años secretario de Estado de la Santa Sede a partir del 15 de octubre, es un hombre de la diplomacia vaticana, políglota y particularmente joven para ese puesto, además de conocer “muy bien” la realidad de la Argentina. Diplomático de carrera, a diferencia de su predecesor Tarcisio Bertone, monseñor Pietro Parolin nació en la región del Véneto, en el noreste de Italia. Su padre tenía una ferretería y su madre era maestra.
Parolin mantiene “muy buena” relación con el secretario de Culto del Gobierno nacional, Guillermo Oliveri, ya que fue quien lo recibió en su primer viaje oficial al Vaticano.
Nacido el 17 de enero de 1955 en el pueblo de Schiavon, entró a los 14 años al seminario, en la época en que la Iglesia se hallaba en pleno trastorno al salir del Concilio Vaticano II.
Ordenado sacerdote en abril de 1980, Parolin pasó dos años en una parroquia antes de ser enviado a la Universidad Pontificia de Roma para estudiar derecho canónico.
En 1983 entró en la Academia pontificia eclesiástica, encargada de formar el personal diplomático. Luego ingresó en el servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 1986, viajando a Nigeria y a México, hasta 1992, cuando el papa Juan Pablo II lo nombra subsecretario para las relaciones con el Estado, “número tres” de la diplomacia vaticana.
Experiencia internacional
Fue encargado de las relaciones con España, Andorra, Italia y la República de San Marino. Y trabajó en asuntos delicados, como las relaciones con la China comunista, Vietnam e Israel.
“Es alguien familiarizado con los medios de comunicación, alguien muy apreciado por el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede”, recordó la agencia I. Media.
Numerosos diplomáticos destacan sus “cualidades humanas y de sacerdote” a la vez. “Es un hombre atento, siempre disponible, inteligente y sin pretensiones”, confió un diplomático extranjero que trabajó con él.
Después de pasar un poco menos de siete años al servicio de los secretarios de Estado Angelo Sodano y Tarcisio Bertone, Benedicto XVI lo nombra en agosto de 2009 nuncio apostólico en Venezuela. Pietro Parolin es ordenado obispo por el pontífice el 12 de septiembre siguiente. En Caracas su mandato se caracteriza por sus tensiones entre el episcopado venezolano y Hugo Chávez.
Monseñor Parolin es particularmente joven para el cargo de secretario de Estado, el más elevado de la Curia romana, que lo convierte en una suerte de “primer ministro”.
Desde 1930, cuando fue nombrado a los 53 años el cardenal Eugenio Pacelli, futuro papa Pío XII, ninguno de los otro siete secretarios de Estado fueron tan jóvenes como él.